13 || Gryffindor contra Slytherin

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—Si no ganan..., vaya, si no ganan los haré pedazos —amenazó Oliver.

—No perderán, Harry atrapará la snitch, ya verás —lo tranquilizó su hermana.

—Ahora tú estas incluida en el "si no ganan, los mato" —anunció su hermano.

—Por Merlín... —se quejó George—. Ya verás, Wood, haremos un buen juego.

—Y por si las dudas tenemos a Potter —dijo divertido Fred.

Su hermano gruñó y se levantó de la mesa de Gryffindor; al poco rato de su ida llegó Darcy Solg.

—Hola, Aremi —saludó burlesco George.

— ¡Qué no me llamen Aremi! —exclamó furiosa la chica.

— ¿Por qué no? —inquirió Tanya—. Es un nombre muy bonito.

—Lo es —reconoció Darcy—, pero esos dos —señaló a los gemelos—, ya se la tomaron contra él.

—Eso no es cierto —se defendió Fred—; anda, dile cuál es el significado de tu nombre.

La cara de la Solg enrojeció y murmuró algo, al no tener la dicción suficiente George habló: — ¿Disculpa? No te hemos escuchado, pequeña Aremi.

De nuevo murmuró algo que nadie entendió.

—No se te acabará la magia si lo dices —continuó Fred.

— ¡Significa mágico! —estalló la muchacha.

La boca de Tanya se abrió formando una "o", ahora comprendía el porqué de la actitud de los gemelos.

—Bueno... —inició Tanya—, yo...

—Ríete si quieres —le cortó la rubia—, Fred y George ya le quitaron todo lo... —hizo una pausa—, mágico.

Los gemelos estallaron en risas, Darcy les sacó la lengua pero también comenzó a reírse. Alguien tocó su hombro y al instante volteó, encontrandose con Sulley.

—Hola —saludó tímido el niño. No era la primera vez que se ponía así, de  hecho, siempre que se acercaba a la mesa de Gryffindor entraba en un modo operandis demasiado raro.

—Hola, ¿ya es hora? —preguntó al ver la cara de angustia del niño, en los últimos días habían llegado muy tarde a las clases de Pociones por lo que, Tanya y Sullivan acordaron cierta hora para evitar atrasarse.

— ¿De qué que es hora? —dijeron los gemelos y Darcy al unísono.

—De pociones, no queremos llegar tarde —explicó rápidamente la castaña.

—Pero apenas empezó la comida—replicó Darcy.

—Sí, pero... —Tanya no sabía exactamente que decir; la verdadera razón por la cuál se atrasaban era porque a Sullivan no le gustaba bajar a las mazmorras, tenía miedo de encontrarse a Hasso y que comenzara a tratarlo como si él fuese igual que su hermano—. Me cuesta trabajo bajar... ¡sí eso! Me dan naúseas cada vez que estamos cerca de ahí —concluyó soltando una risa nerviosa.

Tanya Spiegel, teletransporte a HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora