Capítulo #38

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[Y se enamoró como se enamoran siempre las mujeres inteligentes: como una idiota.]




Ariel y yo terminamos almorzando en el centro, en un restaurante rustico de mariscos. Le cuento algunas cosas de las que sucedieron en el campamento y nos reímos como locas, yo al recordar lo ebrio que andaba Jessie, Justin y Nick, y ella al escucharme.

De regreso a casa, lio con mis pensamientos y no estoy segura si ir a la casa de Kellin para entregarle el guion o no, pero es un trabajo y a duras asperezas debo de ir hasta allá.


Estaciono en su casa y por suerte si hay personas en ella, ya que las luces están prendidas. Agarro el guion y rezo para que él no esté y me reciba otra persona.

Toco el timbre dos veces y espero unos minutos mientras que alguien se acerca a abrir — ¡Hola! — genial. La mamá de Kellin me abre la puerta con un tono feliz y una sonrisa de oreja a oreja — ¿Buscas a Kellin? — pregunta y finjo una agradable sonrisa asintiendo.

—Creo que está por salir, pero puedes subir, está en su habitación — dice, sorprendiéndome mucho la libertad con la que me trata, sé que tengo las mejillas rojas, pero no me queda de otra que subir hasta la habitación de Kellin


Pero al subir me topo con muchas habitaciones, tres a cada lado y ya me da vergüenza bajar y preguntar en cuál de todas podría estar él, así que estoy considerando dejar el guion en una mesita que está a junto a un florero al lado del pasillo hasta que escucho una música ruidosa proveniente de unas de las habitaciones del lado derecho. 


Confirmo mi hipótesis de que es él por que escucho que la música es demasiado rockera para mi gusto. Me acerco a paso lento y cada vez que estoy más cerca puedo ir la voz de él cantando en inglés, me causa gracia escucharlo cantar y no puedo negar de que lo hace muy bien.


Me doy ánimos mentalmente y tocó tímidamente la puerta de la habitación del fondo, parece que no me escucha por la bulla que hay dentro, así que intento nuevamente y la puerta se abre luego de unos minutos en los que Kellin le baja el volumen a su peculiar gusto musical.

Me mira claramente sorprendido y con el ceño ligeramente fruncido— ¿Qué demonios?

—Hola — me hundo de hombros y se me cortan las palabras


— ¿Qué haces aquí? — sé que está molesto, lo puedo notar en su dura mirada —Esta no es la casa de Vic — espeta sin dejarme contestar.

Levanto las cejas, estoy sorprendida de que me diga eso, yo soy la que debería de estar en ese plan — Te he traído el guion— le extiendo los papeles— grabaremos en dos días, así que tenemos que ensayar — frunzo lo las labios al mismo tiempo en el que él pone los ojos en blanco

—Joder — se revolotea el cabello mojado y se pone a un lado abriendo un poco más la puerta de su cuarto — Pasa — me observa, dudo, pero al fin entro


La música está a bajo volumen de fondo, las paredes de su habitación son blancas, tiene un estéreo a un lado, una amplia ventana junto a su cama, que por cierto tiene las sábanas negras dándole un toque interesante a su habitación, un plasma frente a su cama y hay una puerta al fondo y creo que es su baño.

También pasa cerrando la puerta atrás de él y se sienta en el colchón agarrando su laptop, la abre y se concentra en ella dejándome de lado, yo sigo parada ahí observando como una tonta — Ya me voy, he venido a dejártelo — lo observo, pero sigue sin mirarme, su mirada está fija en la pantalla de esa jodida laptop y me irrita la forma en la que me ignora. 

POLES APART [Kellin Quinn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora