Capítulo 7.

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Narra Pablo.

Estoy sentado en una cafetería cuando entra ella, una de las chicas más guapas que he visto en mi vida, en sus ojos puedo ver ilusión, luz y tristeza... Y eso me duele, porque aunque no la conozco ver que una chica como ella podría estar pasándolo mal me rompe el alma.

Al verme y reconocerme me regala una dulce sonrisa y una mirada tierna y cariñosa.

El tiempo que estoy aquí noto como me mira, de vez en cuando, aunque ella piense que no me doy cuenta, al igual que yo a ella, no puedo dejar de mirarla, pero por lo que veo parece preocupada, agobiada y triste.

Salgo de la cafetería cuando noto que alguien choca conmigo, levanto la cabeza y es ella, la chica que me ha vuelto loco desde que la he visto.

Ari: Lo... Lo... Lo siento, iba pensando en mis cosas y no me he dado cuenta de que estabas ahí -consigue decir con una dulce sonrisa.

Pablo: No pasa nada, yo también he tenido culpa, que voy sin mirar -digo sonriendo. Por cierto, eres...

Ari: Ariadna, pero llámame Ari
-sonríe. Tú no hace falta que te presentes, eres Pablo Moreno -dice sin parar de sonreír.

Pablo: Vaya, me sorprende que me llamen Pablo Moreno en lugar de Pablo Alborán -digo con una sonrisa.

Reímos.

Ari: Bueno, tengo que irme, un placer señor Moreno -dice riendo.

Me encanta verla reír aunque solo la conozco de una hora su sonrisa me encanta. ¿Me estaré enamorando?

Pablo: ¿Nos volveremos a encontrar? -la digo mirándola a los ojos.

Ari: Seguro -dice mientras se acerca a la puerta sin dejar de mirarnos a los ojos.

Y se va. ¿Qué me está pasando? ¿Me estoy enamorando? No, es prácticamente imposible, solo la conozco de una hora. ¿Amor a primera vista tal vez? No, no puede ser.

Narra Ari.

De vuelta a casa no puedo parar de pensar lo que me ha pasado, es que era de locos, jamás pensé que me pasaría algo así, y menos con Pablo Alborán, lo que digo, que era de locos.

Abro la puerta, entro en casa y ahí está Eric sentado en el sofá con el portátil.

Eric: Amor, ya estás aquí -dice acercándose a mí y besándome.

Ari: Hola cariño -le beso. Tengo algo que contarte.

Para de besarme al oír esa frase.

Eric: Claro, dime -dice algo serio.

Ari: Verás... -mi voz tiembla, no sé si podría continuar. Es por la plaza en la escuela de baile... -continuo y veo como su rostro va cambiando. Voy a aceptar esa plaza, es mi sueño y voy a perseguirlo -consigo decir.

Noto su mano descargando toda su furia en mi cara.

Eric: ¿No te ha quedado clara ya mi opinión, o es que hay que repetirte las cosas mil veces? -dice gritándome muy furioso.

Me llevo la mano a la cara algo confusa y dolorida, nunca pensé que Eric fuera capaz de pegarme, él me quiere o eso dice y no entiendo por qué ahora lo ha hecho.

Ari: Porque es mi sueño, tú lo sabes y aún así quieres que no lo cumpla. ¿Es eso lo que quieres, verme infeliz? -digo llorando, por el dolor del guantazo y por la impotencia.

No le doy tiempo a responder y salgo a la calle, necesito pensar en todo lo que me acababa de pasar.

Nota de autor.

Gracias familia por estar ahí, apoyándome es muy importante para , con tan solo leer la novela me hacéis muy muy feliz. ¡GRACIAS! ¡Un millón de abrazos!

Liberas Mis Alas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora