Droga para dormir

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Yurem, contra todo pronostico, tomo los escazos segundos que le quedaban de libertad para llamar a su hija, pero Liza no contesto su teléfono, por lo que se limito a enviarle un mensaje:
“Lamento haber llamado tan tarde, la filmación estuvo pesada hoy… avísame si necesitan algo y dale mis saludos a Melec”
Coloco el teléfono sobre la mesa de luz, y se quedo mirando al techo pensativo. A pesar de ser una persona de televisión, rara vez la veía. No queria cruzarse con alguna noticia sobre el, un chisme sin fundamentos y pasar horas perdidas entre peleas legales o desmintiendo rumores.
Suspiro un poco aburrido. Queria quitar a Jamie de sus cabeza, pero no sabia como. Entonces, recordo lo que siempre le decía Alex:
“¿Quieres un droga para dormir? Pues lee, Yurem. No existe nada mejor que leer para que personas como tu a las cuales no les gusta, se duerma”
— Con que leer, ¿eh?— Dijo para si mismo y para Alex también.— Te demostrare que puedo acabar un capitulo sin dormir.
Coloco sus gafas de lectura sobre el puente de su nariz (De esas que no dejaba que nadie le viera puesto)
— “Parte Primera, Capitulo uno”, Si, claro. Por supuesto.— Dijo apretando el libro con ambas manos, para concentrarse en la idea.
“…Kaffir era lo que muchas consideran el muchacho apuesto. Ese chico que besaba a todas las chicas y a las que no besaba, coqueteaba abiertamente.
Para el, una chica, era un reto. Y le gustaba ser admirado y deseado. Casi como deporte.
Nadie se resistía al encanto de una persona con el carisma de Kaffir y…”
— Dios, este tipo si que es egocéntrico… ¿Qué pasaba por la cabeza de Jamie cuando se imagino a alguien asi? Y dice que le gusta…— Chisto Yurem.— Estas mujeres de hoy dia, se aclaman independientes y les gusta que las maltraten, ¿Quién las entiende? Como sea… Debo conocer a fondo al enemigo.
“Nadie se resistía al encanto de una persona con el carisma de Kaffir y mucho menos las jovencitas de su edad.
A esta ley, no escapaba Linda, su compañera de curso.
Linda había sido algo asi como la líder del club de fan, adorando cada molecula de Kaffir, desde el momento en el que se cambio a su escuela e hizo esa entrada rebelde, con el escarbadiente entre sus labios, sentándose al fondo del salón, con su pose de “Soy demasiado bueno como para hablarle a cualquiera”, colocándose automáticamente la corona de popularidad del sitio.”
“¿Sera que a alguna chica le gusta esto? ¿Cómo pueden leer algo asi?”, se dijo mentalmente Yurem. “Bueno, en realidad, recuerdo mi época en el colegio… yo era algo asi como el chico desastroso al que expulsaban de todos lados… pero era mas en contra de mis padres que para ser llamativo con las chicas…”
Yurem estiro una mueca de sonrisa con sus recuerdos, pero volvió a enfocarse otra vez en la lectura.
“Pero no era solo adoracion, Linda se sabia de memoria cada parte de el, cada cicatriz que era visible, (y su historia por supuesto), se sabia de memoria sus lunares, los contaba a escondidas cada clase, memorizaba el color de su cabello, la forma en la que se ondulaba y soñaba despierta con el dia en el que el la mirase con otros.
Aunque, por su parte, Kaffir no era que la odiase, simplemente ignoraba su existencia, hasta que cierto dia, en el que Linda se había encargado de hacer la tarea por Kaffir, (tarea que el jamás hacia ni sabia cual de sus miles de “Amigas” lo hacia), decidió que le diría la verdad: Lo amaba, estaba profundamente enamorada de el desde el momento que lo vio llegar al salón.
La emoción domino a Linda, y como una chiquilla atontada se precipito a cruzar el estacionamiento directo a donde se encontraba Kaffir con sus amigos, bromeando antes de entrar a clases.
— ¡Kaffir!— dijo emocionada, saludándolo con una mano, y con la otra sosteniendo una carta de amor.
No vio la motocicleta que venia a velocidad alta y que la había a tropellar. El tiempo casi se detuvo.
Kaffir, que era el que estaba cerca, reacciono con una corrida, empujándola (Ya que era tacleador del equipo de futbol americano) con su cuerpo fuera de la trayectoria de la moto, que termino estrellada contra el auto de algun profesor.
Ambos rodaron hechos una bola, sufriendo raspaduras. No fue nada glamouroso.
El cabello de ella se había vuelto un revoltijo, y la campera de jean preferida de Kaffir había terminado rasgada al medio sobre el símbolo de un águila.
Kaffir se sento algo desorientado, mientras Linda buscaba sus lentes desesperada. Cuando al fin los coloco sobre sus ojos, podia ver la rajadura que cruzaba de lado a lado sobre el vidrio derecho, y la mirada casi asesina de Kaffir en ella.
—¡¿Qué demonios haces?! —Le grito, ayudándola a ponerse en pie, ya caída a mitad de la calle, mientras el sujeto de la moto se sentaba quitándose el casco suspirando con melancolía.
—¡No quise chocarte, hermano! ¡La loca esta se me cruzo! —se explico.
—Yo… yo… yo solo… queria darte, darte esto… —musito levemente señalando la carta arrugada entre sus manos.
Era como si todo el peso del mundo cayera sobre su pecho. Los ojos negros adornados con bellas y largas pestañas, la hizo nublarse y sonrojarse al mismo tiempo.
—¿Y te ibas a matar por una carta? ¿Qué ocurre contigo? ¿Qué pasa por la cabeza de las mujeres como para hacer algo asi? ¿EH? —Kaffir sacudió un poco a Linda, quien aun petrificada, no dejaba salir palabra alguna.
Entre tanto, el conductor de la moto se tiro a llorar sobre los pedazos de su destrosado vehiculo y el otro colicionados.
—Oh, dios mio… —se quejo Kaffir suspirando. —¡Deja de llorar, tu padre pagara por todo!
—¡Es que… se la robe! —chillo el sujeto aun tirado en el suelo.
La gente comenzaba a prestar atención al bullicio. La directora se aparecio y miro a kaffir dejando salir una malévola sonrisa. Habia esperado la oportunidad y esta, era la perfecta para expulsarlo.
La estampida se fue de lleno hacia el, quien molesto y abrumado por todo el griterío, el chico que lloriqueaba y su motocicleta torcida en forma de rosca, miro con furia hacia Linda, exclamando:
“¡NUNCA ME VAS A GUSTAR!”

¡NUNCA te daré mi autógrafo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora