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3 de Marzo

Me levanto por mis ganas de vomitar pero cuando termino no tengo mas ganas de dormir; son las 11:00am, hora de levantarse y hablar con Juan a quien encuentro comiendo con su teléfono. Me sirvo comida y me siento a su lado sin importarme la tensión en el aire.

-Llamé a mis abuelas- dice rompiendo el silencio- Y acabo de terminar de hablar con mi tía y Romeo. Ayer le conté a Santiago y está buscando una entrevista.

-No lo hagas- me mira- Juan Luis no lo hagas si no quieres. Fue un poco desconsiderado haberte dicho  que hagas eso y tienes razón, entiendo...

-No Nina, tienes razón- dice interrumpiéndome- No me debería herir lo que diga la gente por que al final los tengo a ustedes y se que no soy nada de lo que digan ellos.

-¿En serio lo quieres hacer?- asiente sonriéndome.

-Quiero que vayas a la entrevista conmigo. Quiero que estés a mi lado- me toma la mano- Después que me dijiste que te podrías ir y yo no seria parte de sus vidas me sentí del asco, cuando dijiste lo de mi familia me sentí un mal agradecido.

-Sabes que estaba molesta y las hormonas hacen que mis emociones se multipliquen por mil, nunca quisiera que no fueras parte de la vida de los mellizos.

-¿Todo bien?- me pregunta.

-Todo bien- le sonrío y le abrazo- Por cierto... ¿que te dijeron tu familia?

- Pues Yudy quiere conocerte y por suerte esta aquí en Medellin y mis abuelas también te quieren conocer- me separo de él- Mi tía quiera venir hoy pero si no quieres le puedo decir que otro día, pero yo si tengo que hablar personalmente con un Romeo, no creo que haya entendido nada de lo que le dije- se ríe.

-Hoy está perfecto.

-Pues hoy será. Deja que la llame- y se levanta.

-Juan... también te quería hablar sobre nosotros- me sonrojo- No nos conocemos y no quiero empezar algo que ninguno de los dos sabe si va a terminar bien porque va a perjudicar a nuestros bebés.

Juan toma mis manos entre las suyas.

-Tienes toda la razón y lo menos que quiero es que nuestros hijos sufran en un futuro pero yo no puedo ignorar lo que siento por mi- mirarlo a los ojos mientras me habla así literalmente me derrite, por lo que trato de calmarme internamente- Pero aceptaré tomarlo con calma por ti, por los bebés hasta que estés lista.

Le doy un beso en la mejilla suspiro sabiendo que todo está bien entre los dos. Subimos juntos y vamos a nuestras habitaciones a bañarnos y me preparo. Juan me avisa que Yudy está en camino a la casa con Romeo y Apolo. Veinte minutos después el timbre suela y mis servios se ponen de punta.

-¡Nina!- me llama Juan desde abajo y camino por la escalera lentamente hasta llegar a la sala donde están los cuatros- Pequeños, tía; ella es Nina.

-Un placer- le extiendo la mando a Yudy con una sonrisa tímida quien me la toma sonriendo también.

-¿Es verdad lo que dijo Juan? que tienes dos bebes en tu barriga- me pregunta Romeo- Yo soy Romeo y él es mi hermano Apolo- me sonríe.

Nos sentamos en los sofás pero Apolo trepa en los brazos de su madre hasta que llega al piso y gatea hacia mi para que lo cargue.

-Parece que le caes bien- apunta Juan pasándome su brazo por los hombros.

-¿Como te has sentido?- me pregunta Yudy.

-De lo que mas sufro son mareos.

-Horribles ¿no?- ríe- Pero créeme, luego vale la pena- le besa la frente a su hijo mayor.

Pasamos la tarde conociéndonos y la verdad es que Yudy entra en mis top diez de personas favoritas, me encantada su estilo de vida y actitud. Pasare mucho tiempo con ella. Cuando nos estamos despidiendo, le entrego a Yudy el dormido de Apolo quien lloraba cada vez que alguien lo trataba de tomar de mis brazos.

-Le queda bien- le susurra Juan a su tía al oído pero lo suficientemente alto para que lo oiga y mi corazón de un vuelco.


Mi Pequeño Gigante 1 (MALUMA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora