Los ojos de su madre la observaban detenidamente, llevaba más de cinco minutos jugando con el tazón de cereal, no tenía hambre. La fiesta de la noche anterior la había dejado exhausta, pero eso no quería decir que lo volvería hacer esta noche...
— "¡No voy a estar encerrada un sábado por la noche!" — pensó y observó el azul claro de los ojos que la custodiaban.
Su madre traga una boconada de aire, y regresa a su propio desayuno.
Su relación con ella no era mala, simplemente ahora las dos estaban en una etapa diferente, y por más que querían no podían estar en sintonía la una con la otra.
—Eres muy hermosa, Elizabeth — siseó la señora y rompe el silencio en el desayunador. Anna la observa y trata de sonreír, sobretodo porque nadie la llamaba con su segundo nombre.
—Tú también eres muy hermosa. — parlotea y las mejillas de su madre se tornan carmesí.
—¡Solo eso quería! — dice encogiéndose de hombros. —sentirme hermosa una vez más...
Los dedos de Anna se ponen blancos de tanto apretar la cuchara, la ira crecía en su interior, y no sabía cómo controlarla.
—Lo eres. — índica levantándose de la mesa.
El silencio regresó, la castaña sabía que Evelyn no le preguntaría donde iría, y si volvería. Así que tomó sus cosas para salir de la casa.
—"Sentirse hermosa" — masculló entre dientes, cuando la rabia la invadía su mente; se bloqueaba. Observó el espejo del vestíbulo y sintió repulsión ante el reflejo, ella era una versión más joven de su madre.
Su cabello castaño; le tapaban los hombros, ojos cafés, de tez caucásica, y estatura media; con un cuerpo modelado que las actividades en el instituto le brindaban.
Pero ahora había dejado todo atrás; las porristas, su círculo de amigos, y su trabajo en la tienda veterinaria de animales.
Abre la puerta y el auto deportivo la estaba esperando como de costumbre, ella sonríe y avanza hasta el encuentro.
El fornido y problemático David (su nuevo novio) la esperaba recostado en la puerta del vehículo color rojo, despliega una sonrisa mostrando sus blancos dientes, sus labios colapsan con los de Anna y ella siente como todo su cuerpo vibra, este la agarra de la cintura y se estampa junto a su cuerpo, desliza su mano desde la espalda hasta la pelvis de la castaña. Ella pasa sus manos por encima de los hombros y lo besa de nuevo.
—Te llame con el pensamiento. — expresa, estaba fascinada por sus ojos obscuros, sentía perderse en esos dos pozos negros.
—Siempre lo haces. — dice y la besa de nuevo. — ¡Nos vamos!
Todo el cansancio que tenía se fue en esos minutos, no porque su cuerpo recobrara fuerzas, o porque quería pasar más tiempo con David. Lo que la impulsaba realmente era salir de esa casa que solo le traía malos recuerdos...
El primero; encontrar a su madre engañando a su padre, y tras eso verse obligada a fingir que nada había pasado.
El segundo; la partida de su padre, quizás lo culpaba en parte, no lo pensó dos veces en abandonarlas, ni siquiera miro atrás, simplemente se marchó.
—Esta noche... — pronuncia el moreno sujeta su mano y la besa. — saldremos de fiesta de nuevo.
—¡Como todos los sábados! — concuerda Anna.
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Ángel "Un beso silencioso"
FantasíaPara Anna la importancia de su vida es poca, pasa noches en fiestas y siempre está en problemas, todo esto para evadir sus sentimientos acerca de la separación de sus padres, las estimulaciones para no sentir la llevan a un accidente el cual ocasion...