Tú eres mi kriptonita

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— ¿era de algun tipo de estatura? ¿gordo? ¿flaco?
— Te he dicho que no lo recuerdo, estaba conmocionada por lo de mi vestido… y…
— ¡Juro que si descubro quien es lo matare!— Erin caminaba en círculos, mientras Jamie, había salido de la ducha de uno de los camarin que había en el teatro.
— ¿Qué me pondre?
— Solo consegui este… cuando le dije al diseñador lo que te había ocurrido, se enfureció tanto o mas que yo y nos envio este diseño exclusivo… dios, ¿Por qué a mi no me pintaron de amarillo? ¡Mira lo que es esto!— señalo Erin mostrándole la percha con la ropa en cuestión.
— eh… ¿Erin?
— ¿Si?
— Eso… eso no es mi estilo…
— ah, no, Jamie. Te pondrás este bebe y lo amaras como si fuera hecho por la mismísima Jamie Maguire… ¿Entiendes?

Las personas comenzaron a ingresar a la sala de proyección. Era una de las mas grandes de la ciudad y habían asisitido muchas personalidades de los medios. Ademas de productores, actores, cantantes y estrellas.
Yurem estaba parado junto a Alex, impaciente por saber que había sido de Jamie, ya que no la había visto mas desde que la dejo tras las telas.
— quedate tranquilo, amigo. Erin lo solucionara, es una experta en estas cosas.
— No me pidas que este tranquilo, yo mismo hubiese ahorcado a ese tipo con mis propias manos.
— Seria bonito que Melec te visite en prisión.
— Fue por la única razón que no lo hice.— Se quejo cruzándose de brazos.
La expresion de risa de Alex, se fue cayendo poco a poco, cambiando por una expresion diferente. Parecia atónito de ver lo que fuese que estaba detrás de Yurem.
— Oye… mira…— señalo.
— ¿Qué?— Al igual que Alex, la boca de Yurem cayo al suelo cuando diviso a la belleza vestida de blanco con un atuendo impactante.
No sabían que había hecho Erin, pero había sido magia.
Como toda una cenicienta se les acerco con timidez, caminando lento para no tropezar con la tela que llegaba hasta el suelo.
— Hola.
— Vaya, Jamie, estas… estas…— Dijo Alex buscando las palabras acordes.
— Impresionante.— completo Yurem.
Erin dio una mueca de sonrisa, complacida cual hada madrina por el resultado de su trabajo. EL cabello de Jamie estaba recogido en un rodete, puesto que la pintura lo había endurecido un poco, sin embargo, era perfecto para que quedara como si hubiese usado kilos y kilos de fijador.
Ahora los pendientes que antes no se notaban por el cabello caído sobre sus orejas, brillaban y se notaban desde una gran distancia.
No hubo mucho que hacer por los zapatos, solo limpiarlos un poco. Gracias a dios, la caída natural del vestido imposibilitaba verlos.
— ¿Te gusta?
— ¿Bromeeas? Creo que ese sujeto te hizo el mejor favor del mundo.
— Oye, no estaba tan mal vestida.— Se defendió.
— Lo digo en serio, estas…
— ¿Yurem?— Se oyo de una voz entre infantil y chillona. Misty estaba ahora a su lado y sujetaba firme su brazo.— El director insitio en que nos sentaramos juntos, ¿Vamos?
— Eh, si, claro…

“Linda sujeto del brazo a su novio, lo saco a cuestas del boliche empujándolo desde atrás.
—Dejame, le voy a romper la cara… ¿Quién se cree para venir aquí y tirarme la cerveza? —Dijo Kaffir con un tono estruendoso, moviéndose con violencia hacia el sujeto que parecía retarlo con la mirada.
—¡Anda, Kaffir! ¡vamos! ¡rompamosle la cara al desgraciado! —Gimio uno de sus amigos, tirando del lado contrario al que llevaba Jamie.
—Cierra el pico, André. —se enojo Linda. —ve a ahogarte en alcohol, y deja de provocar peleas. ¿Quieres?
Linda logro sacar a Kaffir a rastas hasta la salida. Llevaba toda la noche haciendo de niñera, viendo como su novio quien estando con ella era una persona, al estar rodeado de sus amigos y alcohol, era otro.
“No quiero salir con ellos, Linda.”, le decía.
“¿Y eso porque?”, Le inquiría molesta. “Creeran que soy la novia odiosa y aburrida que no te deja vivir.”
“Porque solo cuando estoy contigo, puedo refrenar esos impulsos que me hacen ser alguien irresponsable, sabes… ese sujeto problematico…”
—¿Por qué siempre acabo por salvarte de los desastres de tu borrachera? ¿Por qué no puedo salir sin tener que preocuparme de que no pelees con alguien? ¿Por qué no puedes ser alguien responsable? ¿Qué a caso el alcohol es tu kriptonita? —Dijo Linda, volviendose a sentir la villana de la película, como si ella siempre tuviera que hacer de madre, como si ella no pudiera por una noche, divertirse sin preocuparse porque su novio no acabe en la cárcel.
—…Lo cierto es… que… solo tu puedes sacarme de aquí, solo tu, eres mi kriptonita…
—Y eso, es tan cliché.
—cierto… todo lo nuestro gira en torno a los cliches… —Lo sento en un banco, ayudándolo con su hombro a que no se cayera de frente contra la acera.
—¿crees que sea una señal? ¿Qué deba ser mas lista y pensar que este circulo jamás acabara? Tu no quieres estar de novio, Kaffir. Tu no quieres las manos juntas, no quieres ir al cine, no quieres salir conmigo a caminar… quieres, en cambio, ir de fiesta, salir con tus amigos, embriagarte y coquetear a cada chica que se te cruce… quieres todo eso, y me quieres a mi… pero… ¿sabes? No puedes tenerlo todo… un dia, un dia me cansare de esto. Me cansare de perseguirte y será inevitable que me marche para no volver jamás. —Las lagrimas comenzaron a brotar sin que ella lo notara.
—Te dije que era el malo. —Los ojos de el, estaban en carne viva, y el olor a alcohol salía de su boca con cada palabra. —No me gusta herirte, creeme.
—Tu sabias, que yo era la clase de chica con la que formas una familia, no la que te sigue de bar en bar.”
“Ése tipo malo…”, Jamie Jone.

Desde una gran distancia, varios asientos de por medio, Jamie miraba la escena cercana a la partida de Kaffir. Mordio sus labios inconciente.
Y eso, pudo notarlo Yurem desde su asiento. A el, no le importaba la idiota línea que el decía como Kaffir,  el estupido “Te dije que era el malo”.
No podia creer que Jamie haya escrito algo asi sobre el, que ella lo viera de esa manera.
Yurem si se había enamorado, y había perdido el amor por culpa de la fama y los medios. Ahora, con Melec, había madurado, pero no queria involucrarse demasiado con nadie, porque no creía que era posible presentarle una nueva mujer como su novia.
Pero ella parecía estar enamorada de ese concepto, y no sabia como competir con la idea que había conquistado no solo su mente (sino además) las de miles de mujeres.
Dejo de mirar a Jamie cuando Misty rozo su mano y le dijo algo al oído, algo asi como “En esa escena luces genial”.
Yurem asintió con respeto, pero volvió a pensar en Jamie. Solo podia hacer eso, ahora que había decidido que era ella a quien queria presentarle a Melec como su novia.

Cuando la película acabo, el lugar repleto estallo en aplausos.
Despues de que el director subiera y dijera su discurso de agradecimientos, con elenco, varias personas salieron hacia la sala donde habían preparado mesas con aperitivos, bebida y adornos.
Yurem y Jamie parecían planetas atraídos uno al otro. Miradas iban y venían, a veces eran interrumpidas por hablar con alguien, otras veces simulaban que no lo hacían y en otras simplemente se sonreían.
Jamie sujeto una copa que Erin le ofreció, haciéndolas chocar, aunque prefirió no beber, ya que no queria hacer otro escándalo.
— Ese vestido ha logrado que cada hombre del lugar te mire…— Susurro Erin a su amiga.— Aunque claro, parece que hay un solo ganador.— Señalo a la zona donde estaban parado el actor y su representante.
Al ver ese gesto, ambos hombres vieron su oportunidad para acercárseles.
— ¿Me permites esta canción, Erin?
— Si no me queda opción…— Dijo suspirando.— Cuida a mi chica, Yurem.
— Claro.
Mientras Alex llevaba a la fuerza a Erin, no bailando muy bien causándole vergüenza ajena, Yurem aprovecho para bromear al respecto.
— Sabia que era duro, pero no crei que tanto… me apiado de los pies de Erin.
— Si me preguntas, se lo merece. Jamas se toma en serio a nadie.
— Dime… ¿Cómo va el asunto de ser la madrina?
— Hable con Star y ella comprendió que no podia hacer cargo de prepararlo todo. Fue muy dulce de su parte encargarse ella misma. Me quito un peso enorme de encima.— Rio leve.
— Y… ¿Le… Le dijiste a tu padre sobre… lo nuestro?— Yurem miro al suelo, moviendo su copa de lado a lado.
— No pude, cuando tomo el teléfono lo primero que dijo fue que estaba encantado con que su hija saliera con un famoso actor… y… dado que tu no querías que le diga la verdad… Espero que sigas pensando igual.— Inflo sus mejillas, sin mirarle ya que ahora sentía que su cara de rajaba al medio.
— Bueno… bebida y comida gratis… ¿Cómo negarme a eso? Solo… quiero algo en este momento…
— Dios, no. No me llevaras a la cama por un guapo que te veas con ese traje y…— Le señalo con un dedo, haciéndolo retorceder un poco.
— Jamie, solo queria bailar.— Quedo muda, sintiéndose una tonta.
— Oh… si, claro, claro…
Yurem no espero un segundo, tomo su mano y la guio con el resto de las parejas que bailaban al ritmo calmo.
Jamie recostó su cabeza de lado en el hombro de Yurem, mientras el pasaba su mano sobre la espalda de ella, lentamente, apretándose mas y mas uno contra otro.
Al principio a nadie le interesaba, pero poco a poco, todos fueron notando la evidente química que había ahí.
— Dime algo, Jamie.
— ¿Qué?
— ¿Has pensado en mi pregunta? ¿ya sabes que es lo que quieres?
Jamie queria responder que queria estar con el, que no se imaginaba amar a alguien mas, que por mas que ella hubiese podido imaginar un hombre cien veces mejor que el, este, nunca llegaría a hacerla sentir de esa forma.
Por otra parte, estaba cansada. Cansada de que la hieran, de dar lo mejor de si y sentirse usada. Estaba cansada de intentar ser alguien bueno y gentil, creer en los demás, y luego terminar defraudada. Y era la mayor razón por la que ella había elegido aislarse.
Cuando uno esta solo, no corre riesgo de salir lastimado. Cuando esa solo, no hay manera de que alguien falle.
Nisiquiera Erin había logrado penetrar la coraza tanto, porque por mas de que tuviera la suerte de cruzarse con alguien de buen corazón en el camino, no se podían olvidar años y años de decepciones.
Por eso su depresión, por ese esa forma extraña de caer frente a lo que ella esperaba y lo que ocurria en la realidad.
Jamie era tan soñadora que entrega todo de si, y esperaba en consecuencia lo mismo.
Yurem acerco su rostro al de Jamie, tan cerca que podia sentir su respiración rozar su piel.
— Yurem, por favor.— ella miro al suelo, buscando la manera no querer huir y al mismo tiempo caer bajo su encanto.
— Quiero que me digas lo que sientes, no puedo vivir en la duda… todo esto que siento no se modifico de ninguna manera, pero si me dices que no, entonces me alejare, prometo alejarme.— Sujeto entonces un cabello que se había escapado del peinado y lo coloco de nuevo en su sitio.
— Dime, ¿alguna vez funciona ese tipo de cosas de películas?— Yurem rio.
— No lo se, dimelo tu…— Los ojos de Jamie vagaron hacia los labios de el, y pudo ver cuando trago saliva, expectante de lo que ella decidiera.
Iba a suceder, a los ojos de Erin y Alex, y claro, el resto del salón, seria ya un beso, puesto que faltaban solo milímetros para tocarse, cuando…
— Yurem.— exigio Misty desde atrás.
— ¿Qué?— Pregunto aun mirando a Jamie.
— quieren entrevistarnos junto, De La Olla dijo que lo hiciéramos ya. Anda, muévete.
Exhalo con fuerzas denotando su desgano.
— Jamie, cuando vuelva te sacare de este sitio e iremos a cenar, y ahí, y solo ahí me diras la respuesta, no imrpota cual sea. Quiero al menos tener la oportunidad de tratarte bien por tantos años en los que te hice sentir mal y tu me lo debes, por haber escrito esa versión horrenda de mi.
Misty hizo una mueca, lo sujeto del brazo y lo guio al fondo entre la gente.
Jamie se quedo esperando, al lado de Erin, quien se posicionaba a su lado.
— Mirate, tus ojitos están hechos pure… ¿Qué ha sido todo ese coqueteo abierto? ¿sabes que hay fotos de ambos? Mañana estarán en boca de todos.
— LA verdad… me tiene sin cuidado.
— Vaya, ¡que mujer mas atrevida!— Bromeo.— Cielo, debemos irnos, el after comenzara pronto.
— Pero… quede con Yurem en ir a cenar.
— Pues, ve y dile. ¿A dónde se fue por cierto?
— Con Misty a una entrevista… ¿tienes mi teléfono?
— oh, Lo olvide con todo lo de tu vestido… ire a buscarlo, pero ve y dile a tu príncipe donde podrá ubicarte. No quiero que pierdas la cita de tu vida por nimiedades.
Jamie asintió y camino entre personas, algunas la detenían para saludarle, para felicitarle por el éxito de lo que había escrito, al final pudo salirse del tumulto.

— ¿Dónde están?
— No… no lo se… quizás se cansaron de esperarnos.— Dijo Misty detrás de Yurem, habían ingresado a uno de los camarines pero solo estaban ellos solos.
— Esto fue una perdida de tiempo. Me voy, si quieren entrevistas las dare luego.— Yurem quiso pasar por alto a Misty, pero ella le bloqueo el paso, con una sonrisa amplia e insinuante.— ¿Qué haces? Debo irme, con permiso.
— ¿Sabe una cosa, señor Jalaf? He pensado en usted mucho después de las escenas en las que me beso con tal intensidad.— La mano de Misty acaricio su cuello para luego querer alcanzarlo con sus labios.
— Para, detente.— Exigio Yurem tomandola por las manos, apartando su cabeza del de ella, quien con fuerzas queria alcanzarlo.
— Anda Yurem, no me digas que tu no has sentido los mismo, que no has coqueteado en las entrevistas… y…
— Misty… Misty… ¡Misty!— Se quejo al verla meter su mano dentro del pantalon.— ¡Quitate! ¡No quiero ser brusco contigo pero no me dejas opciones! ¡No me interesa! ¿Lo entiendes?
Yurem tuvo que alejarla dándole un empujon y apartarse de ella.
— ¿Qué dices?— Chillo con molestia.— Muy bien, si lo quieres asi… ¡Te acusare por acoso sexual!
— No me digas.— Dijo Yurem al tomar la manija del cuarto, deteniendo su paso con media sonrisa en sus labios.— ¿Sabes que esto sitios tienen cámaras de seguridad?
Le señalo entonces en la esquina superior el aparato.
>>En todo caso, mocosa, la del acoso aquí eres tu. — Misty quedo palida tartamudeando.— ¿Cómo crees que quedarías luego de ese video? Te aconsejo…— Dijo al oído en un susurro.— que te controles, no todo el mundo quiere contigo.

¡NUNCA te daré mi autógrafo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora