POLES APART [Kellin Quinn]

Capítulo #10 La duda.

Casi todo el camino nos la pasamos en silencio, Kellin centrado en el camino y yo perdida mirando por la ventana, sé que de reojo me miraba, lo podía sentir, pero no estaba dispuesta a comenzar la conversación.

Se detuvo a casi tres cuadras de mi casa,-Aquí yo no vivo- lo miré confundida.

-Lo sé. - apretó el volante haciendo que sus nudillos enrojecieran.

Volteé mi mirada de nuevo hacía la ventana -¿Cómo conoces a Paula?- solte, no podía quedarme con la duda, alfin y al cabo había subido solo por eso.

-Es amiga de mi hermana.

Voltee asombrada, pensé que me diría que la había conocido en alguna fiesta o algo ya que últimamente Paula estaba muy rebelde y todo eso.

-¿Del colegio?

-Sí, creo que son una especie de best friends- rodó los ojos divertido mientras que yo me mordía la lengua para no reír a su lado.

-¿Y eso qué? ¿Andas espiando por donde vive mi hermana o qué cosa?

-¡Qué! No- juntó las cejas - Hoy Ximena, mi hermana, me pidió que pasara por Paula para llevarlas juntas al colegio.

-Yo no te vi.

-Paula me dijo que su hermana mayor estaba dormida porqué la noche anterior se había ido de putas.

-¡¿Qué!? Como pudo decir eso- me acomode frustrada un mechón de cabello que caía en mi rostro.

Kellin se hundió de hombros con una mirada divertida.

Rode los ojos,-Bueno eso era todo lo que quería saber, gracias por traerme hasta aquí- abrí la puerta del auto para salir.

-¿¡Qué!? Oye no te vallas- me detuvo agarrando de mi brazo.

Miré mi brazo y luego lo miré a él.

-Kellin ¿que pretendes? ¿Ya olvidaste que hasta hace poco me odiabas?- dije irritada por su actitud que me confundía.

Parece qué se dio cuenta de lo que hacía porque me soltó.-Nunca te he odiado.

-No sé a qué viene todo esto, pero sinceramente no me interesa, solo aléjate de mí, estás demente.

- ¿Vic te ha hecho algo?- preguntó obviando lo que yo le había dicho segundos antes.

- ¡¿Qué?! ¿Cómo qué?- lo miré atenta.

-No lo sé, - miró hacia la calle- ¿te está enamorando?

Creó que si hubiese tenido comida en la boca lo hubiese tirado todo en su cara por la burrada que estaba diciendo.

- ¿Estás loco? Él aparte de Justin son las únicas personas que me caen y me tratan bien.

-Justin está bien, es solo qué Vic...

- ¡Vic no tiene nada que ver aquí! - lo interrumpí- ¿qué cosa tratas de decir?.

-No lo entenderías yo también soy el culpable. - pasó sus dos manos por su rostro.

- ¿No entendería que?- se me quedó mirando a los ojos por unos segundos para luego prender nuevamente el motor.

-Cierra la puerta, te dejaré en casa.

-Yo puedo ir sola.

- ¡Vamos ciérrala Allison!

Aaaarrgh

Si quería sacármelo de encima tenía que ceder. Cerré la puerta de golpe y me crucé de brazos mientras que él pasaba esas tres cuadras restantes.

Se estacionó en la esquina de mi casa y volvió a pagar el motor.

Por fin habíamos llegado y antes de irme tenía que sacarme una duda de encima. -¿Por qué me besaste?.

Kellin volteó a mirarme con unos ojos como plato. Un movimiento vibrante empezó a incomodarme en la mochila y mientras esperaba su respuesta saqué mi móvil del bolsillo superior de mi mochila. Desbloquee la pantalla y la llamada entrante era desde el número de Camila.

Kellin seguía en silencio, con la mirada perdida ubicada hacía la ventana de adelante.

-Hola Cami.

-Alli, ¿cómo estás? me quedé preocupadísima por ti ¿qué te dijo el decano?

-Ay amiga, gracias por eso, pero al final el decano no estaba y me fui normal.

-Menos mal, pero los profes que tenemos están re locos, el tipo ese será guapo pero es más renegón que mi abuelo- reímos.

Kellin seguía ahí, pero esta vez estaba escribiéndole a alguien por su celular.

- ¿Ahora dónde estás Alli?

-Eeeeh, ah en casa.

-Vale, mañana llega temprano te contaré quién me gusta con detalle y todo.

- ¡Sí! Te la tenías bien escondido, bueno ya nos vemos mañana, bye. - colgué y bloquee la pantalla de mi piedra móvil.

-Allison tengo cosas que hacer, estoy apurado - dijo por fin Kellin, con un tono serio y una mirada fría.

Otra vez, sus cambios, su frialdad.

Bueno tampoco es que espere mucho de él, pero necesitaba saber por qué y al parecer no estaba dispuesto a responder.

Alcé una ceja en defensa, - bien.

Si quería estar así pues así serían las cosas.

Abrí la puerta de mi lado y baje sin más, no me detuvo, no me pidió nada. Cerré la puerta di unos cuantos pasos y cuando voltee a mirar él ya arrancaba, se fue mucho más rápido de lo qué pensaba. Seguro y se largaba para verse con ese tipo de chicas fáciles que él acostumbraba.

Kellin:

¿Por qué habiendo tantas, escogía a la menos indicada?

Su voz tan suave y su mirada tan ingenua tenían la duda de "porqué la había besado".

¿Es enserio?

Creo que ni yo mismo soy consciente de las cosas que a veces hago.

Para mi favor recibió una llamada... sus dudas venían a ser también las mías.

Hasta yo quiero saber ¿por qué coño la ando besando? No es mi tipo.

Voltee a verla y estaba ahí hablando y sonriendo por el teléfono. No, no es mi tipo, para nada, ella es tan sutil y recatada, yo acostumbro a salir siempre con las populares, sexys y exhibicionistas.

Recibí un mensaje y cuando vi era de Ximena.

Hijo de puta, ¡¿dónde metiste mi secador de cabello?!

Reí por dentro, la manera en la que ella y yo nos hablábamos siempre era amorosa y sincera.

Recuerda que también es tu madre niñita estúpida. Y no es "tú secador" porque recuerda que yo pague la mitad. Lo puse en mi cama (debajo de toda la ropa que está ahí amontonada).

Conociendo como conozco a mi hermana lo mejor era que fuera a casa lo más pronto posible pues si no, era capaz de destruir toda mi habitación y sobre todo porque su secador de cabello no estaba "en la cama debajo de la ropa", la verdad no tenía ni puta idea de donde lo había dejado en esta mañana, ya que a veces la uso para que mi cabello no esté tan mojado.

Cuando vi que por fin había acabado de hablar la volví a mirar -Allison tengo cosas que hacer, estoy apurado - le dije, recordando su pregunta y recordando que ni yo mismo tenía una jodida respuesta.

Le hablé seco y serio pues lo único que quería era no estar ahí, con ella, respirando el mismo aire, teniéndola tan cerca y a la vez tan jodidamente lejos.

Alzó una ceja y respondió tan solo con un "bien" no era realmente la respuesta que esperaba, pero así estaba bien. A penas puso los pies en el suelo arranqué prometiéndome a mí mismo jamás volverla a buscar.