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6 de Julio

-¡Medallo!- grita Juan desde la cima de la escalera del jet- Dime que no te encanta- sonríe cuando me ve riéndome de él desde el pie de la escalera.

-Me encantas tú- aunque el hecho de ser su novia no hace que nuestra relación cambie, me hace sentir especial cada vez que me dice te amo o hace algo por mi- Ya deja el show, deja eso para los conciertos.

-Eres mala mamacita- me da un beso en la comisura de los labios.

Nos montamos en una de las cuatro camionetas negras las cuales están llenas de guardaespaldas y nos encaminamos seguidos por ellos a la casa de Marlli.

Cuando salimos del aeropuerto, siento movimientos en mi vientre y por un momento me asusto hasta que me doy cuenta de lo que son; patadas.

-¿Quieres sentir algo hermoso?- le pregunto a mi novio y le tomo la mano que tiene posada en la palanca mientras que con la otra maneja.

-Tu piel es hermosa- me trata de agarrar la mano porque creo que piensa que se la quiero tomar pero se la abro posándola sobre mi vientre esperando que alguno de los mellizos se mueva- ¿Qué...? ¡Patadas!- grita emocionado.

Se mete rápidamente al estacionamiento de lo que parece una farmacia para poder prestar total atención en mi vientre.

-¿Duele?- niego con la cabeza- Esto es tan emocionante- me sonríe- Lo siento- se sonroja un poco.

-Perdón por arruinar este momento, pero tengo hambre- hago un puchero- Te diré cuando se vuelvan a mover, tu madre se volverá loca cuando lo sepa.

-¿Con que no lo hace?- los dos nos carcajeamos.

All legar a la casa de la madre de Juan, todos nos esperan en la puerta incluyendo a Yudy con su esposo y Romeo y Apolo. Todos nos saludamos, entramos a la casa y nos sentamos en el comedor que hace que se me haga agua la boca por toda la comida que hay en la mesa.

-Tengo algo que mostrarles- dice Juan emocionado haciéndome levantar de la silla- Mamá pon tu mano en el vientre de Nina- y justo cuando lo hace se mueven.

-¡Qué hermosos!- se le aguan los ojos y se levanta a abrazarme- No sabes lo feliz que estamos de que estés aquí después de todo lo que ha pasado- me toma de las manos.

-Ustedes saben que se convirtieron en una familia para mi- digo mirándoles a todos en la mesa.

Terminamos de almorzar así que empezamos a platicar de diferentes cosas hasta que Apolo se despierta de su siesta y no para de llorar hasta que lo tomo en brazos. Sonrío mientras lo muevo entre mis brazos viendo como se parece a Juan, espero que el bebé se parezca tanto a Juan como el pequeño que tengo en mis brazos.

-Te ves hermosa con un bebé en brazos- me susurra Juan sin que nadie escuche- Unos años despues de que nazcan los mellizos podemos tener mas- abro los ojos- Disfrutaría hacerlos.

-Apolo controla a tu primo- digo sarcásticamente mirando al bebe en mis brazos- Te amo.

-Yo mas princesa- me besa en los labios y escucho como las mujeres de su familia nos dicen aww haciéndome sonrojar.

Pasamos el rato hablando de todo un poco hasta decidimos irnos a la casa. Marlli no para de decirme lo mucho que agradece que agrede que haya llegado a la vida de su hijo y que dentro de unos meses tendré a sus nietos ampliando la familia.

-Gracias por recibirme en la familia- le digo cuando me despido de la madre de mi novio- Y ahora que pasaremos un tiempo en Medellín espero pasar mas tiempo con ustedes.

Juan me toma de las mano y caminamos a la camioneta donde nos subimos. Empieza a conducir sin dejar de acariciar mi vientre con su mano libre haciendo que los mellizos se muevan de vez en cuando.

Cuando llegamos a "nuestra" casa como le gusta llamarle mi novio, una chica de lo que parece la edad de Juan está sentada junto a la puerta.  Es morena, con cabello oscuro y ojos miel, de piernas largas pero lo que más me llama la atención es su vientre el cual me parece de unos 8 o 9 meses.

-¿Se te ofrece algo?- le pregunta Juan apretándome la mano.

-Maluma- exclama- Te tienes que acordar de mí, después de la grandiosa noche que pasamos...- lo peor es que lo dice en forma de coqueteo.

-¿De qué hablas?- pero es muy tarde; conecto los puntos... no puede ser, ¿primero lo de la amante y ahora esto?

Veo la expresión de Juan y como poco a poco parece reconocerla. El agarre de nuestras manos se va, poco a poco, haciendo mas débil y puedo ver lo pálido que está.

-¿No ves mi vientre?- se pasa las manos acariciándolo- Fruto de esa noche...- dice mirándome con una sonrisa cínica y ojos retadores.

Mis ojos no aguantan las lagrimas y simplemente camino lo mas rápido que puedo ya que no puedo correr y me encierro en la habitación que comparto con Juan.

No puede ser, simplemente no puede ser.

No usó protección contigo, ¿por que no pasaría lo mismo con ella? me recuerda mi subconsciente pero la verdad es que no quiero que haya pasado lo mismo con ella.

Mis pensamientos son interrumpidos cuando la puerta se abre y entra un aún mas pálido Juan. Se sienta a mi lado, pero simplemente me muevo para alejarme de él.

-Nina...- me seco las lagrimas pero siguen saliendo mas.

-Por favor dime que no crees que sea verdad- le interrumpo rogándole- Por favor...

-Dime que me seguirás amando- y al ver que no le contesto, asiente con la cabeza y un lágrima rueda por su mejilla- ¡Mierda!- toma la lámpara de una de las mesas de noche y la lanza a la pared.

Esto no nos puede estar pasando.

Mi Pequeño Gigante 1 (MALUMA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora