Capítulo 41.

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Narra Ari.

Por fin hoy salgo del hospital. Eric no ha aparecido por aquí en estos dos días, por una parte mejor, pero por otra me duele que no se preocupe ni lo más mínimo por mí.

Y por otro lado está Pablo que ha estado conmigo desde que me trajo aquí y no me ha dejado ni un solo momento sola. Y más después de todo lo que le dije la última vez que nos vimos. Su entrega y que no se da por vencido es de las cosas que más me gustan de él.

Entro al baño y me miro en el espejo. Aún tengo un moratón en la mejilla que no sé como me voy a tapar cuando venga mi familia. Voy a hacerle caso a Pablo y se lo contaré todo, no sé de donde voy a sacar la valentía y la fuerza, pero lo voy a hacer.

Estoy terminando de recoger las cosas cuando llaman a la puerta y abren.

Dan: ¿Dónde está mi hermana pequeña favorita? -dice con entusiasmo mientras entra en la habitación y yo salgo del baño.

Ari: ¡Pues yo, no tienes otra, idiota! -le revuelvo el pelo mientras le abrazo.

Deseaba tanto volver a los brazos de mi hermano mayor... De pequeña, siempre iba a sus brazos buscando refugio y aún teniendo 24 años lo sigo haciendo de vez en cuando.

Dan: Sabes que odio que me hagan eso. ¿Tú sabes lo que me cuesta peinarme así todos los días? -finge estar enfadado y se peina con los dedos.

Y es que es verdad, mi hermano es de las personas más presumidas que conozco, se puede tirar horas en el baño con tal de llevar el tupé perfecto.

Ari: Algo sé, he vivido contigo muchos años, como para saber todas tus manías. Por eso te lo hago -le contesto triunfante. ¿Y mamá y Lena? Pablo me dijo que vendrían.

Dan: Ahora suben, me he querido adelantar para ser yo el primero que te vea y darte una sorpresa. Por cierto... ¿Y ese Pablo? -me sonríe de forma pícara y yo río. Me lo tendrás que presentar digo yo.

Si yo te contara... Pienso.

Y es que es la verdad, si supiera que le conoce, que ha estado delante de él, que su hija le ama y que le conoce más de medio mundo... Fliparía. Tarde o temprano se volverán a ver y va a ser divertido la cara que va a poner mi hermano, eso seguro.

Ari: Es solo un amigo... -digo nerviosa.

Se abre la puerta y entra Pablo. Menos mal, pienso.

De alguna manera me ha hecho escapar del interrogatorio que se avecinaba de mi hermano. Aunque conociéndole sé que esto no acaba aquí. 

Me sorprende que piense que entre Pablo y yo hay algo más que una amistad porque sabe que sigo con Eric, aunque él tenga la esperanza de que no.

Pablo: ¿Hablábais de mí? -pregunta divertido entrando en la habitación.

Dan: ¿Pablo Alborán es el Pablo que nos llamo? ¿El que ha estado aquí todo este tiempo contigo? -me pregunta con asombro, no me equivocaba en nada sobre la cara que podría.

Ari: Sí, este Pablo es -Pablo y yo reímos ante el comportamiento y las preguntas de mi hermano.

En estos momentos mi hermano parece un niño pequeño con tantas preguntas.

Pablo: Sí, soy yo -dice sin parar de reír. Y tú eres el del restaurante, el padre de la niña que me pidió el autógrafo.

Dan: Sí, soy yo -ríe. Mi hija te adora y no sabes lo feliz que la hiciste. Solo tiene 7 años, pero no sabes lo mucho que te quiere.

Liberas Mis Alas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora