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20 de Febrero

Saco el palito de la caja y hago lo único que debo hacer: pis. Nunca pensé que me encontraría en esta situación pero es mi única opción al pasar por todos los síntomas después de ese fin de semana. Las nauseas y mareos no cesan y la verdad es que ya no se como ocultarlo.

Los siguientes 3 minutos los siento como horas sin poder dejar de hacerme ideas ¿un bebe con 16? pero el sonido del reloj me saca de mis pensamientos para después tomar la prueba de embarazo.

Dos rayitas rosadas.

Mis ojos se llenan de lágrimas al darme cuenta de lo que significa el resultado ¿que voy a hacer con un bebé? tengo dieciséis años y el padre ni siquiera es mi novio pero lo que estoy segura es que tendré a este bebé y lo amaré. Me acuesto en mi cama para calmarme por lo menos un poco aunque obviamente hace el efecto contrario. ¿cómo le iré a mis padres? o mejor dicho ¿cómo le diré a él?

Tomo el móvil y miro las fotos que me tome con él en el concierto, la cena y hasta una indecente en el hotel. ¿lo llamo? se que tiene el derecho a saber que tendrá un hijo pero no tengo ni idea de como decírselo, es decir, ¿me creería por lo menos? no me puedo ni imaginar todas las mujeres que fingen estar embarazada de él y lo menos que quisiera es que me tomaran como una mentirosa aunque, cuando lo conocí, no era para nada así. Tal vez el abogado de mi padre lo pueda llamar...

-Nina- la voz de mi madre interrumpe mis pensamientos- Nina abre la puerta- corro al baño y me lavo la cara a tiempo récord para luego abrir la puerta.

Cuando abro la puerta me encuentro a Nadia quien está esta vestida con un impecable vestido blanco con su cabello rubio perfectamente recogido en una coleta haciendo resaltar sus ojos azules que me miran con desaprobación de pies a cabeza debido a mi vestimenta; un short de pijama gris y una camiseta negra de mi banda favorita.

-Tu padre y yo iremos a cenar con los Gray- ya se a donde va esto- ¿No quieres ir? así estarás con Mason.

Mason es el hijo mayor y prodigio de los Gray, una familia amiga e igual de falsa que la mía; desde pequeños nos tratan de emparejar sin, obviamente, tener éxito porque somos mas que mejores amigos; hermanos.

-Prefiero quedarme estudiando- voltea los ojos y se va por las escaleras de caracol.

Mi madre y yo tenemos dos puntos de vista completamente distintos sobre los estudios y el dinero. Ella piensa que solo necesito estudiar en la escuela para conseguirme un buen marido y que él me mantenga mientras que yo quiero ir a la universidad, graduarme, tener un buen trabajo, mantenerme a mi misma y entonces casarme con quien yo quiera. No voy a estudiar un viernes por la noche, pero me gusta molestar a Nadia con eso y que no quiero ver a los padres de Mason.

Cuando oigo el portón abrir y cerrar, bajo a la primera planta hasta los estantes del bar que tiene mi padre. Veo pensativa mis múltiples opciones hasta que me decido por tequila.

Subo de vuelta y cuando me dispongo a abrir la botella, recuerdo que tengo un ser dentro de mí.

Mierda. Necesito otra manera de olvidarme de mi vida ahora si quiero cuidar del bebé. Me acuesto y miro al techo por lo que parecen horas sintiendo como la botella me guiña el ojo. Un traguito no le hará daño a nadie ¿verdad? pero se me va la cuenta hasta que me encuentro llorando descontroladamente en el piso mi habitación con un botella de tequila por la mitad en las piernas.

-Eres hermoso. Te odio- digo mirando las fotos- Por lo menos mi bebé tendrá buenos genes.

No soy consciente de lo que hago, como si mis manos no le hicieran caso a mi cerebro y no se como termino en la lista de contactos, específicamente en el número de Maluma.

-¿Aló?- su voz adormilada me causa gracia aunque a decir verdad, suena extremadamente sexy.

Rompo en llanto una vez mas pero esta vez de una manera mucho mas escandalosa.

-¿Quién es? ¿está bien?

-¡Ni me recuerdas!- ahora, mas que antes, me veo criando a mi bebé sola- ¿Además de embarazarme no te acuerdas de mi?

-Espera...¿Nina?

El alcohol abandona mi cuerpo y me enfrento a las consecuencias de haberme emborrachado.

-Si..- escuchar su voz ronca decir mi nombre me hace recordar el Juan Luis que conocí hace un mes.

-Estas... es decir... ¿estas embarazada?

La línea se queda en silencio, yo me quedo en silencio; escuchar su voz decirlo es como un bote de agua fría que no ayuda para nada en este momento. Un sollozo se me escapa y oigo como Maluma suspira.

-No te quería despertar, estaba borracha y no sabia lo que hacia...

-¡¿Estabas tomando?!- me interrumpe- Lo siento, no quise sonar tan duro.

Hace un mes ni me imaginaba que esto seria capaz de pasarme, ni siquiera imaginaba que nos acostaríamos o hasta conocernos y ahora es tan real que asusta.

-Háblame Nina. Por favor- su voz se rompe- Me estoy preocupando.

-Te acabas de enterar- volteo los ojos.

-Pero igual me preocupo y solo me has dicho "estoy embarazada"- me toco el vientre como un instinto sin poder creer que se lo esté tomando tan bien.

-Me enteré hace unas horas y ni he ido al doctor, podría ser una falsa alarma.

-Esta semana la tengo libre- escucho atentamente- ¿que te parece si voy Miami, hablamos, vamos al doctor y hasta te puedo acompañar a decirles tu padres.

-¿Cómo es que estas tan calmado?

-Todavía estoy un poco dormido- suelta una risita- Me gustan los niños Nina. Así que ¿te parece?

-Me parece- sonrío.

-Estaré allá mas o menos a las 12; me puedes buscar al aeropuerto si quieres.

-Nos vemos mañana Maluma.

-Nos vemos Nina. Y no me llames Maluma si no quieres.

Le tranco cuando no escucho nada pasados 5 segundos. Fue mucho mas fácil de lo que pensé a decir verdad pero igualmente es un poco incomodo.

Por alguna razón tengo ansiedad de que sea mañana... lo quiero ver. Embarazada o no de Juan Luis, siempre significará algo para mi ya que es el primer chico con el que estuve pero decido dejar de pensar en todo esto limpiando el pequeño desastre que hice.

Mi Pequeño Gigante 1 (MALUMA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora