10. Puede funcionar.

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—Así que, viendo el primer capítulo admito que es interesante.—Dijo Morgan, comiendo chocolate.

—Estaaaan tan guapos los hermanos Salvatore, deberías tener envidia.

—No, no la tengo.

—Ojalá me casara con uno de ellos y no contigo.

—Eso me dolió.

—Eso esperaba.—Le sonreí. Ya íbamos en la segunda temporada, genial.

—Son las 4 de la madrugada.—Dije bostezando.

—Lose.—Se acomodo y se cobijo. Trague saliva y tome el valor de hacer lo mismo, mirando hacia la derecha, al igual que el. Cerré mis ojos, intentando dormir, hasta que sentí su mano en mi cintura, atrayéndome hacia el. Tomo mi mano derecha y entrelazo nuestros dedos, bostezo y hablo;

—Buenas noches, bae.—Beso mi hombro y al parecer se quedo dormido.

«Okey, eso fue raro»
«Pero me gusto»

Me sentía cómoda con el a mi lado, segura. Sonreí inconscientemente y cerré mis ojos, quedándome dormida a los pocos minutos.

Narradora

Morgan se dio cuenta que no debía hacer eso, no con ella. Se safo de su agarre y se giró, arrepintiéndose de haber hecho eso. Se puso de pie, al ver que ya era de día. Se estiro y camino hacia el baño, a hacer sus necesidades. Kylie se movió y noto que Morgan ya no estaba a su lado, se sentó y escucho a alguien en el baño, el estaba ahí. Se puso de pie y se estiro, corrió a su espejo y acomodo su cabello y tallo sus ojos, ahora no lucia tan mal. El salió y le sonrió.

—Buenos días, bae—Beso su mejilla, su aliento olía a pasta dental, ella sonrió y entro al baño. Lavo su cara y sus dientes e hizo sus necesidades.
Morgan estaba recargado en el marco de la puerta en silencio, con su mirada perdida. Ella se fue acercando a el, toco su hombro y el la miro, directo a los ojos. La tomo de la mejilla y atrajo sus labios a los de el, ella sorprendida solo se dejo, fue sumisa. Sus labios se unieron delicadamente.  Ninguno de los dos jamás habían imaginado estar de aquella forma, por una parte Morgan la detestaba y por otra Kylie no soportaba su actitud, pero a veces la vida da un cambio inesperado, y en ellos el cambio si que era algo inesperado.

Sus labios simplemente estaban hechos el uno para el otro, sus ojos cerrados, daban una escena hermosamente romántica, hasta que por falta de aire se separaron de aquel inmemorable y perfectamente beso.

—Solo no digas nada, hasta que sea el momento.—Murmuro el con su frente contra la de ella. Bajo a la cocina corriendo, ella solo se quedo ahí, en el mismo lugar.

«¿A que se refiere?»
«Vaya que besa bien»
«Esto realmente esta pasando»

Baje aun con la ropa que traía puesta, el olor de tosido frito estaba por toda la cocina. Me senté en la barra y lo observe, el no había notado que yo estaba viéndolo, como un perro a un bistec, así lo veía.

—Hay que hablar.—Me puso un plato con huevos revueltos y tosido frito frente a mi, estaba recargado sobre su mano, mirándome.

—Habla.—Tome un tosido y lo mordí.

—Podemos hacer que esto funcione y el trato se vaya si seguimos enamorados.

—No estamos enamorados.—Dije dejando de masticar.

—Pero comenzamos a estarlo, se que comienzas a sentir algo por mi al igual que yo por ti. ¿Quisieras que hiciéramos funcionar esto?

—¿Que cosa?

—Hacer que nuestro matrimonio sea verdadero.

—No lose.—Dije bajando la mirada a mi tosido.

—Yo si lo quiero, aun que no quiera admitir querer mas.

—Mejor hay que dejar que lo haga por si solo.—El soltó un suspiro y sonrió.

«Puede funcionar»

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