Capítulo 3.

786 44 4
                                    

Narra Ari.

Solo quedan dos horas para la comida y aún me tengo que duchar, vestir y maquillar.

No sé si me va a dar tiempo a todo, pero por no escuchar la bronca de mi madre, puedo asegurar que me va a dar tiempo.

Dos horas más tarde.

Llegamos a casa de mi hermano y nos abre Blanca con la pequeña Martina en brazos. Blanca nos saluda con dos besos y Martina se tira a mis brazos como de costumbre, la quiero tanto.

Entramos y saludo a mi hermano tirándome a sus brazos como ha hecho Martina minutos antes conmigo, yo buscaba refugio en ellos, cosa que él sabe y eso hace que me abrace con más fuerza. Cuando me separo de Dan, veo que Lena está mirándome y nos fundimos en un largo abrazo, después saludo a Raúl con dos besos. Me alegro muchísimo de volver a verlos.

Ponemos la mesa y empezamos a comer.

Ari: Familia, tengo que contaros algo.

En ese momento el silencio se adueña de la mesa.

Ari: Me voy a Los Ángeles -digo. A vivir allí una temporada, aún no sé cuanto, necesito cambiar de aire e intentar buscar mi felicidad.

Dan: Pero Ari, no te puedes ir así porque sí, tu familia está aquí, en Madrid -dice con una gran tristeza que se puede notar en su mirada y en su rostro.

No soporto ver así a mi hermano, es una de las personas más importantes de mi vida, el que ha estado conmigo paso a paso, verlo así me parte el alma.

Ari: No soporto verte así hermanito, estaré bien, te lo prometo -digo pasándole una mano por el pelo.

Dan: ¡Oye! ¿Sabes lo que me cuesta hacerme este tupé? -dice medio enfadado, pero con una sonrisa.

Ari: Así me gusta, que sonrías, hermano.

Lena: ¿Ari, dónde vas a vivir y de qué?

Ari: Tranquilos, he encontrado trabajo y un piso, me las apañaré y estaré bien, lo prometo.

Madre: Hija, no quiero que te vayas, pero si es lo que quieres, no seré yo quien te diga que no. Solo prométeme que estarás bien y que si te falta algo o te ocurre algo nos lo digas, ¿sí?

Ari: Te lo prometo mamá -sonreí.

Padrastro: ¿Y... Cuándo sale tu vuelo? -me pregunta con cierta tristeza.

Ari: En dos semanas.

Padrastro: Muy pronto, pero sabremos aprovechar el tiempo -dijo con una leve sonrisa.

A todos se les ve tristeza en las caras, aunque con una pequeña sonrisa. Y no es de extrañar, la pequeña de la familia se va muy lejos de ellos y eso desgarra el alma a cualquiera, hasta a mí, porque aunque ellos no lo crean no me voy por gusto, si no por necesidad.

Necesito irme de Madrid, aquí hay demasiados recuerdos, me ahogo, por eso necesito irme e intentar buscar mi felicidad.

Nota de autor.

¡Holaaa familiaaaa!

¿Encontrará Ari por fin la ansiada felicidad que tanto busca?

Os espero en los próximos capítulos y lo descubriremos.

Por cierto, ¿qué tal vuestra vuelta a la rutina? La mía se podría mejorar jajajajaja, pero bueno, no me puedo quejar.

¡Un besote familia!

Liberas Mis Alas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora