Capítulo 15: Anna

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Observa el techo de la celda por medio segundo antes de ver el rostro de Steven, le ardían los ojos por contener aquellas lagrimas que al final salieron por si solas.

No quería ver el rostro angelical de su acompañante, aún no comprendía; como alguien cuya sonrisa era un pedazo de cielo podía tener aquel desenlace que la vida le había dado.

Se levanta lentamente y él sonríe torciendo el gesto.

—¡Buenos días! cabeza hueca. — expresa.

—¡Buenos días! bueno para nada. — manifiesta ella avanzando hasta la puerta de la celda.

—¿Lista para la acción?

¡¿Lista!? Se pregunta internamente, con un nudo en la garganta que la evitaba tragar, todas las jóvenes del lugar evitaban cualquier confrontación para no acabar en aquella celda de castigo, pero a la menor no le importó, ya que era la única forma de estar junto al moreno sin interrupciones.

Después de su historia un pequeño hilo invisible los unió de alguna forma, coloca su mano rodeando la de la castaña, no había contacto en aquello, pero eso ahora no le importaba, muy dentro en su pecho sentía tranquilidad cuando él la rodeaba.

"Es suficiente para sobrevivir." Dice, pero no emite sonido alguno, simplemente sonríe para darle calidez al momento. La puerta de la celda comienza a abrirse, una de las guardias la observa de pies a cabeza.

—Espero que este tiempo te sirviera para reflexionar. — acusa la robusta mujer al ver el rostro de la castaña, las otras jóvenes de su edad lloraban por salir, incluso pedían nunca estar en aquel lugar, pero Anna parecía muy tranquila.

Caminó junto a la oficial quien le entrega una hoja de papel con unos horarios estrictamente enlistados por horas, el moreno frunce el ceño y mira cada actividad que tenía aquella hoja.

—¿Qué es esto? — pregunta ella alzando la hoja en el aire.

—Es tu vida. — indica la mujer. — tendrás que hacer todas esas actividades día con día hasta finalizar la semana, hoy es lunes. — canta victoriosa, como si se tratara del comienzo de una pesadilla para la menor.

Lunes... repite internamente ella, había confundido los días desde el accidente, después de pasar en el hospital, ver a Evelyn partir a Madrid, y ser acusada de la muerte de una joven, los días pasaban a segundo lugar; como las preocupaciones de la castaña.

—Clases, trabajo, receso, y trabajo. — repetía la oficial, pero Anna estaba inerte en sus pensamientos que no le prestaba atención, la mujer hace un gesto con las manos entre cada espacio de aquellas actividades.

—Puedo estar en las clases, pero no pienso trabajar. — bufa ella. Steven observa a la oficial esperando su reacción.

—No tienes elección, el señor Thomas firmó y ahora tienes que acatar las reglas. — dice mostrando todos y cada uno de sus dientes. — sino lo haces... la correccional será el mínimo de tus problemas.

—¿Está amenazándome?

—Ve a desayunar, y no te metas en problemas o de un mes pasaras a un año. — dice y regresa por una puerta color marrón.

El espíritu sentía la necesidad de golpear aquella mujer, como podía disfrutar hacerles la vida imposible a estas jóvenes, sobre todo a Anna.

¡Un año! Pensó. No podía articular aquello, su vida...su futuro... Siente como la voz de la oficial se convierte en un eco a la distancia.

—No pueden hacer eso, no te preocupes. — la consuela el moreno y siguen su camino hasta el gran comedor.

¡Que comience el espectáculo! suelta mordiendo su lengua, espera como todas la acorralen para que aquella haga con su cuerpo un taller de práctica de tortura.

Ángel  "Un beso silencioso"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora