17- Amor no correspondido

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¿Cómo se hace?

¿Cómo puedo yo decirle a él su destino?

¿Quién soy yo para acabar con sus sueños, deseos, sus esperanzas?

¿Quién soy yo para acabar una vida?

Creo que... no... afirmo con toda seguridad que Will no tiene idea de lo que aquellos seres tienen planeado hacerle.

¿Quién soy yo para decirle algo tan terrible?

Me levanto de la cama, sintiendo un leve dolor en la espalda que se aloja justo donde Miguel tocó con sus dedos helados. Son como dos fuertes pinchazos, uno a cada lado de mi columna.
Ignoro el dolor y me acerco a Will, viendo cómo este me mira, examinándome para ver si estoy lastimado o algo. Parece preocupado... pero no sabe que él corre más peligro que yo.

Cuando estoy lo suficientemente cerca lo agarro de los hombros y lo atraigo hacia a mí para luego abrazarlo fuertemente.

-¿Qué está pasando Rub?- susurra correspondiendo mi abrazo. El que me llame "Rub" como solía hacer cuando éramos dos cursis y felices enamorados logra hacer que me estremezca por la melancolía y la angustia que domina mi pecho.

William morirá...

-N-No lo sé, Will...

William morirá...

-¿Te hicieron daño? ¿Quiénes son ellos?

William morirá...

-Will..- lloro bajito apretándolo más hacia mi cuerpo.

No puedo dejar que muera.

-Huye.- le ordeno sin despegarme de él- Vete a otro país, continente si es posible... pero debes irte ahora.

Me separo del abrazo y logro ver su rostro confundido.

-¿Estás loco? No voy a dejarte, no otra vez.

Tan terco...

-Escúchame Will, por favor- le suplico acunando su rostro entre mis manos- son peligrosos, ellos... ellos quieren hacerte daño, pero no a mí. Yo estaré bien.- le sonrío tratando de convencerlo de eso de lo que ni yo estoy seguro.

-¿Entonces por qué lloras?- murmura pasando sus pulgares delicadamente bajo mis ojos nublados. Ni siquiera me percaté de que lloraba...

Agarro con mis manos las suyas y las bajo lentamente, apartándolas de mi rostro.

-Sé que aún no puedes perdonarme todo lo que te hice y... lo entiendo, créeme. Fui muy cruel contigo. Pero...- dice volviendo a posar su mano en mi mejilla-... quiero que sepas que en verdad... te amo.

-Will.- suspiro apoyando levemente mi rostro en su mano. Ojalá... ojalá pudiera decirle lo mismo... pero...

-¿Tú me amas Rubén?- pregunta mirándome directamente a los ojos.

¿Quién soy yo para acabar con una vida?

Lo miro, lo miro por un largo rato, tratando de que entienda mediante mis ojos lo que yo no he logrado descifrar.

¿Por qué?

¿Por qué solo tengo un nombre rondándome en la cabeza?

¿Por qué tiene que confundirme?

¿Por qué Miguel?

William baja los párpados, entendiendo al fin que ya no hay futuro para nosotros. Logro ver una pequeña sonrisa dolida entre los rizos alborotados que tapan su rostro.

El Brillo de la Oscuridad (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora