Ethan

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Aliah POV

Escucho mi móvil sonar y juro que lo quiero estampar en este momento contra el suelo.

¿Es qué la gente no sabe respetar las horas de sueño de las personas? Pero más importante ¡¡¿Quién es la persona desesperada que osa perturbar mis horas de sueño?!!

Me levanto cansada,si, cansada arrastrando mis pies hasta donde creo está mi móvil y justo cuando voy a contestar el maldito móvil deja de sonar. INCREÍBLE horas tocándome los ovarios la melodía de llamada y justo ahora deja de sonar.

Bufo molesta y arrastrando los pies sin siquiera mirar quien era la persona que llamaba, me dirijo hacia el baño.

Cierro la puerta del baño y me paro en seco en frente del espejo. Hago una mueca de asco al mirarme, estoy tal y como creía o incluso peor, Ojos rojos e hinchados,cara pálida, pelo totalmente enredado y enmarañado, en fin ¿qué es lo que esperaba después de tan horrible noche? ¿Despertar hermosa como una rosa? Obviamente no.

Me desvisto para seguidamente entrar en la ducha.

Tras 30 minutos de una ducha que realmente necesitaba y de asearme y ponerme un pijama limpio bajo hacia la cocina, muero de hambre.

Al bajar un enorme silencio me rodea, al parecer hoy mi casa está vacía. Al llegar a la cocina abro la nevera y cojo todo lo que mis manos pueden, en serio no miento cuando digo que muero de hambre.

Con todo listo en mis manos me dirijo nuevamente a mi habitación cosa que no puedo porque el timbre interrumpe mi camino.

¿Por qué simplemente no me dejan comer tranquila?

Voy hacia la puerta y tras varios minutos intentado lo por fin consigo abrirla, saben no es fácil abrir una puerta si tus manos están llenas de cosas.

- Hola princesa - dice la persona detrás de la puerta haciendo que todo lo que llevaba en mis manos caiga al suelo.

- ¿Q-qué haces aquí?- pregunto intentando mantener mi voz firme.

- Son menos cuarto, habíamos quedado ¿Recuerdas? - susurra con una leve sonrisa en sus labios.

Sin responder a la estupidez que acaba de decir intento cerrar la puerta cosa que el impide con uno de sus pies.

- Aliah hablemos - lo ignoro e intento con más fuerza cerrar la puerta - he traído comida.

Abro la puerta, cojo la comida de sus manos mientras el me mira sonriente, expresión que cambia al ver como la puerta vuelve a cerrarse.

- Oh vamos, al menos escúchame - se queja.

- La comida es lo único que necesito de ti en estos momentos - me burlo.

- Aliah en serio déjame explicarte - dice o más bien suplica.

- ¿Kenji que necesitas explicar exactamente?¿De verdad crees que ese tipo de cosas tiene una explicación? No seas tan hipócrita y deja de buscar excusas.

El silencio nos invade.

- Aliah mi amor- lo interrumpo.

- No me llames mi amor - le advierto.

- Se que hice mal, mi amor perdonam- vuelvo a interrumpirlo.

- ¡QUE NO ME LLAMES MI AMOR!-grito esta vez con voz temblorosa.

- Dame otra oportunidad, por favor - suplica.

-¿ Otra oportunidad?¿Para qué? ¿Para qué me vuelvas a engañar? - digo dolida.

No caigas en el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora