El Brillo de la Oscuridad (Rubelangel)

47- Trílsolis

En multimedia tenemos otra vez al guapísimo August, alias: pecoso idiota xD interpretado por Eddie Redmayne. Disfruten el cap! (y presten atención a lo que leen, eh -_-)

***

Es definitivamente el lunes más extraño de toda mi vida.

August no deja de dar vueltas, dando saltos emocionados por toda la mansión, feliz de que iremos a... a...

A la... ¿luna?

El pecoso idiota me lo ha explicado varias veces pero aún no logro procesarlo del todo.

Aquel lugar del cual Raspberry me ha platicado, aquel lugar en el que supuestamente me entrenarán, el lugar en donde estaré "seguro", resulta que es la mismísima Luna. Aunque cada vez que August la llama así, Miguel le corrige secamente, diciendo que se llama "Túlgrüda".

El hogar de los ángeles negros.

Pretenden que vaya a un lugar tan lejano.., un lugar que ha sido pisado por las personas muy recientemente, por primera vez. Y ellos lo nombran como si estuviera a la vuelta de la esquina.

Me siento un retrasado por tardar tanto en procesarlo, pero es que las preguntas no dejan de martillarme la mente.

¿Yo podré respirar ahí? ¿Si quiera hay algo en ese lugar? Me cuesta tanto creerlo. Hace mucho leí una vaga explicación de la solitaria luna en el periódico, pero esto... esto no parece que vaya a ser semejante a lo que leí en aquel papel. Para nada.

Aunque me cueste creerlo, me basta con ver las alas negras tras mi espalda para convencerme de que todo es posible a partir de ahora.

El pecoso idiota tampoco ha dejado de ver mis alas camufladas de negro. Parece que le fascina todo esto, cuando yo sólo puedo sentirme aterrado por la cantidad de cambios y hechos que se retuercen cada vez más y más. Siento que en cualquier momento despertaré y todo esto habrá sido un loco sueño que me permitirá escribir un buen libro al respecto.

Raspberry por su parte se ve bastante intranquila. No parece estar convencida del todo aún de que sea buena idea ir al mundo de los seres oscuros, pero en ningún momento la he escuchado negarse o quejarse. Parece que es verdad lo que me dijo sobre confiar en la decisión de Miguel. Sólo permanece en silencio, caminando por las habitaciones de la mansión, pensando para sus adentros asuntos que seguramente me daría miedo conocer. Con mi audición ahora más aguda de lo normal incluso puedo escuchar su respiración forzosa y profunda. Suspira continuamente. En verdad parece contrariada, y aquello no hace más que ponerme más nervioso.

Miguel, en cambio, ha estado toda la mañana meditando fuera de la mansión. Se me ha hecho totalmente impresionante descubrirlo a través de una ventana, sentado de perfil en el césped a unos cuántos metros de la mansión, con los ojos cerrados y el rostro totalmente serio, concentrado. No he podido dejar de verlo desde ese momento, sorprendido por cómo sus grandes alas negras se mantienen extendidas hacia arriba, mostrando toda su enormidad e imponente presencia ante el cielo despejado y el sol que les da de lleno. Cada pluma parece estar recibiendo intensamente los rayos del sol.

Escucho que alguien se aproxima desde fuera del cuarto en el que me encuentro, por lo cual volteo unos cuántos segundos antes de que August ingrese por la puerta. Me mira sonriente como de costumbre.

-Pudiste escucharme desde lejos, ¿verdad? Es increíble lo mucho que ha evolucionado tu audición.- Adivina felizmente, acercándose a mí.

-Este es el único lugar en el que no escucho los nervios de Raspy.- suspiro cansado.

-Debes comprenderla, no será nada fácil lo que haremos hoy.- La defiende, haciéndome asentir.

-Creo... que lo entiendo, un poco.- No me percato de que me he quedado una vez más ensimismado con la mirada puesta en lo que se muestra del otro lado de la ventana.