Narra Ari.
En el camino de vuelta hay un absoluto silencio en el coche. Él se da cuenta y empieza a hablarme.
Pablo: Ari... Yo... -dice nervioso- Siento lo que acaba de pasar -me pone la mano en el muslo-
Él no quita la vista de la carretera y yo me giro para mirarle.
Ari: Tranquilo... No ha sido tu culpa tuya -pongo mi mano sobre la suya que aún está en mi muslo y entrelazo mis dedos con los suyos-
Pablo: No aguanto que te mire de esa forma, ni te hable de la manera como lo hace... Y menos lo que te acaba de decir.
Ari: Te lo repito... No ha sido culpa tuya, sino suya por no acepar la realidad y haberme hecho tanto daño -le doy un leve sonrisa-
Pablo: Ese es su problema, se olvidó de ti, te tenía enfrente. Y te hizo daño, pero no voy a dejar que vuelva a hacértelo, te lo prometo -sonríe sin dejar de mirar a la carretera y aprieta mi mano-
Yo le respondo con una sonrisa y acaricio su mano.
Llegamos a casa, subimos las maletas a la habitación y me cambio mientras que él hace una llamada.
Ari: ¡Ya estoy! -le digo detrás de su espalda haciendo que se asuste-
Pablo: Joder, me has asustado -se hace el enfadado-
Ari: Perdóname Pablito... -le hago pucheros-
Él me coge de la cintura y me levanta en el aire dándome vueltas mientras me besa.
Pablito: Estás perdonada -me sonríe y me pone en el suelo- Por cierto, estás preciosa -me sonrojo-
Ari: No es nada del otro mundo... Es algo casual.
Y es que tampoco voy nada formal, sino todo lo contrario.
Llevo unos vaqueros rotos por la rodilla, una camiseta básica blanca, la chaqueta de cuero negra, tacones y bolso de mano negros también.
Ari: Vámonos, anda -le sonrío-
Coge las llaves de casa y del coche, y nos vamos.
Llegamos al restaurante donde hemos quedado con mi familia.
Ellos ya están allí. Nos saludamos, nos sentamos y pedimos.
Pablo está a mi lado y se nota que está nervioso, le acaricio la mano por debajo de la mesa para tranquilizarle y él me sonríe.
Mamá: ¿Cómo estás hija?
Se perfectamente a lo que se refiere, pero no es que me apetezca hablar mucho de esto, es algo que quiero olvidar, aunque sea difícil.
Ari: Estoy bien, mamá. Eso es algo de lo que no me gusta hablar y que quiero olvidar... Aunque sea complicado -Pablo me acaricia la pierna para que esté tranquila y yo le sonrío-
Mamá: Claro hija -me sonríe mientras me coge la mano encima de la mesa-
Ari: Y... ¿A qué hora sale el vuelo? -intento desviar el tema-
Lena: Comemos y nos vamos para el hotel a por las maletas.
Ari: Os voy a echar mucho de menos... Prometo ir a Madrid antes de que acabe este año -sonrío-
Mamá: Eso espero hija... ¿Prometido? -me sonríe-
Ari: ¡Prometido! -me levanto y la abrazo-
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Liberas Mis Alas.
FanfictionAriadna o Ari como todos la llaman, no lo ha pasado bien en la vida, vive en Madrid, pero decide mudarse a Los Ángeles para encontrar la felicidad y quién sabe, el amor, aunque tiene miedo a enamorarse y que la pase lo mismo que con su ex. En Los Á...