Acabó tan rápido como empezó

913 41 14
                                    

- Kathy sé mi novia - dice mirándome a los ojos.

Miles de recuerdos, sentimientos y pensamientos recorren mi cabeza. No me creo lo que acaba de decir.

Me quedo callada por 10 minutos y el solo me mira expectante.  Hasta que recuerdo que el muy desgraciado tiene novia.

- Deja de jugar conmigo - digo enojada.

- No es un juego - susurra cerca de mi.

- Te recuerdo que tienes novia bastardo.

Suelta una pequeña risita el muy estupido.

- La deje hace días bebe - me sonrie.

Yo me sonrojo al instante, no puedo creer lo tonta que me he vuelto.

- Solo di que si.

Sigo sin pronunciar palabra.

Él se acerca a mi y me da un tierno beso

- Solo di si mi amor - dice mirándome a los ojos.

Me vuelve a besar una y otra vez.

-Si - susurro.

Él me alsa y enredo mis piernas en su cintura, empieza a dar vueltas mientras besa mis labios con ternura.

- Solo a tu lado soy feliz pulguita.

En mi cara solo se muestra una gran sonrisa, la felicidad me inunda por dentro y siento sensaciones que nunca llegue a sentir con nadie y eso me encanta.

-No me digas pulguita - digo sonriendo.

- Como tu digas amor- dijo mirandome mientras me muestra esos preciosos hoyuelos.

Sonrio y escondo mi cara en su cuello, llamenme tonta pero mientras dure esta felicidad quiero disfrutarla.

- Vamos a clases pulguita- me susurra

- Quedemonos un ratito más - hice puchero.

Me besa y sonrie por mi acto.

- Como quieras bebe.

-----

- Kathy despierta - escucho mientras me da pequeños besitos en la cara.

- Un poquito más Adam.

Se rie.

- Pulguita despierta- vuelve a repetir.

Abro lentamente mis ojos tapandome con la mano al instante por la claridad.

- Que hora es - pregunto adormilada.

- las 14:25

- Mi mama me va a regañar por tu culpa - digo con voz de niña chiquita.

-Por mi culpa no bebe.

- Tu me trajiste aquí.

- Quedemonos un ratito más - dice imitando mi voz.

- Yo no hablo así - digo simulando estar enojada.

Suelta una pequeña risita.

- Ven vamos a casa - me iba a levantar pero Alex me coje estilo princesa en sus brazos.

- A tu casa o a la mia - bromeo.

- A la mia claramente bebé - me mira guiñandome el ojo.

Noto como mi cara se calienta.

- Eres una cochina - se rie Alexander.

- Yo no dije nada - susurro.

- Pero lo pensaste pequeña pervertida.

No caigas en el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora