¡Nunca te daré mi autógrafo!

236 18 3
                                    


…HACE (CASI) CINCO AÑOS ANTES…

Jamie se encontraba a punto de entrar a una entrevista de trabajo. La gran ciudad era salvaje, y no podía hacer otra cosa que tomar el primer trabajo que consiguiera sin tener que estar desnuda y que le diera el tiempo para escribir cuanto pueda para ser algún día publicada, o al menos, resaltar entre miles de escritores frustrados en el ciber mundo.
Jamie alzó su mirada sin querer hacia el frente de la calle, cuando, de la nada, un sujeto con gorra, capucha y anteojos de sol, bajó de un auto lujoso.
Quizás, no cualquiera lo reconocería, pero, como fiel amante de las novelas del otra lado del globo terráqueo, Jamie se dio cuenta, aún con aquel absurdo disfraz, que ése, era Yurem Jalaf, el galán de su novela  de la tarde, que jamás se perdía, asi tuviera que venderse para pagar el cable.
Ella, corrió sin pensarlo hacia el otro lado de la calle cuando un auto que venía veloz por poco la choca.
Al esquivarla, fue a dar justo en la trompa del lujoso auto del actor.
Yurem, coloco su mano sobre su cabeza con expresión de susto.
–¡¿Qué demonios haces?!–Le gritó, ayudándola a ponerse en pie, ya caída a mitad de la calle, mientras el sujeto del auto contrario bajaba suspirando con melancolía.
–¡No quise chocarte, hermano! ¡La loca ésta se me cruzó!–se explicó.
–Yo… yo… yo sólo… queria un autógrafo…–balbuceo levemente.
Era como si todo el peso del mundo cayera sobre su pecho. Los ojos negros adornados con bellas y largas pestañas que descubrió quitándose los lentes, la hizo nublarse y sonrojarse al mismo tiempo.
–¿Y te ibas a matar por un simple papel firmado? ¿Qué ocurre contigo? ¿Qué pasa por la cabeza de las mujeres como para hacer algo así cuando ven a alguien de la tele salir a comprarse un café para beberlo en la calle como un tipo normal? ¿EH?–Yurem sacudió un poco a Jamie, quién aún petrificada, no dejaba salir palabra alguna.
Entre tanto, el otro conductor se tiro a llorar sobre su auto y el otro colicionados.
–Oh, dios mío…–se quejó Yurem suspirando.–¡Deja de llorar, el seguro pagará por todo!
–¡Es que… no tengo seguro!–chilló el sujeto aún tirado sobre el capo abollado.
La gente comenzaba a prestar atención al bullicio, y algunos, hasta se dieron cuenta de quien era Yurem.
–¡Miren! ¡Ése, es el actor de la novela!–dijo Una mujer extasiada a otra.
–¡Es Yurem Jalaf!
La estampida se fue de lleno hacia él, quién molesto y abrumado por todo el griterío, el sujeto que lloriqueaba y su auto chocado, miró con furia a Jamie, exclamando:
“¡NUNCA TE DARE MI AUTOGRAFO!”

¡NUNCA te daré mi autógrafo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora