¡NUNCA te daré mi autógrafo!

¿Qué tendrá esa mujer en mi contra?

-eh, discúlpeme, le agradezco su… ayuda y que me haya salvado, pero por favor, suélteme.
Jamie voscifero de mala manera, molesta y con su mejor cara de “pocos amigos”.
-Derdone… ¿a caso la ofendí?
-¿Qué?-Preguntó Jamie desconcertada.
Yurem acomodó su ropa y la miró de lado.
-Porque me trata de esa forma, en vez de darme un “gracias” y besarme hasta los pies…-Jamie seguía sin poder creerlo.
Entre tanto la gente se acercaba a ellos. Bueno, estaban mas preocupados por el brazo raspado de Yurem que el moretón en la rodilla de Jamie.
Yurem, mientras era abordado por el sinfín de asistentes, murmuro con una mueca:
-encima de malagradecida, eres sorda…-sonrió de lado volviéndose a las personas histéricas-¡Ya! ¡Ya! ¡Ya! Estoy bien… necesito un trago, es todo…
-¿Jamie? ¿estás bien? ¿quieres que demande al estudio y sacarle hasta el agua de sus perros?
-¡¿Puedes creerlo?!-Dijo Jamie aun mirando al sujeto pomposo, seguido de sus asistentes alejarse.-¡Ése tipo es un…!
-¿Héroe?-Completó mientras Jamie le miraba con mala cara.-Bueno, J’ digamos que te salvó…
-Eso, es lo que más odio.-Farbulló.-¡Uh! ¡vamonos! ¡Necesito un maldito café fuerte!
…
-El estudio se comprometió a darte un remolque más grande…-dijo el asistente con aires de intelectual, prendido de su tablet. Nadie sabía si había nacido con ello en mano, volviéndola una extensión de su propio cuerpo.
-Alex, Hay algo en esa… mujer…-Dijo Yurem suspirando, se definía en comer o no hacerlo.
-Por favor, mantén tu pene, dentro de ésos pantalones…
-¡Pero que desconfiado eres!-Yurem rió.-¿Qué? ¿prefieres que sea gay?
El asistente alzó una ceja, aún serio.
-Con los problemas que me traes, si, la verdad, me gustaría, los hombres son más discretos  que las descerebradas que eliges para llevarlas a la cama.
-Ya, ya… no te hagas ilusiones, no eres mi tipo.
-Mira. Lo único que te ruego es que no te involucres con nadie del trabajo…-Alzó sus dedos y fue contando a medida que hablaba.-Ni actrices, ni segundas del reparto, ni maquilladores, ni productoras, director, escritores…
-¿Qué me dices de la chica ésa?
-¿la que te mira como si tuvieras mierda en la mitad del rostro? Si, claro, inténtalo, ¿Por qué no arruinas cada trato laboral por el resto de tu vida? ¡Usa la cabeza!
-No te enojes… ¿quieres? Sólo bromeaba… ella tampoco me cae bien… sólo por ser la que escribió esa mala historia para niñas a las cuales las hormonas enloquecen…
-trata de no mencionar ése hecho en las entrevistas cuando promociones la película.
Yurem tomo un sorbo de su bebida, mientras miraba a lo lejos pensativo.

“¿Qué tendrá esa mujer en mi contra?”