Thomas💋 ha enviado una foto.
Thomas me había enviado una foto de el con la mirada en la arena de una playa, dejando expuesto su trabajado abdomen con el brillo del sol. No pude evitar gritar de emoción.
Yo:
«¿Qué consigues enviándome esta foto?»
8:01 AMThomas💋
«¿Es excitante?»
8:03 AMYo:
«Mucho.»
8:05 AMThomas💋
«Imy😰»
8:08 AMYo:
«Mm yo mucho más, ¿piensas venir a verme algún día?»
8:09 AMThomas💋
«Tal ves pronto»
8:10 AMYo:
«Ugh bien😥😥»
8:11 AMThomas💋
«Bien, te quierooo💞»
8:15 AMReí al ver su mensaje, me estiré y salí de la cama, notando que Morgan no estaba. En la pequeña mesita de noche de su lado, había una nota de el.
«Sesión de fotos, aghhhh:'(»
Entre al baño y lave mis dientes al igual que mi cara. Fui a la nevera y saque un bote de nieve de chocolate. No tenía nada que hacer tan temprano y no quería desayunar fruta. Lamentare comer helados en la mañana cuando tenga una barriga pero tendré millones para una liposuction como lo hacen las Kardashian's. Volví a la cama y busque una película en Netflix. Encontré una serie animada de un caballo y decidí ponerla y me dispuse a concentrarme en la serie.
—¡K!—Gritó furiosa una voz. Abrí mis ojos y mire a Morgan, fulminandome con la mirada. Me acomode y me senté, frotando mis ojos.
—¿Qué pasa?—Bostecé.
—¡Te has dormido!—Exclamó histérico.
—¿Y?—Pregunte con indiferencia.
—¡Solo mira la cama!—Gritó más enfadado que nunca. Baje mi mirada hacia las sabanas, llenas de helado derretido. Mis manos pegajosas, la cuchara enredada en mi cabello.
—Esto.—Murmuré apenada.
—¡Y luego esto!—Lanzó mi iPhone ha mi regazo, la foto de Thomas.
—¿Qué tienes que ver en mi celular?—Ahora yo estaba molesta y gritando.
—Eso no importa.—Gruñí.
—¿No? ¡Esto se lava!
—No eres una niña pequeña. Debes saber lo que haces, eres una adulta ya. ¡Deja de ser inmadura!—Gruñó, pude ver sus venas resaltar cuando grita.
Ojos no se aguaden ahora.
Hay que ser fuertes.—Déjame sola.—Entre al baño y me desplomé en el suelo, ocultando mi rostro entre mis manos.
Las palabras hieren cuando vienen de quien más amas.
—Kylie.—Murmuró en la puerta.
—¡Déjame!—Grite. Me recosté en el suelo de mármol por más de 15 minutos, en los cuales deje de pensar en el.
—Siento haberte gritado.—Habló a través de la puerta.
—No importa.—Hable con serenidad y lo escuche suspirar.
—¿Puedo ayudarte tan siquiera con la cuchara en tu cabello?
Lo había olvidado por completo, inconscientemente toque mi cabello, seco y con la cuchara enredada, aún no entiendo cómo llegó eso allí. Estire mi mano y quite el seguro, me hice a un lado. Abrazando mis rodillas con mis manos, tratando de no mirarle. El sonido del grifo se escucho y se inclinó hacia mi, frotando mi cabello con una toalla mojada. El sonido de la cuchara chocar contra el suelo me hizo sentir aliviada.
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One Year
Teen Fiction»Quien diría que tus propios padres te obligarían a casarte con un desconocido a tus solo 22 años. 365 días, 12 meses juntos hasta el "divorcio".