21 de Febrero
Me despierto con un dolor de cabeza para morirse y camino hacia el otro lado de mi habitación para entrar a mi baño. Maldigo mentalmente cuando la luz hace que cierre mis ojos gracias a los grandes espejos ¿porque tengo que estar obsesionada con los espejos? en fin, después de terminar en el baño salgo de mi habitación, bajo al primer piso escalera y llego a mi lugar favorito de la mansión; la cocina.
-NINA- mi nana exclama en cuanto entro-¿Estas bien?- me mira preocupada- Tienes cara de enferma y parecieras que no comieras desde hace semanas.
-Tranquilízate nana- si supiera.
Se que no cree que estoy bien pero por suerte lo deja hasta ahí, lo menos que quiero es que se enteren antes de que vaya al doctor. Me sirve el desayuno y como distrayendola cada vez que me mira fijamente hasta que veo el reloj y me levanto, le doy un beso en la mejilla y con una tostada en la mano salgo corriendo.
-¿Que pasa?- grita cuando ya estoy en el tercer piso pero no le respondo, necesito llegar a tiempo.
En veinte minutos cambio mi pijama por un jean blanco roto, una camiseta negra y unos de mis zapatos favoritos negros con la punta dorada. Para cuando llego al auto son las 11:30, lo que significa que tardo media hora cambiarme de ropa y arreglarme. Creo que nunca lo había hecho en tan poco tiempo.
Al llegar al aeropuerto paso a la zona donde aterrizan los jets privados y espero quince minutos hasta que un jet con la bandera de Colombia llega a la pista. Después de otros diez minutos, salen lo que parecen dos guardaespaldas, el corista y otro guardaespaldas mas hasta que Maluma sale con un mono y sweater negros a juego mas unos clásicos lentes de aviador, un gorro también negro y unos tenis dorados; baja la escalera justo cuando uno de sus hombres se me acerca con mala cara.
-Disculpe señorita pero esto no es lugar para periodistas ni fans- habla duro haciendo que todos lo que están de pie de la escalera se me queden mirando como una intrusa- Así que le tendré que pedir que se vaya.
Lo miro molesta ¿quien se cree para hablarme así?
-Vengo a buscar a Maluma- escupo mis palabras dejándole claro que no me iré hasta tener lo que quiera.
-Si claro. Y yo soy una famosa bailarina de ballet.
Me canso de su actitud y piso el acelerador pero antes de llegar a la escalera tiro del freno de mano derrapando a la perfección. Todos e incluso el gigante me miran con la boca abierta mientras Maluma se monta en el asiento del copiloto todavía sorprendido.
-Te molestase eh- escucho su risa antes de girarme y verlo, le sonrío.
-Lo siento creo que son las hormonas- baja la cabeza como si fuera culpable de algo y yo solo salgo de ahí y entro a la autopista principal en un silencio un tanto incomodo por lo que prendo la radio pero la pagado al segundo al escuchar de quien es la canción: de él.
Así que no me queda de otra.
-¿Cómo estuvo el vuelo?- esta terriblemente sexy con el brazo recostado a la puerta y eso no me ayuda a concentrarme.
-Bueno, supongo que bien por que dormí todo el trayecto- me mira- No pude dormir anoche.
-Te juro que no te quería despertar...- pero me interrumpe antes de que pueda terminar de disculparme.
-Tranquila. Me la pase despierto fue leyendo cosas de embarazos- me sonrojo- Y lo primero que dice es NADA de alcohol y no manejar. Por cierto lindo coche.
-Gracias- la Range Rover fue uno de mis regalos de dieciséis -¿A dónde vamos?- miro a mi alrededor sin saber a donde he estado conduciendo por los últimos cinco minutos.
-Cruza aquí a la derecha- después de seguir sus direcciones, estaciono mi auto en un estacionamiento vacío de un pequeño y casero restaurante que parece colombiano.
El interior es de madera aunque unos un poco mas claros que otros pero igual acogedor, tiene nuevas y viejas camisas de su selección nacional así como la bandera colgando del techo y nos sentamos en una de las mesas en silencio en la ventana hasta que un mesonero aparece rompiendo el silencio.
-¿Maluma?- su cara de vuelve roja y Maluma lo único que hace es sonreírle como si le estuviera transmitiendo confianza.
Después de que les tomo una foto y que el joven le platicara de como ama sus canciones, toma nuestro pedido y se pierde al entrar en una puerta.
-Lamento si te incomodé- niego con la cabeza y examino su cara; los pequeños lunares que su corta barba oculta, la cicatriz en su pómulo derecho... pero mis pensamientos se extinguen por unas terribles ganas de vomitar. Oh no.
-¿El baño?- me señala un puerta al final de y salgo corriendo con la mano en la boca.
Devuelvo todo mi desayuno y siento como alguien me acaricia con la mano la espalda y con la otra me sujeta el cabello. Tenerlo aquí conmigo, hace que mi corazón de un brinco porque desde que los síntomas empezaron he estado sola. Al terminar Juan Luis me ayuda a levantar, me enjuago la cara pero no puedo mas y me dejo llevar por las emociones y una que otra hormona femenina.
Me abraza por la espalda y me levanta la cara haciendo que nos mire en el espejo.
-Mírate. Hermosa y fuerte y esto- mete su mano en mis jeans para tocar mi vientre- Nuestro bebé. Saldremos adelante confía en mi- mas lagrimas salen.
-¿Por qué eres tan bueno conmigo?- me volteo quedando así cara a cara- Lo normal sería que me hubieses mandado a la mierda.
-¿Quieres que te mande a la mierda? por que no soy bueno mandando a la gente a la mierda.
Hace una mueca graciosa de disgusto y así de rápido paso de llorar a reír gracias a él.
-Se supone que me tienes que dejar llorar- le doy un toque suave en el pecho fingiendo que estoy molesta.
-¿Tú no sabes que en los cuentos el príncipe hace todo para que la princesa no llore?- me acaricia la mejilla- Se que no nos conocemos pero créeme que no dejare que nada les pase.
Y con eso ultimo salimos del baño para encontrarnos con lo que pedimos ya en la mesa el cual ambos terminamos entre risas mucho menos incomodo que el silencio.
-¿Qué te parece si vamos mañana a la clínica?- ofrece- Es el día mas cercano que tengo totalmente libre y no quisiera ir apresurado por alguna reunión.
-No tengo problema, solo tendré que encontrar una doctora.
-Lo mejor para ti y el bebé.
Después de almorzar lo dejo en un studio no muy lejos de mi casa a la cual regreso a mi casa encontrándome a mi madre rodeada de vestidos de diseñador.
-¿Qué se supone que haces?
-Tenemos una gala en dos semanas- dice mientras toma un vestido Dior talla cero.
Bajo la mirada a mi vientre sin poder dejar de pensar en que no entraré en un vestido talla cero en dos semanas.
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Mi Pequeño Gigante 1 (MALUMA)
FanfictionNina lo ha tenido todo en la vida; desde la mejor ropa hasta el chico mas sexy de la ciudad. Por lo que nunca pensó fue que Maluma le diera lo que le faltaba... y no algo material exactamente. Después de un mes de haber pasado una noche apasionada...