Capítulo 38: Steven

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"Anotar y observar".

Como podía seguir con aquello si ya no lo creía, desde que golpeo a Anthony, parecía hundirse en todas aquellas creencias en las que pasó su vida entera estudiando. No se suponía que todo aquello era una pelea entre el bien y el mal, pero ¿Que era todo aquello? Acaso tenía algún sentido seguir simplemente de observador; cuando podía ayudar a su pupila.

Cada rezo, cada vela encendida, cada promesa no cumplida, no podía hacer nada para ayudar a quitar el dolor.

Observa como Anna corre detrás de Vladimir hacia el bosque, pero por más que quisiera cambiar las cosas no podía, avanza su camino para encontrarse con aquellos, y siente como sus alas pesaban más de lo habitual.

—¿Por qué haces esto? — grita su pupila, el ángel de la muerte gira su cuerpo.

El rostro de Vladimir parecía sentir algo de compasión por la castaña, lo que llama la atención del ángel que se acerca más a su encuentro.

—Anna, perdóname... solo hago mi trabajo. — dice con voz fría. —No tengo opción.

Se encoge de hombros.

—¡Tenías la opción conmigo! — expone y su voz se entrecorta. — ¿por qué te lo llevaste?

—Anna... El encontró la paz, ¿Acaso no es lo que todos buscamos? — dice débilmente, por lo que Steven siente un recorrido tan frio que congelaría cada partícula de su cuerpo. ¿Por qué Vladimir se comportaba así?

—Él tenía un futuro por delante, ¡y lo sabes! — grita tan fuerte que el ángel siente su ira.

—Anna, tenía que hacerlo. — suelta un tono más alto de lo habitual.

—¡Te odio! — suelta apretando los puños. — ahora sé la diferencia entre los ángeles y demonios, tú tienes que ser un demonio...

—¡Ódiame por llevarlo a tener paz! — canta retrocediendo lentamente. — estaba sufriendo, y lo sabes.

—¡Te odio, Vladimir! — su mirada llena de ira hace que ambos ángeles retrocedan lentamente. —Desearía que nunca te hubiera visto.

—Lo siento... quizás algún día puedas comprender porque hago todo esto. — por alguna razón el moreno no quería terminar la disculpa del ángel de la muerte, pero aquellos hilos invisibles que lo ataban con su pupila comenzaban a regenerarse, avanza dos zancadas saliendo de los arbustos.

—Anna...— indica débilmente.

—¡Steven! — grita, al ver el rostro del moreno, corre hasta su encuentro, nota como las lágrimas comienzan a salir por si solas, él sonríe y extiende sus brazos, ella corre en un intento de rodearlo con los brazos ella cae al suelo al momento que atraviesa su cuerpo.

Al caer al suelo ella se abraza así misma deseando que sea el ángel que la abrazara, este se inclina para sobarle el hombro, deseaba con toda su alma poder materializarse, y abrazarla tan fuerte que su dolor desapareciera, pero no podía hacer nada.

—Steven... el... está... muerto...— chilla ahogándose en cada palabra. — está muerto


—Lo sé mi querida eli... — dice y siente como una pequeña lágrima recorre su mejilla.

Vladimir los observa como ambos se complementan el uno con el otro, por lo que su presencia era innecesaria en aquellos momentos, y desaparecen dejándolos en aquel bosque, donde una parte pequeña de ambos murió en ese momento...

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Todos vestidos de color negro, aquella tradición en respeto a la perdida de la familia. Desde la pelea que tuvo con Anthony Steven no podía ver a los otros ángeles. Aquello por alguna razón le pareció bueno, no quería ningún regaño acerca de su comportamiento.

Ángel  "Un beso silencioso"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora