Capítulo 51.

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Narra Pablo.

Después de estar un rato tumbados besándonos y recorriendo el cuerpo del otro con las manos, decido llevarla a la habitación del hotel donde está la última parte de la sorpresa.

Me levanto del sofá y ella me mira con cara de no entender nada.

Pablo: Cariño, aún queda una cosa más. Ven -cojo su mano y nos levantamos-

Ari: ¿Aún hay más? -me pregunta sonriente-

Pablo: Sí, es la última.

Ari: ¿Me vas a vendar los ojos o ya puedo ver? -ríe-

Pablo: Esta vez vas a ver -río-

Salimos de la azotea y vamos al ascensor.

En el ascensor, la acorralo contra la pared y la beso con pasión. Mis manos están en sus caderas y las suyas en mi espalda, suben hasta mi pelo revolviéndolo. Ella suelta un leve gemido al sentir mi miembro contra su vientre y da paso a que nuestras lenguas luchen entre ellas.

Las puertas del ascensor se abren en el séptimo piso y muy a mi pesar, dejamos de besarnos y salimos.

Me besa fugazmente y me muerde el labio.

Pablo: Espera fiera, que aún no ha empezado nada -la digo pícaramente-

Ella sonríe sensualmente y se muerde el labio inferior. Me vuelve loco.

Coge mi mano y apoya la cabeza en mi hombro mientras caminamos hasta la habitación.

Narra Ari.

Estamos de camino a la habitación, y siento que si no llegamos pronto, no me haré responsable de mis actos. Todos los movimientos de Pablo me excitan, no sé qué tiene que me vuelve loca.

Llegamos a la habitación, abre la puerta y no puedo creer lo que veo. Toda la cama y el suelo están llenos de pétalos de rosas.

Ari: A si que... Eres un romántico -paso mi mano por su pecho-

Pablo: ¿No ha quedado claro esta noche? -me sonríe- Pero, ahora vas a conocer a una parte de mí más... Salvaje -dice en un tono muy sensual- Esta noche te voy a amar como nunca he amado antes.

Sus palabras me encienden y sin dar paso a que diga nada más me deshago de la americana que tanto me gusta.

Ari: Estaré encantada de descubrir esa parte -le digo pícaramente antes de besarle-

Comienzo a desabrocharle la camisa sin despegar mis labios de los suyos. Meto las manos por debajo de la camisa y se la quito, el contacto de su piel y mi piel me quema.

Él pasa de mi boca a mi cuello y me muerde suavemente. Desabrocha mi vestido dejándolo caer al suelo. Quito mis zapatos y él los suyos.

Estoy semi desnuda ante él y eso provoca una mezcla entre excitación y nervios.

Llegados a este punto, sé que esta vez sí puedo hacerlo con Pablo. Ya no está el miedo de la otra vez en su casa. Ya no.

Ari: Creo que hay una pequeña desigualdad, ¿no cree señor Moreno?
-le muerdo el lóbulo de la oreja y él suelta un leve gemido-

Pablo: Soy todo tuyo -pone sus manos en mi culo- Desnúdame.

Y eso hago, voy dándole besos por el pecho hasta llegar debajo del ombligo y le muerdo suavemente. Desabrocho su cinturón y le quito el pantalón dejándole en bóxers.

Me coge de las caderas y enrollo mis piernas a su cintura. Me tumba en la cama quedando debajo de él.

Pablo: Creo que esto sobra -dice mientras quita mi sujetador-

Pablo besa cada parte de mi cuerpo, no deja ni un solo rincón sin besar o morder y yo solo puede gemir y arquear la espalda en respuesta a él.

En un solo giro cambio de posición quedado encima de él. Me mira con sus ojos café cargados de deseo esperando cualquier movimiento que haga.

Repito la misma acción que ha hecho conmigo minutos antes, besar cada rincón de él.

Ari: Esto no me hace falta -me deshago de sus bóxers-

Tenerle desnudo frente a mí hace que la temperatura de la habitación suba por momentos.

Vuelve a dejarme debajo de él y me quita el tanga mientras le beso el cuello.

Vuelve a besarme. Deja mi boca para seguir por mi cuello, bajando por mis pechos hasta llegar al ombligo. Gimo por el contacto de su aliento en mi piel.

Estamos completamente desnudos y él no hace más que torturarme con su boca. Necesito que esté dentro de mí.

Ari: Pablo... Te necesito -le digo incoherentemente-

Va besando mis piernas y busca sus pantalones, que están en algún lugar de esta habitación, para coger un preservativo de la cartera.

Lo encuentra y se lo pongo.

Pablo: ¿Estás segura? -pregunta mientras entrelaza nuestros dedos-

Ari: Más que nunca -sonríe y entra en mí-

Sus embestidas se hacen más fuertes y nuestros gemidos aumentan por momentos. Nos besamos intentando callarlos, pero la pasión, el amor y la excitación son más fuertes. Clavo mis uñas en su espalda.

Ari: Te... Quiero -le digo con la respiración entrecortada-

Me pongo encima de él, pone sus manos en mis caderas y sigue embistiendo.

Nuestros cuerpos encajan a la perfección, esta sensación no la quiero perder nunca.

Llego al éxtasis total y él acelera los movimientos.

Pablo: Yo... También te quiero -dice antes de llegar al clímax-

Sale de mí y caigo rendida a su lado.

Nuestros cuerpos están sudados. Apoyo mi cabeza en su pecho.

Ari: Tenías razón... Sí que eres salvaje... Y me vuelve loca -le beso el pecho-

Pablo: Tú tampoco te quedas atrás. Esta ha sido una de las mejores noches de mi vida -acaricia mi pelo- Espero poder tener muchas así.

Ari: Quiero que todas nuestras noches sean así.

Acaricia mis muslos mientras me besa.

Pablo: Te amo -besa mi frente-

Ari: Te amo -le beso fugazmente-

Pablo: Descansa.

Me acomodo en su pecho y escuchando los latidos de su corazón me quedo dormida y él conmigo.

Nota de autor.

¡Familiaaaa!

¿Qué os ha parecido la sorpresa de Pablo? Es puro amor 😍

Quiero deciros que esta escena está hecha con todo mi cariño y respeto hacia Pablo. No si os gustará, porque no he hecho ninguna escena así antes y no sé cómo habrá salido. Espero que os haya gustado.

¡Millones de besos a todos! 💕

Liberas Mis Alas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora