04 || Carta de Hogwarts

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Al despertar estaba en la misma habitación.

Creyó que era un sueño eso, no lo era. Era real. Completamente real, pero siguió con la idea de que era un sueño, un sueño un tanto extraño. Se pellizcó, cerró y abrió los ojos pero nada cambiaba.

Cuando por fin se dio por vencida decidió ir hacia la cómoda. Al momento que abrió el primer cajón de tres que había, vio que en su interior había ropa de todos los colores, muchas playeras y blusas para niñas; en el siguinte había jeans y pants de varios colores y mezclilla. De esta forma descartó que toda la ropa también fuese de color lila.

Se vistió con lo primero que le agradó y bajó gracias a un delicioso olor a panqueques. Se había olvidado por completo de la casa en la que se encontraba gracias a ese aroma.

Cuando llegó, vio a la señora rubia, el castaño y a otro hombre. Era un tanto extraño, tenía ojos azules y cabello castaño. Era una combinación bastante rara. Sí, rara. Fue el único adjetivo que pudo encontrar Tanya. Como la de ella.

Justo cuando la mujer abrió la boca se escuchó un ruido proveniente de la ventana del comedor. Cuando Tanya volteó vio una majestuosa lechuza blanca con el pico dorado, unos enigmáticos ojos negros observaban desde el otro lado de la ventana. La mujer se apresuró a abrirla, el ave traía una carta. Tanya tomó la carta que al reverso rezaba:

Señorita T. Wood
Grimmauld Place, 20
Londres

¿Wood? Abrió la carta y esta decía:

COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA

Director: Albus Dumbledore
(Orden de Merlín, Primera Clase,
Gran Hechicero, Jefe de Magos,
Jefe Supremo, Confederación
Internacional de Magos).

Querida señorita Wood:
Tenemos el placer de informarle de que dispone de
un puesto en el Colegio Hogwarts de Magia. Por favor,
observe la lista de equipo y los libros necesarios.
Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos
su lechuza antes del 31 de julio.

Muy cordialmente,
Minerva McGonagall
Directora adjunta.

¿Hogwarts? ¡Hogwarts! Era más que obvio, el chico era Oliver Wood de Gryffindor, los señores debían ser sus padres y... ¡también de ella! Pero cómo pudo ser tan tonta, era obvio, ese era el mundo de Harry Potter ¡Harry Potter! y esa debía de ser su carta.

Sólo que, ¿como podía ser esto? si sus padres siempre le decían que ese mundo era irreal.

Aunque podía estar segura de algo: todo parecía más real que nunca.

Hacía tiempo que no se sentía tan feliz.

Tanya Spiegel, teletransporte a HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora