— ¿NO existe otra manera?
— No.
— Pero…
— Jamie, si queremos que ese imbécil deje de difamarte y hacer esto un lio mas grande, tendremos que ir al juzgado y presentar el caso como se debe.
— ¿Y… que ocurrirá?— Erin tomaba carpetas que iba metiéndolas en cajas. Luego revisabas sobres, los guardaba, a otros separaba anotando fechas.
— Bueno, citaremos al imbécil y tu también estarás ahí. Cada parte presentara su documentación que acredite quien fue el que lo escribió… ¿Tienes el borrador original?
— Creo que esta en mi drive, pero es una que sufrió miles de modificaciones…
— Si, lo recuerdo. Buscaremos en tu Facebook, quizás allí aun haya alguna prueba de cuando lo subiste…— Erin suspiro con desgano.— Seria mas fácil si tuviéramos un testigo.
Jamie mordió sus labios e inflo sus mejillas.
— No quiero involucrarlo, ¿si?
— solo digo que, el sabe muy bien como fue, además, todo el asunto del choque… debe haber una denuncia, testigos… ya sabes, eso te daría todo el crédito.
— No, Erin. Lo siento, pero no.
— Me dejas con las manos atadas, Jamie. Pero… bueno, buscare en toda la red para ver si encuentro a las personas a las que habías etiquetado entonces, para que sirvan de testigos de que ellos leyeron de ti y no de el la historia primero.
Y la carrera comenzó. Erin paso toda la semana viajando, contactandos con viejas usuarios en Facebook a nombre de Jamie, algunas ya ni existían.
Nadie quiso cooperar, por una cuestión de tiempo, y excusas. Mas, cuando supieron que Jamie era famosa, enseguida el símbolo “$” brillaba en sus ojos.
— Maldita gente interesada…— Se quejo Erin dejándose caer en el colchon como una bolsa de papa.— ¿Qué ya no queda gente que haga las cosas sin pedir nada a cambio? ¿A dónde va el mundo, eh?
— No puedo creer que esto me ocurra ahora, estando tan cerca la fecha de estreno… si De La Olla se entera…
— ¡No! ¡lo solucionaremos antes! El no tiene porque saberlo, menos perra reina y perra princesa…
— ¿Crees que deba decírselo a Yurem?— Jamie parecía decaída, y eso le preocupaba a Erin. Ultimamente ya no escribia, y cuando algo asi ocurria, era momento de llamar a la guardia nacional.
— ¿Quieres decírselo?— Erin se reincorporo.
— Seria lo justo, ¿No? Si pierdo el juicio no podrá salir la película, y el no cobrara nada… es su historia también… creo que tiene derecho.
— Y puede declarar en tu favor.
— No.— Jamie se puso en pie.— No lo voy a meter en esto.
— Pero Jamie…
— He dicho que no, Erin. Y si lo haces, te juro por dios que jamás volveré a dirigirte la palabra…
…
— ¡Que extraño!— dijo Alex mirándolo ser peinado para la escena final.
— ¿Qué?
— Nada, es solo que… las promociones de Jamie y Erin acabaron… aun asi, no se han aparecido por aquí… es raro, ¿no?
— supongo que confían en que hagamos bien el trabajo.— Yurem apretó con fuerza su mandibula.
— ¿sabes que otra cosa es rara?
— Me muero por saberlo.— ironizo.
— No te has quejado, ni un solo dia. No has coqueteado, lo que es un gran avance… y no has nombrado a la escritora… has estado viniendo a grabar e irte a tu casa a encerrarte… temo que estes siendo poseído o que un alien tomo tu cuerpo y te rapto, cambiándote por alguien mas…
— he estado leyendo.— Respondio Yurem con tranquilidad.
— Ya, anda, suéltalo. ¡¿Qué has hecho con mi cliente?!
— madura, Alex. Leer no es el fin del mundo… — El actor se puso en pie y salió de su camarin para encontrarse con su coestelar.
…
— ¿quieres ir a ver la grabación de la ultima escena?
— No, ve tu… quiero… quedarme y leer un poco.
— J…— dijo Erin sacándole el libro de las manos.— Vamos, esto ocurrirá solo una vez.
— ¿Qué sentido tiene Erin? Si perdemos el caso, de todos modos no saldrá, todo será en vano, todo porque fui tan estúpida y confie en alguien…— Las lagrimas ardían en sus ojos, pero no solo se trataba del asunto del plagio, además, no queria ver la ultima escena porque le recordaba esa promesa que había hecho consigo misma: Jamas se volveria a sentir afectada por Yurem.
Como en la escena, el intentaría detener su paso, pero ella se giraría.
Le sujetaría su mano, y le diría: “Detente”.
Ella, con su pecho explotando y su cuerpo doliéndole en cada molecula dejaría salir desde lo mas profundo un ruego: “Dejame ir”, con el doble sentido que eso implicaba.
El, aflojaría su agarre, y soltaria su mano con lentitud, desinflando cualquier esperanza.
Y ella camimaria, se iria, y no miraría mas atrás… y ese seria el adiós, la despedida para un amor que no debió suceder jamás entre ambos, porque solo causaba dolor.
— ¿J?— Jamie abrio sus ojos.
— ¿Qué?
— No es por lo del libro, ¿no?— Erin sujeto la mano de su amiga.— Puedes decírmelo, no voy a juzgarte y no es un ningún pecado… es mas, a mi poco me interesa lo que representa tu libro, para mi lo importante es verte feliz, y si solo el puede darte esa felicidad…
— Lo amo.— confeso Jamie dolida y angustiada, siendo abrazada por Erin y rompiendo a llorar sin consuelo.
…
— ¡Corte!— dijo De la Olla, y todo el plató aplaudió.
Se saludaban entre si las diferentes centenares de personas que habían convivido como una especie de tribu.
Compartieron madrugadas, almuerzo, cenas, complicidades, Y ¿Por qué no? Peleas, desecuentros y reconciliacianos. Habian sido una familia, y sobrevivieron a los largos meses, a las deshoras y los contratiempos como tales.
— Buen trabajo, amigo.— Dijo Alex dándole unas palmadas de cumplido a Yurem.
— No lo hubiese podido hacer sin ti, eres el único que puede tomar este desastre y volverlo una estrella.
— Con mas razón, voy a cobrarte mas a partir de ahora.— Alex sonrio.
El taconeo frenetico y la presencia imponente que iba empujando personas solo podia significar que Erin estaba allí.
— Felicidades, señor Jalaf.
— Gracias, Erin.— Respondio dándole la mano.
Yurem miro hacia atrás de ella, pero ahí no había nadie mas.
— ¿Buscas a alguien?— Inquirió la mujer con una risa picara.
— eh… no, no… solo queria saludar a Hannah, Misty y De La Olla… con permiso.
Yurem se escapo con disimulo dejando a ambos agentes solos.
— Te ves bonita, Erin.— Alex dio un vistazo de pie a cabeza.
— Ni lo sueñes.— Le respondio sin siquiera mirarlo.
...
DOS DIAS ANTES DEL ESTRENO…
CORTE JUDICIAL DE LICENCIAS Y PERMISOS NUMERO 1
Jamie, sentada frente a la mesa, esperando por el juez.
Del otro lado, el escritor que jamás había visto antes, con su abogado.
Le dio un vistazo mientras la contraparte hacia lo mismo.
El sujeto era un tipo lleno de acné, con cabello ondulado y cola de caballo.
A pesar de que debía tener puesto algun saco, solo llevo una camisa color amarilla y pantalones verde musgo, sin corbata.
Los lentes rectangulares con mucho aumento, hacia que sus ojos parecieran mas pequeños, sin embargo, la mirada asesina podia perforar la de Jamie, quien con toda su humildad, se veía intimidad ante la situación.
Ella no queria ninguna guerra legal, ella solo queria hacer su sueño realidad, ver sus historias siendo leidas por personas que realmente amaran lo que ella hacia y nada mas.
Las disputas no eran cosas de escritores… por suerte, la inigualable Erin estaba ahí. Siempre. A punta de cañon, dispuesta a matar en su nombre.
“Que buena amiga”, pensó Jamie, y se sintió afortunada.
El juez aparecio de traje, por supuesto, con la seriedad de un perro rotweiler. Tomo lugar y se inclino con sus lentes, echando un vistazo al expediente.
— Bien, tengo entendido que aquí… figura un problema de licencias… ¿es asi?
— Si, señoria— Respondio Erin y el abogado del escritor.
— abriremos un acta, tomando nota de sus evidencias…. Analizare todo y luego fallare para la parte que crea es dueño legitimo de la idea.
— Señoria.— interrumpio el abogado del tipo.— La señorita Jones esta comercializando con la idea de la novela, y el lanzamiento será en dos días…
— Si, entiendo… ¿Señorita Jones? ¿Por qué sigue aun en cartelera la película de la historia en cuestión?
— Señoria, hasta que esto no se aclare tenga por seguro que la película no se lanzara, aun asi, si usted falla para nosotros, saldrá. NO vemos el problema en absoluto de retirarla hasta entonces.
— Comprendo. Entonces, prosigan. ¿Quieren presentar su evidencia?
El abogado de la contraparte presento una caja llena de imágenes de paginas webs, emails, y cosas por el estilo.
— Como ve aquí, señoria, la pagina de mi cliente lleva cuatro años ya activa, una de sus primeras historias en ser publicada fue esta…
La presentación continuo, ridiculizando el trabajo de Jamie. Tachandola de plagiadora, inculta y sin talento. Varia veces Erin protesto, aun sin tenerlo permitido.
Cuando llego su turno, Erin descargo toda su artillería legal, papeles, manuscriptos, contratos, e— mails, pagina y copyright.
Pero nada sustentaba del todo el hecho de que ella permitió a la pagina seguir escribiendo la historia de forma simultanea.
El juez ordeno un descanso a eso de las nueve de la mañana y las dos partes salieron y marcharon cada cual por su lado.
— Estamos perdiendo.— Dijo Jamie colocando su rostro en medio de sus manos.
— No digas eso, J. No lo hagas. Ganaremos. Se que si, ten fe.— Erin acaricio su espalda amistosamente dándole aliento, aunque por dentro, ella no estuviera igual de convencida a como sonaba.
…
— ¿Erin?— Dijo Alex con sorpresa al responder, incrédulo por el numero que aparecia en su pantalla.
Habia salido de la ducha. Se envolvió en una toalla y respondió entre el vapor que envolvía el baño.
— Necesito tu ayuda.— Dijo sin reparar en nada mas.
— ¿si? Siempre que necesitas algo acudes a mi y luego desapareces como bruma… no niego que el sexo es exelente, pero la verdad es que yo quiero mas de ti, Erin… y yo…
— Si realmente te importo, me ayudaras. Estoy desesperada.
— ¿Qué ocurre?— Pregunto con preocupación.
— Tengo un problema de plagio y no se como solucionarlo… de verdad, nos están haciendo papilla.
— ¿Con Jamie?
— Si.
— ¿Cuál historia?— Alex camino directo a su cuarto de “casos legales” revolviendo entre montones de cajas. Era su trabajo, ser agente requería saber de leyes, mas las de su area.
— “Ese tipo malo…”
— Perdona, ¿Qué? Crei escuchar el nombre de la película que saldrá en un dia…— Alex rio pero al no recibir respuesta, volvió a insisitir.— No es cierto, vamos Erin, no bromees con algo asi…
— Es verdad.
— ¿Cómo puedes estar defendiendo de plagio a estas alturas? ¿Por qué no dijiste nada antes? ¿Por qué no avisaste a los estudios?
— Crei… crei que podría resolverlo sola.
Alex dejo salir un extenso suspiro para calmarse. Acaricio sus sienes y luego volvió a hablar.
— Bien… ¿Qué tan fregados estamos?
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¡NUNCA te daré mi autógrafo!
Romanzi rosa / ChickLitSinopsis: Jamie es una gran escritora que tras mucho esfuerzo y dedicación logró llegar al best seller con su novela "Ese tipo malo" Ahora, al fín, puede firmar un contrato para rodar la película. Sólo hay un problema: el personaje masculino princip...