Morgan
Tengo que ir con mi madre y Kylie a elegir el pastel, comida y todas las cosas que se comen en una boda. Realmente es un fastidio estar con ellas, me gusta pasar tiempo con ambas pero las dos juntas...no querrían estar con ellas. Fuimos a más de tres pastelerías y en todas, mi madre se quejó, que no tenían lo que necesitábamos. En la quinta pastelería, encontramos lo que quería.
Milagro de dios.
—Este pastel es más que delicioso.—Kylie metió un trozo de pastel a su boca y cerró los ojos por un momento. Disfrutando del sabor.
–¡Lo amo! Quiero este pastel en mi boda.—Chillo emocionada y tomó otro trozo con el tenedor.—Abre tu boca, mi amor.—La abrí y ella metió el trozo de pastel.
Cremoso y delicioso.
—También quiero el pastel.—Bese su mejilla y me senté en un sofá. Saqué mi iPhone y cheque mi Instagram, no lo utilizo mucho. Solo es para mirar las fotos de Kylie y la otra Kylie.
—¿Piensas solo probar?—Se sentó en mi regazo y me rodeó con sus brazos.
—Me han obligado a venir así que, es lo menos que puedo hacer.
—Le dije a tu madre que escogiera lo que quiera. ¿Qué tal si nos vamos de aquí?
—¿A dónde iríamos?—Pregunte con diversión.
—No lose, vamos ya—Se puso de pie y tomo mi mano, salimos de la pastelería y comenzamos a caminar.
—Sube a mi espalda.—Ella sonrió y subió, tome sus piernas y ella abrazo mi pecho, recargando su rostro en mi hombro. Beso mi mejilla y hablo:
—Te quiero.—Beso mi cuello.
—Me provocas cosquillas, deja de hacer eso.—Ella dejó salir una risita.
—¿Sabes dónde venden ice de mora azul?
—Supongo que en una tienda.—Dije riendo.
—Bájame.—La solté y bajó de un brinco.—¿Qué podemos hacer?
—Conseguir esa cosa que quieres.—La tome de la mano y caminamos hasta una cafetería, me sorprende que tengan esas cosas en una cafetería. Ella entró a comprar y yo la espere afuera. Saqué mi iPhone para chocar mis mensajes de texto.
—¿Por qué tan solo?—Pregunto una rubia, de ojos azules y carnosos labios.
No lo hagas, ignórala.—Dime eso tú, muñeca.—Le guiñe un ojo y ella sonrió.
—Te lo has ganado.—Me quito mi iPhone y tecleo algo, su numero.
—Llámame cuando quieras.—Se acercó a besar mi mejilla para después irse. Voltee hacia adentro y Kylie seguía comprando. Después de 5 minutos, un taxi aparcó frente a la cafetería, vacío. Kylie salió y camino lejos de ahí, con dos ice.
—¿Ahora a dónde vamos?
—Toma tu estupido ice.—Me lo dio en la mano, mantenía la mirada baja.
—¿Qué pasó? ¿Te han dicho algo?
—Te vi, Morgan. Esto nunca funcionará. Dejemos este intento de matrimonio. Tenemos un trato, un año. Así será.—Corrió al taxi y se fue.
—Idiota.—Gruñí y lance el ice al suelo, manchando mis vans blancos.
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One Year
Teen Fiction»Quien diría que tus propios padres te obligarían a casarte con un desconocido a tus solo 22 años. 365 días, 12 meses juntos hasta el "divorcio".