¡NUNCA te daré mi autógrafo!

Quiero escribir

Luego de comer un pedazo de torta, las cosas volvieron a la normalidad en el set, tomando cada uno su puesto.
-¡ACCION!-Dijo el director, comenzando a filmar una escena sensible en la que Misty, que interpretaba al personaje “Jacky”, quedaba sin dinero para pagar el alquiler.
Jamie se quedo mirando perdida en recuerdos…
“En aquel entonces, habia tenido una escases de entradas económicas, a pesar de haber vendido buena parte de su ropa y su trabajo temporal como moza (que jamás hacia bien, dado su torpeza extrema) le daba algo con que vivir.
Ademas, intento suerte ya como ayudante de cocina, vendedora en tiendas, costurera, call center y secretaria.
Muchas fueron las razones de despido o renuncia, pero quizás se debio a algo mas grande:
Jamie había nacido para escribir. Si pasaba mucho tiempo sin hacerlo, se sentía como un ave enjaulada, como un pez fuera del agua.
Las letras, eran su estado natural, y no vivir de ello era el mayor de los males. Como una maldición.
El mayor miedo de ella, era morir sin jamás poder haber cumplido su sueño.
Tuvo que pedir dinero prestado, primero, lo intento con su padre y este se negó.
Hacia ya tiempo que su padre se había desconectado economicamente de ella, desde el primer segundo en el que sus labios dejaron escapar la frase:
“Quiero escribir”
Entonces, recordo a la joven agente que atropello con su escrito en la mesa del bar en el que trabajaba.
Erin no parecía ser una clase de persona que ayudara a cualquiera asi como asi, pero dado las circunstancias y que mañana tendría que abandonar su departamento, Jamie marco el numero, mordiendo sus uñas hasta las cutículas.
-¿Hola?
-Hola… ¿Hablo con la agente Er...?
-¿Señorita Jones?
-Eh, si… soy yo. ¿Cómo lo supo?
-Intuicion.-Dijo riendo desde el otro lado. Eso calmo a Jamie.
-Yo… necesitaba pedirle un favor… es que… tengo problemas y… la verdad es que no tengo dinero… y… Si usted quisiera, puedo venderle los derechos de la novela que le entregue hoy…
Por un segundo, la línea quedo en silencio.
-Mire, yo no debería decirle esto, pero dado que me cayo bien, lo hare; me gusto su historia, y la presente en una editorial. Ellos quieren que yo les venda los derechos, pero creo que tiene demasiado potencial como para regalársela asi. Claro, ellos me darían una comisión si yo la convencía, pero no lo hare.
-¿Y eso porque?-Pregunto confundida.
-Porque, señorita Jones, nosotras juntas, haremos que su novela llegue alto. Confie en mi, ¿lo hara?
-Bueno… yo… si.
-Bien, ¿Cuánto necesita?
-¿Qué?
-¿Cuánto dinero requiere?
-Pero…
-Le hare un préstamo, cosa de nada, hasta que se recupere. Una escritora no puede trabajar en otra cosa y escribir. Las ideas pueden llegar en cualquier momento, asi que yo quiero que deje su trabajo y todo lo que este haciendo y se dedique a escribir, ¿de acuerdo?...”
-¿Jamie?-Una voz despertó a Jamie haciéndola volver.
-¿si?
-Es tu papa, esta en la línea.-Señalo Erin, mordiendo sus labios. Sabia a ciencia cierta que su amiga siempre terminaba triste luego de hablar con el.
Jamie salió del estudio, aclarando su garganta con nervios.
-Hola papa.-Dijo Inspirando profundo, esperando el ataque.
-Hola Jamie. ¿Cómo estas?
-Bien, bien… Erin me hizo una fiesta sorpresa con la gente de la película y…
-Oh, qué bueno. Felicidades.
-Gracias, papa.-Su voz se oyo apagada.-¿Vendras hoy?
-Lo siento, no puedo.-Respondio casi automatico.-Pero el viernes si, y es que te llame también para comentarte otro asunto.
-¿Ah si? ¿Cuál?
-Me voy a casar.-Las piernas de Jamie flaquearon insconciente.-¿Jamie?
-Si… si, te oi. Qué bueno, felicidades… no sabia que salias con alguien.
-Es reciente, ella es secretaria en la agencia de autos donde trabajo. Te agradara, tiene un año menos que tu.
Jamie queria haber respondido algo hiriente, o algun reproche, pero un nudo se lo impedía, asi que solo se limito a responder.
-Me alegro por ti.
-Nos gustaría que lleves alguna pareja, asi estas mas comoda, ¿estas saliendo con alguien no es asi?
-Yo, bueno…
-¿De nuevo estas soltera? Ya te dije que te busques un nombre con un buen trabajo. Si tanto quieres hacer esa tontería de escribir, buscate alguien que pueda darte de comer y pagarte tus pasatiempos caros… Me preocupo por ti, Jamie. ¿Qué será de ti cuando yo me muera?
-Ire con alguien papa, no te preocupes.
-Bien, te vere el viernes.-Corto dejando a Jamie llena de sentimientos que peleaban por salir.
Sostuvo el teléfono con fuerzas, intentado que las lagrimas no salieran, aun asi, salian. Estaba temblando, impotente y con ira, pero en silencio.
Se giro para poder irse a algun sitio donde no la vieran llorar a plena luz del sol, pero al hacerlo se choco de lleno con el pecho de Yurem.
-¿Qué ocurre? ¿algo malo paso?-Inquirio preocupado.
Jamie lo miro por unos intantes, para luego pegar su cara al cuerpo de el, aferrándose con todas sus fuerzas, llorando sin parar.
-¿Jamie?-dijo envolviéndola entre sus brazos, posando su mentón sobre la cabeza de ella.
-…¿Por qué siempre hace eso?
-¿Qué cosa?
-Herirme. ¿Por qué lo hace?-Murmuro con la voz entrecortada.
-No se de quien hablas.
-Mi padre.
-Oh… es eso.-Yurem la alejo, mirándola a los ojos.-Mira, como padre, solo puedo decirte, que quizás hiera a mi hija muchas veces, pero no lo hare adrede… uno siempre querra lo mejor para ellos. Quiero lo mejor para Melec, y estoy seguro que tu padre igual… el, no sabe que te esta lastimando.
-Solo… quisiera que el me apoyara ¿sabes? La primer historia que escribir trataba sobre el… y ni siquiera la leyó.
-Bueno, mis padres se negaban a que actue.-Dijo Yurem riéndose un poco.-Me pusieron todas las trabas inimaginables, entonces, use otro apellido y busque pequeñas obras de teatro donde no me reconocieran. Asi, empece.
-Si, lo se. Tenias dieciséis.
-Oye, ¿Cómo lo sabes?-Jamie mordió su lengua por haberse delatado sola.-en fin, lo que quiero decir es que, cuando gane mi primer premio, supe que ellos lloraron de alegría. Claro, nunca me lo dijeron ellos mismos, pero se que están orgullosos.
-¿Qué quieres decirme?-Dije Jamie limpiando sus lagrimas.
-Que muchas veces, sentimos mucho, pero mostramos poco… quizás tu padre, si esta orgulloso de ti, solo que no sabe como expresarlo de forma correcta. Quizas, es de los que se muestra duro por fuera, y tierno por dentro… bueno, no seria el único.
-¿Perdon?-Dijo Jamie, haciendo que Yurem sonria.-Seguimos hablando de mi padre ¿no?
-Supongo.-dijo el, colocando sus manos en los bolsillos.
-Ugh.-Se quejo Jamie dando pisadas fuertes.
-Pero … ¿Qué te ocurre? ¿practicas para un desfile o algo por el estilo?-se burlo.
-nada, es solo que… debo ir el viernes… y quiere que vaya con alguien… le dije que iria… ¡Dios! ¡¿Para que acepte?!
-Bueno, si quieres, yo podría acom…
-¿Jamie?-Una voz los interrumpió. Una timida voz.
Al voltearse, ambos quedaron mudos. Emmanuel estaba ahí, esperándola con un ramo de flores en manos.