Hace unos cuatro días que Gabriela se fue, ahora yo cuido de su hija Lottie quien en serio ha sido una bebe tan dulce, risueña y que duerme demasiado lo cual me ha ayudado mucho. Morgan y yo nos turnábamos para cambiarle su pañal en caso de que estuviera sucio. Una extraña situación pero que realmente resultó satisfactoria y de mucha utilidad fue haber comprado un bebe de juguete al segundo día, a los cuales les cambias el pañal. Sé que es algo estúpido pero eso fue para alguien estúpido, ósea que para Morgan.
—Mira lo que te traje.—Entre a la habitación y lance el paquete a la cama. Morgan me miró con el ceño fruncido sin dejar de mecer a Lottie en sus brazos, quien no dejaba de babear su manita, cosita hermosa.
—¿Qué es eso?
—Esta será una noche larga, mi amor. No quiero que lo habrás hasta que Lottie esté dormida más tarde.—Me acerqué y tome a la bebe en mis brazos, una sonrisa apareció en su rostro porque él cree que hablo de sexo, que mal.
Más tarde cuando él se esforzó realmente por hacer que Lottie se quedara dormida, corrio a mi habitación donde estaba yo leyendo. Disfrutando de mi descanso ya que hoy era su turno de cuidar a la bebe.
—Lo traje, aquí está.—Entro a la habitación con el paquete en sus manos. Lo mire y sonreí sentándome en mi cama.
—Ábrelo.—Rompió el papel de regalo–si, le envolví porque quería verlo sufrir–frunció el ceño y levantó la caja al aire.
—¿Para qué queremos un jodido bebe de juguete?
—¡Vamos a enterarte para cambiar pañales!—Sonreí y lo jale hacia la cama. Esa noche le enseñe a cambiarlos pañales, al intento ocho lo logró con esfuerzo después de terminar esa práctica seguía la de preparar fórmula y bañar a un bebe. Después de todo esto tendría un beneficio para nosotros, porque gracias a dios ahora estoy un 95% segura de que mi bebe de un futuro estará vivo por un largo tiempo, ese 5% restante es justo no contarlo ya que bueno, hablamos de Morgan.
Y justo ahora acaba el cuarto día, donde intentó dormir a Lottie ya que tiene colicos y sabemos que los bebes no pueden dormir cuando pasa eso y sabemos que si yo no duermo lo suficiente voy a arrancar cabezas.
—Lottie ya.—La arrulle y ella solo hipo, de tanto llorar.
—Kylie, ven a la cama.—Chillo Morgan adormilado mientras rodaba sobre la cama.
—Lottie está por dormirse.—El gruñio y volvió a dormir.
—Tu mami volverá pronto, tan solo faltan dos días más y vendrá por ti. Y te dará besitos por todos lados.—Hice cosquillas en su barriga haciéndola reír.
—¿Ya me dejas dormir?—Y como si me entendiese, cerró sus ojos. La recosté en su cuna y me lancé a la cama.
—Mañana viene tu mamá por ti, al fin porque ya no te soporto...pero te quiero.—La voz de Morgan me despertó, abrí mis ojos y vi que le hablaba a Lottie, que estaba en sus brazos mientras se chupaba su pulgar.
—¿Se despertó?—Me senté y pase mis manos por mi cabello.
—Tiene hambre, ya le di un biberón pero creo que quiere esas cosas en puré.
—¿Papilla?—Pregunte sonriendo.
—Si, creo que si.—Frunció el ceño y recostó a Lottie en la cuna.
—Ha resultado dificil todo.—Fui a la cocina y tome la papilla junto a una cuchara de postre. El me siguió y solo un gruñido de frustración.
—No vengas a quejarte porque tú fuiste quien aceptó, no pienso tener hijos hasta dentro de 3 años.—Sonreí negando con la cabeza.
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One Year
Novela Juvenil»Quien diría que tus propios padres te obligarían a casarte con un desconocido a tus solo 22 años. 365 días, 12 meses juntos hasta el "divorcio".