El Brillo de la Oscuridad (Rubelangel)

19- El pasado; la verdad

¡La misteriosa Leila en multimedia interpretada por Olivia Hussey! Bueno.. ya no será tan misteriosa después de esto. Solo quiero decir que este capítulo es más largo de lo normal y aclarará la mitad de las dudas. Y probablemente sus cabecitas exploten. Quedan avisados.

***

-¿¡Y bien!?- exclama el demonio al verme entrar por la ventana- ¿¡Lo has encontrado!?

-¿Tengo cara de que lo he encontrado?- respondo malhumorado mientras sacudo mis alas emplumadas con el fin de liberarlas de la humedad causada por la tormenta que se desata afuera.

-¿¡Entonces qué haces aquí!? ¡Ve y sigue buscando!- ordena desesperada.

-Estoy cansado, necesito comer algo y con esta lluvia se me dificulta volar. Mañana lo buscaré...

-¡Idiota! ¡Olvídalo, yo lo buscaré!

-¿Estás loca?- la detengo por el brazo al ver sus intenciones de salir por la ventana- La tormenta es muy fuerte, va a arrancarte las alas.

-¡No me importa! Yo... yo tengo que encontrarlo. Se lo prometí...- balbucea intranquila, mirando hacia todos lados con la intención de encontrar alguna solución.

-¿A quién se lo prometiste?

-A Ren.

Ambos abrimos los ojos sorprendidos. Ella, porque probablemente acaba de decirme algo que estuvo de más, y yo, obviamente porque no puedo creer que conozca a ese infeliz.

-¡¿Eres uno de los demonios de Ren!?- grito apretando el agarre en su brazo. Sus ojos verdes me miran asustados, temiéndome, y aquel temor basta para aumentar mis fuerzas y confianza.

-Yo... n-no...

Con un rápido movimiento, la agarro del cuello y la tumbo en el piso, colocándome sobre ella e impidiéndole escapar. Ya he recuperado mis fuerzas por completo.

-Me estoy cansando de tus juegos demonio- sonrío satisfecho al ver su rostro impregnado de temor, temor hacia mí- Vas a decirme ahora mismo todo lo que sabes, o me encargaré de que nunca vuelvas a volar.

-Está bien, está bien, s-suéltame ya.- se queja removiéndose como todo un felino. Aflojo el agarre pero sin soltarla y la fulmino con la mirada, dejándole en claro que si llega a intentar algo, no dudaré en acabar con su "vida".- Escúchame, es... una larga historia.

-Tenemos toda la noche demonio.- me burlo de su debilidad arrojándola contra la cama, haciendo que se golpee con el mueble que sostiene el colchón.

-Que bruto.- se queja como una niña acariciando su cuello adolorido. Parece más relajada ahora que la he soltado.- Está bien... te explicaré. Pero lo haremos a mi modo.

-¿Tu modo?- pregunto extrañado sentándome frente a ella en el suelo.

-Si, ya te dije que mi historia está relacionada con la tuya, por lo que tú contarás tu versión y luego yo agregaré lo que sé.

-No entiendo. ¿Mi historia?

-Sí, la que compartiste con Leila.- aclara seriamente.

Mi respiración se corta por un segundo al escuchar su nombre. Odio hablar de ella...
Bajo la mirada y arrugo mi frente.

-No quiero hablar sobre el pasado.

-Lástima, entonces te quedarás con dudas- su sonrisa vuelve a darle un aire superior. Maldito demonio. ¿Qué tiene que ver Leila en todo esto?

-Está bien...- suspiro derrotado luego de pensármelo unos segundos- Te contaré, pero si tu información no me interesa...

-Oh, créeme que te interesará- asegura interrumpiéndome sin quitar su sonrisa.