14. Cita

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Hoy al fin, saldré en una cita con Morgan. No es nada importante, bueno si me emociona Morgan es demasiado apuesto, seria extraño no sentirme atraída por el. Pero es solo que no me quiero enamorar de alguien tan mujeriego como el. Solo dios sabe con cuantas chicas se ha a acostado y no quiero ser una mas. Solo quiero saber que si todo lo que me dijo su madre es cierto. ¿Que digo? No pienso tener nada con el y ni siquiera enamorarme de alguien como el.

Me vestí con un short que me llegaba arriba de las rodillas color beige, con una blusa sin mangas blanca y de cuello con piedreria. Me puse una chaqueta color crema. Me maquille y me puse mi reloj y unos aretes. ¿Exagero?

—Mi amor, luces tan hermosa.—Dijo mi madre besando mi mejilla.

—Gracias mamá.—Gire mis ojos y le sonreí.

—Su dios griego esta aquí.—Gritó mi padre pasando frente a mi cuarto. Baje y al salir camine hacia su auto. Me abrio la puerta y subi.

—Luces tan hermosa.—Hablo al fin, sonriéndome.

—Bueno, tu demasiado apuesto.

—No tendremos sexo hoy, Kylie. Por favor contrólate.—Dijo manejando, comence a reir.

—Lo siento, estoy necesitada.

—Se nota, bae.—Dijo sonriendo divertido.

—Cállate, Morgan.—Encendió la radio y la canción menos indicada sonó.

It's a beautiful night
We're looking for something dumb to do. Hey baby, I think I want to marry you.—Comenzó a cantar, yo me quede sorprendida. Canta bien.

Say no, no, no, no.—Cante riendo.

Don't say no no no no no
Just say yeah yeah yeah yeah yeah
And we'll go go go go go
If you're ready like I'm ready

I think i want to marry you.—Me burle sonriendo.

—¿Ya te enamore?

—Cállate.

—¿Ahora te das cuenta que no sera tan malo vivir conmigo?

—Si, me he dado cuenta.—Su boca se curveo en una sonrisa.

—Realmente soy un amor de persona, solo con las personas que quiero.—El tocó su pecho.

—Auch, creo que no me quieres.

—Si te quiero o al menos te soporto.

—Lose, es un sentimiento que provocó en todas las personas que conozco.—Yo reí sarcásticamente.

—¿A dónde iremos?

—Burger King.—Una sonrisa de oreja a oreja apareció en su rostro.

—¿Estas de broma?—El nego con la cabeza sonriendo.

—Hace tiempo que no como hamburguesas.

—No iré a Burger King, he comido demasiadas el día de ayer. Emily estaba de antojo y si no le das lo que quiere, mejor no te digo.—Frote mis cienes con las yemas de mis dedos.

—¿Ensalada?—Yo sonreí y asentí.—Odio la ensalada, quiero alitas.

—Tu comes alitas y yo ensalada, mi amor.—El me dio una rápida mirada mientras conducía, r-a-y-o-s.

—Que bien se escucha que me digas así, bae.—Dijo con una de sus estupidas pero hermosas sonrisa en su rostro.

—Concéntrate en la carretera.—Dije mirando a la ventana, evitando que viera mi sonrojo.

—¡Aquí hay alitas!—Aparco frente a un restaurante familiar. Lo mire y el chasqueo su lengua.—Y esa hierba que te gusta.

—Si, he comido aquí.—El me miro y bufo, murmurando cosas al salir del auto. Se acercó y abrió mi puerta.

—Tienes que entender que me estoy esforzando.—Miro hacia los lados y después a mi.

—Eso ya lo sé O'Conner.—Bese su mejilla y ambos caminamos hacia el restaurante, nos sentamos en una mesa y enseguida ordene una ensalada cesar y el una orden de alitas búfalo.

—¿Estas comiendo eso por que estoy frente a ti?—Yo reí y sacudí mi cabeza.

—Me encantan las ensaladas y también las alitas.—Tome una de su plato y la mordí.

—Basta Kylie, me exitas.—Me miró y yo solo gire los ojos.

—¿Nunca dejas de meter el sexo en cualquier conversación, no?

—No.—Sonrió y mordió su alita.

(...)

—Será más interesante la próxima, se que esto fue patético.—Hablo al aparcar frente a mi casa.

—Lo fue, pero me divertí.

—Doy pena.—Chillo.

—Guardare el secreto de que solo tienes citas patéticas.—Le sonreí mientras tanto el salió del auto y corrió a abrir mi puerta.

—Eso me alegra.—Se recargo sobre el auto, se ve demasiado bien con esa ropa.

—Bien, me tengo que ir.—Le di una rápida mirada a mi casa.

—Gracias, Kylie.—Murmuro tomando mi mano.

—¿Por qué?—Fruncí el ceño.

—Me tratas como si nunca hubiese hecho algo malo.

—Es que no has hecho nada malo.—Acaricie su mejilla.

—¿Nos vemos mañana?—Pregunto sonriendo mientras se acercaba a mi.

—Si eso quieres.—Le sonreí y bese sus labios, como me encanta esto.

One Year Donde viven las historias. Descúbrelo ahora