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- ¿Cuál es la emergencia?- Pregunto Erin al teléfono votezando fuerte.


- ¡Lo había olvidado! ¡mañana tengo que verme con mi padre y su novia loca!


- ¿y que? ¿necesitas que compre ropa?- Erin miro el relo J'que marcaba las cuatro de la mañana.- ¿Reservaciones?


- Yo... necesito una pareja.


- Pues... lo siento cielo, pero soy hetero.


- no, Erin. Le dije a papa que tenia novio.- Jamie mordió sus labios esperando el regaño de su amiga.


- ¿Por qué le dirias algo asi?


- Porque... ya sabes, papa piensa que debo tenerlo.


- Creo que cuando firmamos el contrato, no especificaba "Buscar un novio para su representada en menos de vienticuatro horas", al menos no lo recuerdo.


- ¡Erin! ¡hablo en serio!


- ¿Y que? ¿Quieres uno moreno, rubio, o pelirrojo? ¿Crees que en los catalogos de novios vienen del tipo Ed Sheeran?


- ¡¡¡Erin!!!


- De acuerdo, de acuerdo, solo te torturo por despertarme a esta hora. Bien. Hare lo posible.


...


Jamie esperaba tensa en la puerta, ni su padre con su novia había llegado, pero tampoco su "Novio"


Erin no había respondido su teléfono en toda la mañana, solo había enviado un mensaje diciendo: "Estoy en eso".


Un brillante Lamborghini se estaciono justo en la puerta. Se le hacia conocido, si embargo, lo ignoro, pero lo que Jamie no pudo ignorar fue a quien bajo de el.


Yurem, con sus gafas de sol, parecía salido de un comercial de perfume. Vestido con un traje blanco, caminando en cámara lenta, dando un sonrisa simpatica.


- Matare a Erin, lo juro.- Murmuro Jamie, cuando el la alcanzo en la entrada. Ambos se sonrieron falsamente, para luego comenzando a murmurar.- ¿Qué haces TU aquí?


- Erin se cobro por el malentendido del otro dia, estamos a mano.- Dijo Yurem sin despegar sus dientes.


- ¿Malentendido? Dejemos algo en claro, señor Jalaf, ni usted me cae bien ni yo quiero ser su amiga, con respecto a mi trabajo, me da igual que no te guste, yo tampoco te queria para representar a mi Kaffir, y por cada critico idiota como tu, tengo miles de fans que me apoyan, asi que...


- Era yo o Alex, supuse que me preferirías a mi y no a un gnomo como Alex.- Puso su mano detrás de su espalda, como una foto de pareja feliz, posando para el resto, aunque si alguien se acercaba lo suficiente notaria la fachada.


- La verdad, hubiese preferido mas a un gnomo que a ti.


- ¿ahora te gusta Alex?- anclo su ceja mirándola fijo.


- ¿y que si fuera asi?


- que Alex es mi mejor amigo, y sale con tu amiga.- remarco cada palabra acercando su rostro al de ella.


- El que sea tu amigo me tiene sin cuidado.- Jamie cruzo sus brazos extendiendo una sonrisa complacida.


Recordo una escena en la que Kaffir se ponía celoso de la misma forma, aun cuando negaba que no le importaba.


En eso, la calva de su padre resalto con la luz del sol. A su lado, una joven de buenas proporciones (quizás demasiado buenas) con lentes de sol gigante, una falda al cuerpo y una camisa con los primeros botones descubriendo buena parte de su escote. Sus labios y uñas de un rojo sangre.

¡NUNCA te daré mi autógrafo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora