Da la talla

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Cuando Yurem volvió al set, el orden volvió, aunque había miradas por doquier que los seguían.
Él se paseó como dueño y señor del sitio, con su paso seguro, una mano en el bolsillo y sus anteojos de sol aún puestos, le daban el porte de galán que lo había hecho tan reconocido de joven.
Todas estaban emocionadas, todas, excepto claro una señorita, que estaba enfada, fumando como chimenea a un lado del lugar.
Yurem sonrió, al llegar a su espalda. Tocó con sus dedos sobre su hombro.
Jamie no tuvo que mirarlo directamente, se giro media vuelta y para su asombro, verlo en aquella pose, recostado sobre la pared la dejo medio muda… solo, un segundo.
-¿Qué?-Escupio con odio encendido en sus ojos.
-¿Y? ¿Qué me dices? ¿Cuál crees que haya sido mi mejor toma?-Tomo su mejilla.-Creo que de perfil es la mejor, no lo se…
Casi podia  verse el incendio en su mirada.
-No se, ni me importa. No soy directora, solo doy ideas para las líneas de conversación…-volvio a girarse y dar una larga pitada.
-Oi por allí, que fuiste tu quien pidió específicamente por mi. Que yo era tu versión física de Kaffir…-Jamie iba a responderle con insultos, pero el la callo, colocándole un dedo sobre los labios.-no debes decir nada… se que soy tu tipo, aunque quieras negarlo.
Le guiño el ojo y se marcho, regodeándose.
-¡Uh!-Se quejo pisoteando con mas fuerza de la necesaria el cigarrillo ya consumido.
Jamie estaba dando saltos. Molestos saltos, y siendo observada por todos los demás.
-¿J'?-Interrumpio Erin, mirándola. Erin era una mujer coqueta, bien puesta. Aunque solia pelearse con medio mundo, nunca alzaba la voz. Era severa, recta y… a su parecer, su cliente, y amiga desde hace añares, cuando ambas iniciaban este sueño, era un poco… de adolescentes.
Pero lo entendía. Sabia que Jamie tenia una personalidad excéntrica, como todo artista, que era alegre y triste a la vez, energica y moribunda… Sus pasiones no tenían termino medio, o era de vida o muerte o nada.
Por eso, verla odiar tanto a alguien le llamaba la atención.
Jamie jamás se había involucrado demasiado con ningún hombre… ( de carne y hueso) suponía, que se debía a que les temia en secreto u odiaba, tal vez por la relacion poco fiable con su padre.
Mientras Jamie respiraba con fuerzas.
-¿podemos cambiarlo?-Pregunto medio molesta.
-Lo siento, cielo… pero es que el… simplemente… da la talla… mira estas fotos que subimos a la red. En menos de cinco segundo, las fans enloquecieron. Alrededor del noventa y ocho por ciento lo acepto.
>>El setenta y tres dice que le haría cosas sucias, aunque tuviera la edad de su padre… y… además, algunos famosos reseñadores ya hablaron sobre el tema: Nueve de diez lo ama.
Mientras Erin mostraba los datos a una molesta Jamie, poco a poco la ira iba disminuyendo.
-¿Quieres decir que… realmente les gusta?
-Miralo por ti misma, estas fotos del rodaje son… mira, no soy fan de los hombres ficiticios que cobran vida, porque por lo general siempre creo que no dan la talla… con Yurem no es asi, digo, se que lo usaste para inspirarte pero… es como si le hubieras sacado una foto mental y…
-Bueno… solia tener fantasias con el… de adolescente…-Respondio avergonzada Jamie.-Oh Dios… esto se pone peor… ¡¿Por qué debían adorarlo?! ¡Mira lo que dicen! ¡Hasta hicieron un club de fan con el como Kaffir!
-¿Lo festejamos?-Preguntó Erin.
-Lo siento, no estoy de animos.

¡NUNCA te daré mi autógrafo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora