26- Caída

2.9K 380 121
                                    

En multimedia tenemos a Wilson interpretado por Rupert Grint ;D





***







-¡Rubén!- el grito de Raspberry acontece al mismo tiempo que la repentina desaparición de Rubén de mis brazos.

Fue demasiado rápido como para que pudiera evitarlo. Prácticamente en un parpadeo...

Ya no lo tengo... ya no está conmigo, algo me lo ha arrebatado, algo se ha acercado a mí lo suficiente como para llevárselo de mi protección que creía inquebrantable. Justo en el momento en el que he conseguido que Rubén se duerma otra vez. Y eso me enfurece, me enfurece demasiado. ¿Pero qué me lo ha arrebatado? ¿Dónde estás? ¿Qué eres?

-¡Miguel! ¡Debajo de...!- Y antes de que August termine su advertencia desde la distancia, siento un fuerte agarre en uno de mis pies. Desvío rápidamente mi visión hacia abajo, dejando que mis ojos negros vean en su totalidad al demonio de cabello anaranjado que me tiene agarrado firmemente del pie.

Mis ojos se afilan al ver al vulnerable e inconsciente Rubén entre sus brazos.

-¡Vamos a jugar!- exclama el demonio sonriendo infantilmente, y antes de que pueda reaccionar, este deja de aletear sus alas de murciélago y se deja caer de espaldas al vacío sin dejar de reír como loco, haciendo que yo lo siga obligadamente por el fuerte agarre que permanece en mi pie.

Este demonio no es normal, es bastante fuerte y veloz...

... pero yo lo soy más.

El aire se desliza violentamente por mi rostro mientras ambos caemos en picada hacia la posible muerte, aunque dudo que un simple golpe de esos pueda con mi existencia.

Sonrío afilando mis ojos aún más y sostengo rápidamente la Gungnir entre mis manos, la cual tenía amarrada a mi espalda anteriormente. Mi preciada arma capaz de producir violentos temblores. Sin más espera, dejo que el filo de la punta desgarre brutalmente la mano que apresa mi pie, haciendo que el cuerpo del demonio se sacuda con viveza antes de liberarme.

-Que poco aguante.- me burlo al ver su expresión de dolor. El demonio deja de caer y comienza a volar en línea recta lejos de mí, llevándose a Rubén consigo, vaya atrevido. Al parecer pensaba en mí como un ángel cualquiera.- ¿¡Qué pasa!? ¿¡Ya no quieres jugar conmigo!?- grito comenzando a seguirlo, divertido.-¡Que no te de miedo mi arma, pequeño demonio! ¡Es inofensiva!- sigo exclamando y viendo cómo sus alas desnudas cada vez se agitan con mayor rapidez.

Y de pronto, la veloz Raspberry se interpone frente a el demonio enemigo, aleteando con fuerza sus alas un poco más grandes que las de su par, haciendo que este se detenga con dificultad, intentando esquivarla hacia atrás, pero al verme se queda estático sin dejar de mover sus alas. Está acorralado.

-¡Déjalo Wilson!- exclama ella intentando razonar. Al parecer lo conoce. Me percato de que August ya no está en sus brazos.

-¡Fuera de aquí traidora!- escupe enrabietado el demonio de cabellos anaranjados.- ¡Ren ya lo sabe todo! ¡Es cuestión de tiempo para que esto ocurra! ¡No quieras retrasar las cosas!- Al escuchar el nombre de Ren, automáticamente mi ceño se frunce y mis manos se dirigen con rapidez inhumana hacia su flacucho cuello, tomándolo desprevenido y logrando que se sobresalte por mi velocidad.

Sonrío y hago presión con mis dedos, clavando mis garras en su piel, haciendo que pequeñas gotas de sangre se deslicen por su cuello.

-Dicen que la sangre de demonio en asquerosa... ¿Será verdad?- susurro juguetón acercando mi nariz a su hombro y subiendo lentamente por su cuello. Mis labios no tardan en abrirse y dejo a la vista mis grandes y afilados colmillos aproximándose a su piel. El demonio comienzo a forcejear disimuladamente intentando obtener un poco de aire con su apretada garganta.- ¿Dónde está Ren?- pregunto engrosando mi voz y apretando aún más su cuello, deshaciéndome de todo tono burlón.

-Miguel... no...- balbucea Raspberry acercándose cautelosa.

La potente y desagradable risa de Wilson la detiene.

-Ustedes son muy divertidos en verdad.- habla con dificultad, tosiendo levemente- pero como dije antes, solo están atrasando lo inevitable. Así que... supongo que podemos jugar luego.- Y luego su sonrisa se ensancha sin dejar de observarme a los ojos.

-¡NO!- exclama Raspberry horrorizada. La observo extrañado al escuchar su grito e inmediatamente, ella comienza a descender desesperada a una gran velocidad.

-¡Ella no lo logrará! ¡Es muy lenta! - ríe Wilson con su cuello aún entre mi mano. Aprieto con más fuerza y lo observo enfurecido, sin entender qué se le hace tan gracioso- Vamos... Miguel...- dice comenzando a toser nuevamente- Se te acaba el... tiempo...

-¿De qué hablas?- gruño clavando mis garras aún más. Él vuelve a reír con dificultad.

-Que poca... concentración...- se burla cerrando sus ojos con fuerza. Un poco más de presión, y acabaré con él.- Pensé que... querías proteger a Rubén...- susurra perdiendo fuerzas.

-¿Y qué con eso?

-Tu dímelo- se carcajea débilmente elevando sus manos vacías frente a mi rostro, mostrándomelas y dejando que observe desconcertado que... ya no sostiene a Rubén.

Suelto inmediatamente su cuello por la sorpresa y observo hacia abajo, entendiendo la razón por la cual Raspberry había descendido con tanta velocidad.

-Jugamos luego Miguel. ¡Y no te preocupes, la próxima yo traeré mis juguetes también!- exclama Wilson observando de reojo la Gungnir y luego, alejándose velozmente, totalmente recuperado. Aunque con la sangre aún deslizándose por su cuerpo.

No me molesto en seguirlo o responderle.

Mis enormes y emplumadas alas se abren con más fuerza que la anterior. Curvo mi cuerpo. Las plumas negras se agitan fuertemente por el movimiento repentino de mis alas cerrándose con fuerza, y así, me impulso con toda la velocidad que me es posible hacia abajo.

Desciendo rápidamente, alineando mis alas contra mi cuerpo para caer con mayor facilidad y precisión, pero no es suficiente, sé que no lo es, sé que Rubén está a punto de romperse todos los huesos contra el suelo por la caída brutal en la que está involucrado, sé que Raspberry no logrará alcanzarlo a tiempo aunque haya salido volando antes que yo, sé que es mi culpa por haberme entretenido con Wilson, aquel demonio controlado por Ren, ese estúpido ángel negro que sigue causándome problemas aunque no lo vea. Lo sé, sé que podría simplemente darme la vuelta y volar tranquilamente como me gusta hacer, olvidarme de todo, solo y sin problemas de los que preocuparme.

Pero el problema, es que ahora tengo una razón por la que preocuparme, y ya no hay vuelta atrás.

No le dejaré caer.

El Brillo de la Oscuridad (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora