Capítulo 50.

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Narra Ari.

Pablo salió hace días del hospital, está totalmente recuperado, aunque aún tiene contusiones y alguna herida. El hecho de que esté en casa conmigo me hace muy feliz.

Sus padres se han ido esta mañana temprano, ayer cenamos con ellos para despedirnos y poco a poco las cosas van volviendo a la normalidad.

Estoy haciendo el desayuno cuando noto que sus manos se posan en mis caderas mientras que me aparta el pelo a un lado y besa mi cuello.

Me doy la vuelta y le beso.

Ari: Buenos días, mi amor -sonrío en su boca-

Pablo: Buenos días, mi vida -muerde suavemente mi labio inferior-

Que haya hecho eso me vuelve loca y le beso con pasión.

Ari: Deja de hacerme eso -le sonrío- Sabes que me vuelve loca y lo haces.

Pablo: Por eso lo hago, cariño -acaricia mi cara sin dejar de mirarme a los ojos-

Ari: ¿Desayunamos? -le doy un corto beso en los labios-

Pablo: Claro -tira de mi mano suavemente hasta la silla-

Desayunamos entre risas y bromas.

Después, recogemos todo y nos ponemos en el sofá a ver películas.

Me quedan pocos días de vacaciones y quiero aprovecharlos junto a él.

Me dieron algún día más por el accidente de Pablo y los pocos que me quedan no quiero estar separada de él.

Estoy acurrucada en su pecho mientras que él juega con mis dedos entre los suyos.

Pablo: Ari... Esta tarde tengo un plan para nosotros -me mira dulcemente- ¿Te apetece?

Ari: Claro, mi amor. ¿Qué vamos a hacer?

Pablo: Es sorpresa... Lo siento, no sabrás nada hasta esta tarde, te toca esperar -ríe-

Ari: Pablito... No seas malo... Dame una pista -le pongo cara de corderito-

Pablo: No, tendrás que esperar -me abraza- Solo te digo que te pongas guapa, más que de costumbre -me sonrojo-

Ari: Está bien... -beso su mano-

Lo que queda de mañana la pasamos en el sofá, comemos y comenzamos a prepararnos para la sorpresa que tiene preparada Pablo.

(...)

Pablo: ¡Vamos Ari que al final salimos tarde! -grita desde abajo de la escaleras-

Ari: ¡Voy! -le grito desde la habitación poniéndome el zapato que me queda-

Bajo las escaleras y me sonríe.

Pablo: Estás preciosa -me coge de la mano y me da la vuelta- Me encanta ese vestido -besa mis labios cogiéndome de la cintura con una mano mientras la otra está en mi espalda-

Pablo: Estás preciosa -me coge de la mano y me da la vuelta- Me encanta ese vestido -besa mis labios cogiéndome de la cintura con una mano mientras la otra está en mi espalda-

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