Dos igual a uno.

Planes

Santiago subió con delicadeza a Ailana en un bote.

-¿Ya puedo ejecutar?

El asintió y empezó a remar hasta llegar en medio del lago.
El lugar era silencioso y tranquilo, y a esas horas, con pocas luces alrededor, con la entrada vacía, y el sonido depresivo de las notas musicales de Ailana volvía un poco tenebroso el ambiente.

Santiago acarició a Ailana levemente. Ella dejo de tocar su violín.

-Queria mostrarte esto... - le susurro Santiago y lanzó al lago una bolita blanca muy pequeña, se hundió en el lago y de repente comenzó a ver muchos puntos blancos moviéndose en el agua, después miró mas de cerca y vio que eran peces, peces que brillaban en la oscuridad.

-¡Que miedo! Que bonito, pero que miedo. ¿Que les hiciste a los peces?

-No les hice nada, los peces están bien... Lo que ves en realidad son algo así como proyecciones nada mas... Solo simulan peces. En un rato perderá su efecto... Pero es hermoso ¿No?

-¿De donde lo sacaste?

-Oh... Eso lo dejaré en secreto. De todos modos es muy costoso, no podrías conseguirlo.

-¿Como lo conseguiste tu? ¿Por que lo desperdiciaste aquí?

-Respondeme esto: ¿Te gustó ver el efecto?

Ella asintió.

-Entonces no desperdicie nada. - prosiguió Santiago.

Ailana ejecutó el violín hasta que el efecto de los peces había desaparecido.

-Te llevo a tu casa...

Ella no respondió, de todos modos no le agradaba la idea de volver sola, era muy de noche y tenia miedo de los vándalos.
Al llegar treparon a un árbol y llegaron al balcón. Ese árbol era como una escalera.

-Vete ya... Gracias por el paseo... - susurraba Ailana.

-Si... Pero antes, bueno... Yo no estoy seguro pero... Gizeh me ha dicho que debía darte esto...

Santiago tendió una fotografía a Ailana, era cuando estaba bailando con Emmanuel la noche de su cumpleaños en Champfleury.

-Gizeh me ha dicho que la camarera tomó la foto... - Santiago notaba que Ailana palidecía. -Yo le dije que era mala idea dartela... La voy a llevar de nuevo, no hay problema si no quier...

Antes que terminara la frase ella tomó la foto en sus manos y acarició la imagen con la yema de sus dedos.

-Gracias... - susurró Ailana.

***

Santiago volvió a su casa caminando. Mientras miraba el cielo solo podía pensar una cosa "Tengo que hacer algo...".
Llegó al departamento y encontró despierto a Killyam.

-¿De donde vienes?

-Fui a dar un paseo... Ya sabes...

-Fuiste al parque, el lago, lo pude ver.

-¿Que?

-Mira esto, - Killyam encendió la pequeña notebook y reprodujo un vídeo titulado "Fantasmas en el lago" - Tienes suerte que piensen que eres un fantasma. Aunque eres un negligente. ¿Como es que vas y usas el efecto ese de los peces? Estamos en una época donde ya existen cámaras y videograbadoras.

-Yo desactive las del parque... No pensé que habrían personas alrededor...

-Exacto, no pensaste, ya no piensas nada. Mira, la capitana mando un mensaje a mi Baing pop, ¿Que dijo? Que si seguías echando a perder la misión por una estúpida chica, ella misma la mataría.