Capítulo #24

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Me cambié rápido intentando no pensar en mi corazón roto. Dramático lo sé, pero nunca antes había estado en esta situación. Situación en la que me tenía que ir clavando en un típico patán, bipolar. Un rato estaba bien, luego no sabía con exactitud como iba a reaccionar.

Salí de mi casa con la mente en blanco respecto a lugares en donde iba a comer, manejé hasta el centro de la ciudad intentando buscar algún lugar diferente para almorzar.

Habian muchos y entre tantos encontré uno que tenía un aspecto algo extraño, pero llamativo, estacioné el auto y me escabullí en este místico restaurante, cuando ya estaba dentro buscando mesa para situarme, cai en cuentas de que era algo asi también como un restaurante bar, habían dos mesas de billar a un extremo del local y muchos chicos robustos, tatuados con cervezas en mano. Me intimide al instante, pero ya estaba a mitad de restaurante así que no me quedó de otra que seguir, encontré una mesa en casi un rincón y me senté ansiosa de que la camarera llegara.

Para mi alivio a los pocos minutos llegó me extendió la carta y pedí una hamburguesa suprema con papas fritas y ensalada. Literal esto era un almuerzo, almenos me serviría de algo y de algo es para llenarme un poco, mientras llegaba mi pedido me detuve a observar el lugar, estaba casi repleto y creo que de suerte encontre una mesa libre, muchas chicas con diminutas prendas deambulaban por ahí.

Mi pedido llegó al rato y ya para esto ya me sabía de memoria cuantas personas jugaban en las dos mesas de billar, había olvidado pedir algo para tomar así que antes de que se fuera la camarera pedi una gasesa, no debe de estar acostumbrada a ese tipo de pedidos ya que me miro extrañada y preguntó nuevamente que era lo que quería

-Una coca cola helada- repetí indignada, ella sonrió arrogante y se marchó, debe de estar tan acostumbrada a servir puras cervezas que su reacción no es para menos, si no fuera porqué la hamburguesa estaba muy buena no me estaría formulando ahora mismo en volver a comer aquí.

Luego de un rato trajo mi bebida, acabé de comer y estaba terminando de tomar la gaseosa cuando unos silbidos y alaridos llamaron mi atención, un grupo de personas entraban al restaurant, no podía ver bien quienes eran pues mi mesa estaba algo lejos de la entrada asi que no le tome importancia. Alcance a ver solo que sentaron por la barra del bar, justo por la entrada, mi móvil comenzó a vibrar distrayendome.

-Pau dime

-Alli ¿estas comiendo?

-Sí ¿por qué? ¿donde estás?

-Escucha, mis papás ya llegaron, me han llamado y les he dicho que estamos juntas y que en un par de hora llegamos

-¿¡Qué!? ¿Y qué se supone que haré mientras? ¿¡Dónde estás Paula Alberta!?

-¡Deja de decir mi segundo nombre animal! - sí, asi nos demostramos amor- Estoy en casa de Ximena con unos amigos, te prometo que en dos horas te llamo ¿si?

Suspire largo tratando de no enfardarme con mi hermana, ya buscaría la manera de matar el tiempo y aunque moría por preguntar por Kellin me límite.

Le respondí a Paula con un "ok, me llamas si no te mato" y colgué. Me paré de mi mesa y me dirigí a los servicios higiénicos, esto parecía más una discoteca que un restaurante normal, pero la comida era buena y la música de fondo también.

Al entrar al baño una chica salía también, pero como andaba con la mirada en el celular no me vio y me empujó -Perdona- mascullo saliendo del lugar, alcancé a ver su brilloso e intenso cabello rojo, se parecía mucho a Micaela

Oh no ¿Micaela?

Destruí las ideas tontas que se iban formando en mi imaginación y me lavé las manos, me sequé con papel toalla y me acomodé el atuendo que llevaba puesto; un jean deportivo, unas zapatillas blancas con una fina franja roja al borde y una camiseta de cuello rosada. Mi estilo no era el más "fashion ni llamativo" sobre todo sabiendo que solo iba a comer.

POLES APART [Kellin Quinn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora