Kylie
No entendía a Morgan. Él me daña, no es bueno para mí.
¿Quién te grita de esa manera y después te confiesa su amor?
¿Eso se considera romántico ahora?
Ya no estaba molesta con el, solo estoy...algo confundida.
—¿Puedo dormir en otro lugar?—Estaba recargada en el marco de la puerta, con mis brazos cruzados en mi pecho. Él me miró con el ceño fruncido y se acercó a mí.
—Yo puedo dormir en el sofá, duerme en la cama.
—Yo me refiero—Aclare mi garganta.—Me refiero a otra habitación, vendré temprano aquí. Pero necesito otra habitación.
—¿Sigues molesta? No es para tanto.—Gruñio.
—Quiero estar con Thomas, veremos películas y eso.—El apretó su mandíbula y sus manos estaban en puños.
—Te he dicho algo, K. Y solo me dijiste «está bien» ¿No piensas decirme algo más?
—Te amo. Estoy segura de ello. Pero no quiero estar contigo. Piensas que diciéndome que me amas, volveré en seguida contigo y no funciona así. Te lo dije, no volveré contigo.—El solo bajo la mirada, suspire y continúe.—Ahora dime, ¿cómo consigo una habitación?
—Solo di que eres una O'Conner.—Asentí y entre en la habitación. Tome mi ropa, mi maquillaje y lo metí en un bolso. Lo mire por última vez y salí de la habitación.
Entre en el ascensor y baje a la recepción. Mire la hora y tan solo faltaban 20 minutos para que Thomas saliera. Salí del ascensor y corrí hacia Thomas, que me recibió con un abrazo.
—Han pasado horas y realmente te extrañe demasiado.—Beso mi mejilla y yo me sonroje.
—Necesito una habitación.
—¿Para cuantos?—Hablo mientras corría de nuevo hacia su computadora comenzando a teclear cosas.
—Dos. La que sea está bien, solo es para esta noche.—El apretó su mandíbula y siguió.
—Los O'Conner tienen habitaciones gratis. Sin reservación.—Se giró a un estante, donde estaban llaves y tarjetas en unas pequeñas cajas. Tomo una tarjeta y me la dio.—Habitación 69, ¿puedo saber la ocasión?
—Veré películas con mi sexy y joven amante.—Abrió sus ojos sorprendido y comenzó a reír.
—Estaban por llegar los celos hasta aquí.—Sonrió y tocó su cien.
—¿Me voy?—En se encogió de hombros.—Bien, te espero en la habitación y no tardes.—Me giré sobre mis talones hacia el acensor.
—Linda pijama.—Grito a mis espaldas. Me sonroje y baje mi mirada hacia mí pijama. Una camisa de Morgan negra de manga corta y la pijama con ositos por todos lados, mientras que se burlaba aún más por mis pantuflas, con la cara de un osito.
—Olvida los cordones.—Grite y el frunció el ceño por un momento, para después hacer un lindo puchero.
—Kylie.—Chillo y yo solo solté una carcajada, mientras entraba al elevador. La habitación tenía una gran cama, con cobertores naranjas. Tenía una pantalla en la pared. Demasiado grande. Deje mi bolso sobre un sofá rojo, que estaba a un lado de la cama. Corrí hacia la cama y me lancé, me estiré y tome el teléfono.
—Buenas noches, ¿en qué puedo servirle?—Hablo una voz femenina.
—¿Aquí puedo ordenar servicio a la habitación?
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One Year
Teen Fiction»Quien diría que tus propios padres te obligarían a casarte con un desconocido a tus solo 22 años. 365 días, 12 meses juntos hasta el "divorcio".