Capítulo #43

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Me suelto de un tirón y lo miro fijamente — ¡Tú no eres nadie para hacerme eso!


— ¡Vámonos!


Lo miro a los ojos y sonrío sarcásticamente —Pues que pena, quiero quedarme a verlo


— ¿Acaso te das cuenta de cómo te estas comportando?— me agarra del brazo y literalmente me arrastra fuera del pasillo — ¡¿Quién te ha dado de tomar?!


Hemos llegado a la sala de espera y todos nos miran de manera sospechosa, sé que han escuchado lo que Kellin me ha preguntado y almenos así me doy cuenta de que el alcohol se me está esfumando cuando siento mis mejillas arder por la vergüenza.

A penas se dio cuenta de mi estado me sacó a rastras de la habitación.

No respondo a su pregunta y como respuesta solo camino más rápido para zafar de ese incomodo lugar, llego hasta las escaleras de emergencia y sé que justo ahora bajar por ahí es una buena idea. Él sigue mi paso y me detiene a la mitad de un escalón haciendo que por poco caiga rodando por tantas escaleras.

Kellin me sostiene del brazo y puedo sentir como si botara fuego por sus ojos, está molesto y enserio no entiendo por qué tanta gravedad al caso.

— Ya veo tu gran "quehacer" — lleva la voz cargada de sarcasmo y una mirada retadora.


Blanqueo los ojos y me suelto de manera delicada de su mano —Necesito irme a casa, no tengo tiempo para esto


— ¡Ah! — Agita su cabello para un lado y junta sus manos como si estuviera rezando — Resulta que ahora te irás ¡cuando hace un segundo querías quedarte con Vic!


—Joder Kellin ¡solo déjame en paz! ¿¡Cómo le haces para aparecer por todos lados siempre!? — Kellin tensa su mandíbula y une sus labios en una línea recta. Me doy media vuelta y bajo las escaleras a paso presuroso.


— ¡¿Eres tonta?! — Grita atrás de mí y me sigue el paso — Has venido al principal lugar en donde yo podía estar. ¡Yo no me meto en todos lados! — No le hago caso y sigo bajando — ¡Joder Allison! — Tira de mi brazo y me voltea de manera brusca, me observa a los ojos violentamente y nuestra respiración es tan pesada que un calor tremendo me empieza a invadir — ¡Tú te has metido en mi vida! ¡Estás en mi mente todas las putas horas del día! ¿¡Cómo tú le haces para aparecer por todos lados siempre!? — su respiración es agitada y yo lo observo tan atónita como el me observa a mí, creo que no planeaba decirme esas cosas –y aunque lo haya hecho, no le creo nada-.


— ¡¿Cómo te atreves a mentirme?! ¡¿Qué te sucede?! — lo empujo y bajo más rápido que antes hasta llegar a la puerta del estacionamiento. Kellin me ha llamado un par de veces, pero no le hago caso. Abro la puerta de golpe y –literalmente- corro hacia mi auto aguantando las estúpidas lagrimas amenazantes.


Pero Kellin es más rápido que yo y cuando quiero sacar las llaves de mi auto miro hacia mi supuesta cartera que debería estar colgada en mi hombro, pero no lo está. Kellin a unos pasos de mí balancea mi cartera de un lado al otro. Mierda.


— ¡Dámela! — le grito y parecemos una estúpida pareja de esposos en su primera dramática pelea.

POLES APART [Kellin Quinn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora