Capítulo #8 ¡AUUH!

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Kellin.

Tenía a Aisha pegada a mi lado, la noche anterior habíamos estado juntos y hoy por la mañana no tenía ni puta idea de como sacármela de encima.

Después de mi primera clase del día, el decano me llamo con urgencia, me dio el sermón de mi vida acusando a mis amigos y a mi el hecho de que habíamos estado consumiendo drogas en la universidad y aunque le jure hasta por mi familia de que eso era mentira, no me creyó.

Cuando me reuní con los chicos estaba echando humo ya que suponía que uno de ellos ya la había cagado. Mientras conversaba con ellos todo iba normal hasta que habló Justin y mi mirada chocó con la de Allison.

No sé que me iba ocurriendo últimamente, esa chica con su ingenua y desentendida mirada se había metido en mi piel, en mis poros y en cada partícula de mi cuerpo, se estaba volviendo jodidamente extraño, ni siquiera yo la había tratado bien como para que algo en ella despertara un cierto interés en mi, pero cada vez que la veía algo en mi se encendía.

Justin sin sospechar nada, al igual que todos, me la presentó y como lo mio es no levantar sospechas le sonreí como tal. Como era de esperarse huyó.

No tenia ni ganas, ni tiempo para niñerías así que sin más continué con lo mio y con los chicos, nadie notó nada raro, nadie cuestionó el porqué de "su huida" nadie excepto Justin, pero era de esperarse ya que en estos últimos días se había vuelto muy amigo de ella, en fin.

Al rato Vic dijo que tenía cosas que hacer y se marchó, me quedé con los demás hablando de trivialidades y cosas excitantes, sí, se pusieron a hablar de sexo y cosas así. Empezaron a contar sus fantasiosas historias, mientras que todos nos burlábamos de Gabe, pues hasta la fecha no lo habíamos visto con mujer al lado, ni perro que le ladre...

—¿Almuerzas con nosotros hoy? — agarré de la cintura a Aisha, tenía ganas de ella, más que nada por pura distracción.

—Pues ya que, igual nos tenemos que quedar para esa clase de gimnasia— hizo puchero — Y yo que moría por hacer cosas contigo — envolvió sus manos en mi cuello haciendo que todo su perfume invadiera mis pulmones.


Mi vida se había vuelto tan jodidamente vacía qué sentir amor o cariño a estas alturas hacia una persona era casi imposible, si estaba con alguien era por puro placer, por distracción o cosas así, porque así de una u otra forma no me sentía tan jodidamente vacío.



Un rato después mientras disfrutaba de mis ravioles y escuchaba las tonterías y cosas sosas que Aisha me decía, llegó Vic abrazando a Allison, me pareció raro, pero era de esperarse Vic no era de perder el tiempo.

Aisha le preguntó a Vic sobre quién quién era ella mientras que con desagrado y desdén la miraba, fue obvia la respuesta de Vic y era más que obvio que aborrecía a Aisha.


Vic antes de entrar a la Universidad era totalmente diferente, todos lo eran, menos yo. Yo siempre fui así, no había nada nuevo en esto. Mi vida siempre fue oscura, llena de vicios, de problemas y de mal humor, el único momento que hasta el día de hoy me llena aunque no lo quiera admitir, es cuando estoy con Ximena, el resto me valía y me sigue valiendo mierdas. Mi madre lo dejó de ser desde que la vi acostándose, con el que ahora es su esposo, en la oficina de su trabajo, como una cualquiera, engañando a todos que era una madre abnegada y preocupada dejándonos solos casi todo el día al cuidado de una niñera, desde ahí entendí porqué siempre llegaba tarde a casa, cuando se casó con ese tipo no me quedó de otra que asentir y morderme la puta lengua, no fui a su boda y hasta el día de hoy no comparto ya casi nada con ella. Mi padre ni que decir, nos abandonó a la suerte cuando Ximena nació, siendo yo un niño que necesitaba un poco más de él.

POLES APART [Kellin Quinn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora