Capítulo 35: Anna

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Su cuerpo se encontraba tenso, las manos me temblaban de forma incontrolada, quería poder tranquilizarme, pero el mar de preguntas comenzaba a ahogarme lentamente, fijo mi vista en la carretera deseando que todo aquello no fuera verdad.

El novio de Emily conducía de forma violenta, pasando a una velocidad tentadora esquiaba los coches como si condujera en una carrera NASCAR, quizás tanto ellos como yo estaban esperando llegar a un lugar seguro para poder soltar los miles de preguntas que les punzaban interiormente.

—Ann, ¿Estas bien? — pregunta la pelirroja desde el asiento del copiloto, observa con cierta ternura a la susodicha, reflejando en sus ojos la bondad que poseía su corazón. La castaña no había pronunciado palabra alguna desde que subió al coche, el cuerpo inconsciente de David a su lado la tenía algo perturbada.

—¡Estoy bien! — miente, fingiendo una sonrisa regresa su vista al cristal.

—¡Llegaremos pronto! — suelta el novio de su amiga. — estarás a salvo, es un lugar seguro.

—Gracias. — responde ella, y la frase "lugar seguro" resonó en su cerebro.

No existía un lugar seguro para ella, si la mentira de Rojo no había funcionado quizás ahora la estarían buscando los oficiales del reformatorio, sin mencionar aquellos tres sujetos que observo en el hospital, que por más que su mente tratara de reflexionar no encontraba una respuesta concreta a lo que ellos eran.

—David necesita ayuda médica. — expone Emily, lleva su mirada hasta su compañero, y su rostro blanco como marquesina; mostraba a alguien que se estaba deteriorando lentamente, sus labios morados marcando en tonos suaves delineaban una pequeña sonrisa en su rostro, bajo sus parpados la media luna de un tono oscuro mostraban ojeras donde no las tenía, su cuerpo estaba decayendo lentamente.

—Lo está esperando un médico. — canta el joven. —todo está arreglado no se preocupen. —expresó con suma serenidad.

—Llegaremos pronto. — coincide su novia, suelta el volante por un segundo y sujeta su mano, por alguna razón que ella no comprendía todo aquello le recordó a Steven.

Michael, el nombre que mencionó una vez Emily a su novio para indicar el camino según un mapa que andaba en su teléfono celular, aparco el auto justo frente a una cabaña en las afueras del pueblo, después de escuchar tantas veces su apodo de amor, y cariño finalmente podía nombrarlo por su nombre.

—Michael, ayúdame. — indica la ella, haciendo un gesto con el rostro para mover el cuerpo de su mallugado novio. 


—Está bien. — sonríe este y se aproxima a cargar el cuerpo de David hasta el interior de la cabaña, justo en el interior el olor a pino invadió a la castaña, por un momento la nostalgia la reprimió, como si ella hubiera pasado tiempo en aquel lugar que su cerebro no recordaba, pero que su nariz percibía.

—Colóquenlo en la habitación. — señaló una mujer vestida con un overol blanco, siguiendo las órdenes colocaron al muchacho en una cama, después de aquello ella comenzó a examinarlo lenta y cuidadosamente. — ¡Esto es imposible!

Chilló la mujer tan alto que todos la miraron poniendo los ojos en blanco.

—¿Qué sucede? — pregunta la pelirroja y su voz tiembla.

La enfermera hace caso omiso a la pregunta, corre directamente hasta una esquina del cuarto, mueve una maquina cerca de la cama de David, y coloca una mascarilla en el rostro del muchacho, justo después de aquello el pecho del mejor comienza a subir y bajar lentamente, como si respirara por primera vez.

Ángel  "Un beso silencioso"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora