Capítulo #18

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La tarde caía y estaba exhausta, Rossie y yo habíamos desayunado en una cafetería y luego nos habíamos ido a comprar unas cuantas cosillas de chicas, ya para la tarde quedamos nuevamente con todo el grupito y aquí estábamos, sentados en la tibia arena de la playa más frecuentada por nosotros. Sólo me quedaba un día más para disfrutar mi visita y regresar a la realidad.

Estábamos sentados alrededor de la fogata, que con previa organización habíamos organizado. Prendían malvaviscos en el fuego mientras que mis amigos, Rodrigo junto a Alex cantaban y tocaban la guitarra respectivamente, Alex tiene una hermosa voz y la canción que cantaba era esa típica cursi que me pone melancólica, estaban tocando Photograph de Ed Sheeran. Rossie lo miraba encantada mientras que yo comiendo mi malvavisco me quería hacer bolita.

-¡Ya!- interrumpió mi amiga Laura, de alguna forma se lo agradecía - ¡Hagamos algo más interesante! - propuso sacando de una bolsa negra una botella.

Ahora entiendo porqué no me gustaba andar todo el tiempo con ellos...

-¡Alcohol!- gritó desde un extremo mi otra amiga Daniela


Debo admitir que recién puedo darme cuenta en el mundo en el que vivía. No tenía ni idea de que todo el tiempo en el que ellos se juntaban por las noches, lo único que hacían era beber...


Después de todo esta ya no me parece tan mala idea. Y ya para cuando me he dado cuenta ya me siento mas valiente y más fuerte. El sabor agrio y dulce que siento a la vez, de la combinación del ginger con el alcohol se me hacía mas exquisito.

-¡Un brindis más por Allison!- gritó uno de mis amigos

Rossie a mi lado, con la sonrisa de oreja a oreja, me alcanzó un vaso lleno de este líquido agradable - ¡Seco y volteado! - gritaron, por un momento quise resistirme y la parte razonable de mi ser se empezaba a despertar, pero estos eran mis verdaderos amigos entonces ¿que más da?

Tomé todo de a golpe y para cuando reaccioné me di cuenta de que ya todo estaba oscuro, ni idea de la hora solo pensaba en que estos momentos tenían que ser eternos.

Todos reían y empezamos a sacarnos fotos "para el recuerdo" cuando en una de esas fotos mi móvil empezó a sonar, con la alegría a flor de piel contesté sin verificar el registro.


-¡¿Si?!- contesté por el bullicio que escuchaba al otro lado de la línea

-¡Alli! ¡Soy yo Camila- contestó emocionada, había olvidado por completo que hoy era su fiesta.

Me alejé un poco del grupo para escuchar mejor -Amiga ¡¿qué tal todo?!

-¡De maravilla! ¿No tienes prendidos los datos?

-Eeeeh, creo que no ¿porqué?

-¡Préndelos! te he mandado una foto al WhatsApp, si te lo cuento ¡no me vas a creer!- la carga de emoción que llevaba su voz me hizo sentir que no era buena idea hacerle caso, pero daba igual así que lo hice, puse el alta voz y le dije que me esperara. Prendí mis datos y mientras cargaban las notificaciones me senté en la fría arena de la playa

-¿¡Ya?!

-Si, si, estoy entrando a tu chat - mi móvil no era el más moderno del mundo por lo tanto era más lento que una puta tortuga, la foto que Camila me mandó había terminado de cargar y antes de que mi cerebro reaccione ante lo que mis ojos estaban mirando mi corazón lo hizo primero y una sensación extraña cargada de desilusión, odio y desesperación me embargo por completo.

POLES APART [Kellin Quinn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora