Capítulo 46.

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Narra Ari.

En el camino de vuelta hay un absoluto silencio en el coche. Él se da cuenta y empieza a hablarme.

Pablo: Ari... Yo... -dice nervioso- Siento lo que acaba de pasar -me pone la mano en el muslo-

Él no quita la vista de la carretera y yo me giro para mirarle.

Ari: Tranquilo... No ha sido tu culpa tuya -pongo mi mano sobre la suya que aún está en mi muslo y entrelazo mis dedos con los suyos-

Pablo: No aguanto que te mire de esa forma, ni te hable de la manera como lo hace... Y menos lo que te acaba de decir.

Ari: Te lo repito... No ha sido culpa tuya, sino suya por no acepar la realidad y haberme hecho tanto daño -le doy un leve sonrisa-

Pablo: Ese es su problema, se olvidó de ti, te tenía enfrente. Y te hizo daño, pero no voy a dejar que vuelva a hacértelo, te lo prometo -sonríe sin dejar de mirar a la carretera y aprieta mi mano-

Yo le respondo con una sonrisa y acaricio su mano.

Llegamos a casa, subimos las maletas a la habitación y me cambio mientras que él hace una llamada.

Ari: ¡Ya estoy! -le digo detrás de su espalda haciendo que se asuste-

Pablo: Joder, me has asustado -se hace el enfadado-

Ari: Perdóname Pablito... -le hago pucheros-

Él me coge de la cintura y me levanta en el aire dándome vueltas mientras me besa.

Pablito: Estás perdonada -me sonríe y me pone en el suelo- Por cierto, estás preciosa -me sonrojo-

Ari: No es nada del otro mundo... Es algo casual.

Y es que tampoco voy nada formal, sino todo lo contrario.

Llevo unos vaqueros rotos por la rodilla, una camiseta básica blanca, la chaqueta de cuero negra, tacones y bolso de mano negros también.

Ari: Vámonos, anda -le sonrío-

Coge las llaves de casa y del coche, y nos vamos.

Llegamos al restaurante donde hemos quedado con mi familia.

Ellos ya están allí. Nos saludamos, nos sentamos y pedimos.

Pablo está a mi lado y se nota que está nervioso, le acaricio la mano por debajo de la mesa para tranquilizarle y él me sonríe.

Mamá: ¿Cómo estás hija?

Se perfectamente a lo que se refiere, pero no es que me apetezca hablar mucho de esto, es algo que quiero olvidar, aunque sea difícil.

Ari: Estoy bien, mamá. Eso es algo de lo que no me gusta hablar y que quiero olvidar... Aunque sea complicado -Pablo me acaricia la pierna para que esté tranquila y yo le sonrío-

Mamá: Claro hija -me sonríe mientras me coge la mano encima de la mesa-

Ari: Y... ¿A qué hora sale el vuelo? -intento desviar el tema-

Lena: Comemos y nos vamos para el hotel a por las maletas.

Ari: Os voy a echar mucho de menos... Prometo ir a Madrid antes de que acabe este año -sonrío-

Mamá: Eso espero hija... ¿Prometido? -me sonríe-

Ari: ¡Prometido! -me levanto y la abrazo-

Liberas Mis Alas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora