Capítulo 26

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No estaba seguro, pero creía que esa era ya la quinta noche que pasaba en casa de Jin. No fueron ocasiones continuas, pero cuando podía iba y aprovechaba para quedarse allí.

Yoongi tampoco tenía muchas ganas de quedarse en el departamento. La razón era simple: cada cosa allí le recordaba de alguna u otra foma a Yeongji y el daño que le había causado.

Sus noches consistían en intentar escribir letras para concentrarse en algo y olvidarse por un momento de su realidad, pero simplemente no podía. A cada segundo lo atacaban los recuerdos, y al que más le gustaba hacerle visitas repentinas a su mente era al de la chica que le gustaba llorando frente a él, por su culpa.

-¿En serio vas a seguir así?

SeokJin, que estaba en el sofá intentando comprender unos apuntes de Ciencias que le había alcanzado uno de sus compañeros, le preguntó al escuchar cómo cerraba la heladera. No tenía ni que mirarlo, sabía que había sacado una lata de cerveza.

-Vengo para despejarme un poco, y tú me sacas el tema -dijo mientras se disponía a tomar el primer sorbo-. Vaya forma de animarme, la verdad.

El mayor rodó los ojos y bufó, dejando a un lado las notas que tanto trabajo le costaba leer puesto que su compañero tenía una letra desastrosa.

-Lo siento, pero es que no puedo dejar esto inconcluso.

Yoongi pasó una mano por su cabello, algo frustrado, mientras Jin lo acompañaba cogiendo su propia lata de cerveza.

-Tal vez deberías dejar de intervenir-le espetó-. Digo, de alguna forma esto es tu culpa.

Su amigo frunció el ceño. Él no había hecho nada malo, al contrario, y ahora que quería ayudarlo a resolver las cosas le salía con eso.

-Oh, ¿así que ahora es mi culpa? -estaba ofendido, se notaba en su tono de voz.

-Bueno, tú fuiste el que me dijo de sus sentimientos y de alguna manera me incentivaste a confesarme. Esto no habría pasado si no te hubieras entrometido -contestó, como si tuviera toda la razón.

Ver a Kim Seokjin molesto era muy extraño, pero él se lo había ganado, sin duda alguna.

-¿Qué estás diciendo? Yo te puse al tanto, yo sólo te hice ver la realidad -replicó, perdiendo de a poco la paciencia-. No te coloqué un arma en la cabeza y te obligué a declararte.

Yoongi sabía que lo mejor era calmar las aguas en ese momento o la situación empeoraría, así que eso hizo. Se sinceró consigo mismo en voz alta.

-Oye, espera, lo lamento es que... creo que solamente necesitaba culpar a alguien más.

Se sentía mal, era una de las pocas veces en su vida en las que se arrepentía de una desición tomada, y esta no era exactamente el haberse confesado. Cuando hizo eso, por lo menos había hecho a Yeongji feliz.

El mayor lo notaba, él siempre velaba por los que le importaban, así que aflojó su estado de ánimo, cambiando su leve fastidio por un poco de tristeza.

-Mira, te conozco, y también la conozco a ella. Sé cuál es tu punto con todo esto, pero permíteme decirte amigo mío, que creo que estás equivocado.

Jin entendía de sobra la discusión mental que tenía el menor en la cabeza, comprendía su actuar, y no era para herir a nadie, era todo lo contrario.

El asunto era simple, pero complicado a la vez. Yoongi cuando le habló de sus sentimientos a Yeongji lo hizo de verdad, fue honesto, usó su corazón y dejó de hacer lo que su mente le dictaba. Mas eso duró muy poco, puesto que luego se dio cuenta de su error, se dio cuenta de que pondría su carrera en un segundo plano y no quería eso. No podía darse el lujo de tener distracciones, pero allí radicaba el problema, ella no era una simple distracción.

Ninguno de los dos quería que Yeongji saliera lastimada. Ambos sabían que era especial, que era una de esas personas que había que proteger de los daños del mundo. Sin embargo, tenían diferentes formas de pensar.

Yoongi creía que cortando relación lo antes posible, menos terminaría sufriendo. Pero Jin no estaba de acuerdo.

-Mira, sé que hiciste esto para ahorrarle dolor a Yeongji, pero ya la has lastimado. Creo que si lo intentan sería mejor, porque si no funciona, por lo menos le diste felicidad en algún punto.

Sin percatarse, estrujó la lata de cerveza mientras pensaba. Parecía que no le prestaba atención a su amigo, pero en realidad estaba demasiado sumido en sus palabras.

-Además, está en ti hacer que funcione, porque estoy seguro de que ella pondrá todo de sí. Eso claro, si decides darle y darte una oportunidad.

Quizás Seokjin tenía razón. Quizá estaba causándole más daño al ni siquiera confiar en ella para intentarlo, que el que le causaría si lo hubiera hecho pero no hubiera funcionado.

Tal vez, sólo tal vez, debía buscarla y arriesgarse siguiendo a su corazón de nuevo. Aunque tal vez, sólo tal vez, ya era demasiado tarde.

-Pero apresúrate si es lo que vas a hacer, Yeongji no estará ahí para siempre, ¿sabes?

[PAUSADA] Roommate (Yoongi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora