Somos fuego

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-¿Apoyo? Bah, pensé que diría algo asi como, no se, yo declino a mi sueldo y páguenle el doble a Misty.
-vamos, Erin. Fue algo que… me conmovió.
-Espera.-Erin alzo la mano a mitad de beber su cerveza.-¿Estamos hablando del sujeto al cual odiabas a muerte hace unos días?
-No digo que sea el mejor del planeta, solo que… no es un idiota. No del todo.
-Vaya, ya tiene tu bien visto para interpretar a Kaffir… ¿no es asi?-Erin le codeo.-¡Mira! ¡nuestros amiguitos!
Erin señalo a Joaquin, John y Emmanuel cuando entraban.
-No estoy de humor, en serio, Erin. Hoy no.
-Vamos, calmate. Si solo piensas en trabajo la vida seria amarga siempre. ¿Sabes los beneficios del sexo? Ayuda a pensar mejor.
-pues, los beneficios de un buen chocolate, seguro que tu no los conoces.
-Deja tu virginidad obligada, y de ser tan asexual, se que no lo eres… Te vi mirando el trasero de Yurem, aunque lo niegues a muerte…-murmuro Erin, haciéndola atragantarse con la bebida.
-¿Quieres que te pruebe que no soy asexual y que no me interesa Yurem?-Jamie se puso en pie y camino directo a Emmanuel.
Intento ser elegante, pero el porte de gato no le iba, por lo que termino siendo mas un paso robotico.
-Emmanuel.-dijo JAmie seria.
-¿s-s-si?-tartamudeo, mientras Jamie se le ponía enfrente, seria y decidida.
-sal conmigo.
-¿Qué?
-Quiero que cenemos. Tu. Yo. Esta noche en el restaurant de la esquina.-Erin quedo estatica, pensando ya en el numero de un psicólogo que le ayudara a levantar a Jamie de un pico de depresión al ser rechazada cuando…
-Es… ta bien.-Tanto Joaquin como John, dejaron caer su boca. Jamie se giro sobre sus pies y se fue directo a su mesa, siendo observada por su amiga, bebiendo hasta el fondo su cerveza.
-Dime ¿que hiciste con mi amiga?
-Modernizate, Erin. Se llama “Pescar”…

Las luces tenues, las velas puestas, la música suave, y el vino de cosecha, indicaban que la salida no seria barata, aun asi, y como mujer del siglo XXI, ella había invitado y por ende, ella pagaría.
-Dicen que los mariscos aquí, son geniales…-Dijo Jamie, mientras hojeaba el menú.
-Bueno, si, eso creo.
-Tranquilo, Em… ¿Puedo llamarte Em no es asi? Tu dime J’, Erin me bautizo asi.
-Si, si… claro.-Emmanuel arrugo sus manos sobre sus piernas. No miraba fijo a Jamie, cosa que a ella le parecía tierno.
Era como un niño inocente, y esa dulzura al hablar le daban ganas de arroparlo.
Cuando habían encargado la comida, un comenzal se ubico en la mesa que daba con la espalda de Jamie.
-Asi que… dime, ¿piensas hacer carrera en cine?
-¿Ese niño? ¿Qué? ¿Quieres llevarlo al jardín de infantes?-La voz sono muy cerca de ella, tanto que solo Jamie alcanzo a escucharlo.
Se giro de inmediato, encontrándose con Yurem, mirando el menú con detenimiento como si nada.
-¡¿Qué haces aquí?!
-Ceno. ¿TU que haces aquí?
-Estoy en una cita, asi que por favor, limitate a tu mesa y no invadas mi espacio personal… ¿En que estábamos?-Pregunto a Emmanuel, quien iba a responder, pero…
-Me dices, que de todos los sujetos que cruzas en el set, ¿eliges al niñito monosílabo? Me defraudas, Jamie… oh, cierto, J’…-Yurem chisto al mismo tiempo que negaba con la cabeza.
-Mira, con quien salga es MI problema, idiota. No te metas. Come algun churrasco o lo que sea…-Ella volvió a girarse.
-Eso, es muy racista de tu parte. ¿Es por eso que no aceptaste salir conmigo? ¿Por qué ya tengo vello de pecho?-Yurem seguía tranquilo, diferente de la reacción de su contraparte.
-No. La razón por la que no salgo contigo es porque no creo que tu y yo terminemos una noche sin peleas de por medio.
-al menos, le doy un toque interesante a tu vida… ¿Qué puede aportarte un niño que nació el mismo dia que Justin Bieber?
-Yo…
-¿Jamie? ¿estas segura de que quieres seguir con la cita?-Pregunto Emmanuel, apareciendo con su timido timbre de voz.
-eh, si, si… dame solo un segundo.-Jamie se movio un segundo hacia la mesa de Yurem, este complacido sonrio.-¿Qué quieres? ¿que debo hacer para que me dejes cenar en paz?
-Queria una cita contigo.
-Pues, no. Lo siento. Estoy con Emmanuel.-Señalo al sujeto sentado solo en la mesa de al lado.
-No pareces muy interesada en el.-El, se apoyo de brazos sobre la mesa, guiñadole el ojo.-al menos, dame la razón en una sola cosa, tu y yo, somos una fogata juntos. Somos fuego. Tu y el, son frio, el hielo, el mismísimo culo de un oso polar. ¿Es eso lo que quieres?
-¿Por qué insistes en que tu y yo tendremos algo? No somos para nada compatibles. Ya lo sabes.
-Se que tienes algo conmigo, lo se. Puedo saberlo porque en vez de ignorarme, haz dejado a tu cita y venido a discutir conmigo. Me prefieres a mi, aunque sea un idiota.
Jamie quiso replicar, pero no salió nada mas que balbuceos. Entonces, volvió a su lugar y alejo su silla lo mas que pudo de Yurem.
Intento seguir charlando, pero cada vez que decía algo, una risa, una mofa o cualquier sonido proveniente de la mesa vecina la trababa.
Jamie salió con Emmanuel lado a lado. El se quedo parado frente a ella, mientras decidían que rumbo tomar.
-Bueno, yo… estoy lista para un café ¿tu que dices?-Habia requerido mucho valor para que ella soltara algo asi. Emmanuel miro al suelo, luego a Jamie.
Se le notaba tensa con la mirada esperanzada en su respuesta.
-Yo… lo siento, Jamie. Te admiro, me pareces una gran persona, pero… solo es eso. Eres una persona que me encantaría tener de colega y tomar café hablando sobre literatura. Que seas mi guía y me enseñes, como un maestro a su alumno… yo… no creo que funcione otra cosa entre nosotros…
Por un instante, Jamie sintió que caia en un vacio.
-Yo… si, claro… si… ¿Por qué no?-Dijo tapando su vergüenza con su cuello.
-No te lo tomes a mal… de verdad.-Emmanuel sujeto su hombro para reanimarla.
Desde las pocas fuerzas que tenia, Jamie inspiro profundo, tragando sus lagrimas, obligándose a sonreir.
-Si. Estoy bien. No te preocupes.
-Bien…-Emmanuel llamo a un taxi y se marcho en el, dejándola sola en la vereda del restaurante.

¡NUNCA te daré mi autógrafo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora