El Brillo de la Oscuridad (Rubelangel)

12- Otra fase

Foto de Cassandra en multimedia! La actriz se llama Teresa Palmer. Sería algo así... pero con los ojos violetas (? jajjajaja. Disfruten el capítulo! :D

***

Mis ojos se abren lentamente, y lo primero que alcanzo a ver es una figura borrosa a mi lado. Parece ser una mujer de cabello rubio ondulado, pero lo que me tranquiliza son las finas alas negras que se ven tras su espalda.

Cassandra.

-Al fin despertaste.- dice ella acercándose a mí. Coloca una tela suave y húmeda en mi frente, aliviando el leve dolor que yo ni siquiera había notado.

-¿Cass...?

-No hables, estás débil aún.

Mi garganta se encuentra seca y mi estómago gruñe por comida. Siento mi cuerpo totalmente relajado pero mi espalda está un poco adolorida, al igual que mis alas, las cuales reposan a mis costados en las suaves sábanas de mi cama.

Cierro los ojos y dejo que Cassandra humedezca mi frente ardiente con el paño frío. Me recuerda a cuando aquel humano me curó con el algodón humedecido. Aún recuerdo sus delicadas manos tratando la piel de mi rostro, fue tan relajante. Por el contrario... Cassandra no es tan delicada... tiene manos de roca.

-¿Y Rubén?- pregunto con voz ronca luego de un rato. Mi garganta sigue seca, pero aún no logro recordar qué fue lo que sucedió anteriormente. Solo recuerdo a Rubén... cuando me pidió que le cantara. Ese humano terminó convenciéndome de alguna manera, pero no albergo en mi memoria el recuerdo de haberle cantando. Sólo sé que acepté.

-Aquel humano tenía nombre después de todo...- susurra Cass con algo parecido a la burla.

-Cassandra...

-Escapó.- Y esa respuesta hace que de un solo movimiento brusco me siente en la cama, haciendo que mi cabeza dé vueltas. ¿Por qué me siento tan débil? Esto no es normal.

-¿¡Cómo que escapó!? ¡Imposible!- le grito ignorando mi debilidad, haciendo que ella aparte el paño de mi frente. Frunce el ceño y entonces me fulmina con la mirada.

-¡A mi no me grites, idiota! ¡Tú fuiste quien lo llevó a Londres!- responde enfurecida.

-¿Qué?- pregunto desconcertado.

Cassandra suspira cansada al comprender que me encuentro totalmente desorientado.

-Tus ojos eclipsaron Miguel.- informa finalmente, dejándome paralizado.

¿Qué...?

Siento cómo todo se detiene a mi alrededor por unos segundos y mis ojos se abren más de lo normal al escuchar aquello.

-¿Qué...?- interrogo sin creérmelo.

-Tus ojos eclipsaron. Se oscurecieron. Y creo que ese tal Rubén tuvo mucho que ver.- dice para luego empujarme sin mucha dulzura nuevamente a la cama.

-No entiendo... ¿Qué insinúas?- murmuro sintiéndome terriblemente mareado. Ahora lo entiendo... mis ojos solo se han eclipsado dos veces. Tres ahora. Eso es peligroso. Muy peligroso. No debería suceder.

Pero..., ¿por qué sucedió?

-No recuerdas nada ¿verdad? Esta vez ha sido más fuerte. No puede volver a pasar Miguel, es peligroso...- murmura cómplice.

-Cassandra, esto no tiene sentido, mis ojos no pueden haberse eclipsado. Ni siquiera lo recuerdo.

-Lo hicieron Miguel, lo hicieron tan profundamente que casi me matas por ese estúpido humano.- gruñe mojando el paño en un recipiente transparente. En verdad parece enojada.