15 || Mañana navideña

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En la mesa de Ravenclaw, Sullivan y Tanya conversaban durante la comida.

—Sólo obtuviste un rasguño... Mientras mi hermano salió con un hueso roto.

—No me digas que tú también quedarás resentido.

—Para nada, más bien se lo merecía —explicó—. A mí, el enojo me hubiera durado por lo menos dos días, pero es Hasso, y bueno, no hay más que decir.

Añadió con una risa nerviosa.

Habían pasado tres días desde la caída múltiple, en los cuales la mayoría de los chicos se quedaron en la enfermería; si Hasso estaba de por si enojado, ahora lo estaba más, pero esta vez se la llevaba con todos.

— ¿Qué opinas de Cho Chang?

— ¿Cho Chang? —Dijo meditabundo Sullivan—. Es linda.

— ¿Linda? Estás bromeando, ¿cierto?

— ¿Por qué bromearía? —pausó—. Oh... ya veo —dijo con una sonrisa, una sonrisa que conocía demasiado bien, una sonrisa que usaba Ralph cada vez que planeaba algo contra ella, una sonrisa maliciosa.

— ¿Por qué sonríes? —preguntó asustada.

—Por nada... —continuó con esa odiosa línea curva en su rostro.

— ¿Has hablado con él? —cuestionó.

—No... Pero deberías preguntarle a Cho, ¿no crees?—contestó con cizaña.

—Lo he captado, lo he captado —reconoció Tanya—. Yo soy la que tiene que hablar con él.

—Definitivamente no entiendes las indirectas —dijo Steph que estaba sentada frente a ellos.

—No hablemos de mis capacidades, mejor díganme, ¿se quedarán?

—No.

—No.

—Oh, vamos... me aburriré enormemente —replicó Tanya.

—No quiero pasar tiempo en el castillo, el próximo año será muy estresante y no estaré en vacaciones con mi familia, debo de aprovechar.

—Ni que fuera cuarto grado y quisieras entrar al Gymnasium —murmuró.

— ¿Perdón? —dijeron interrogantes.

El calor fue inundando sus mejillas, comenzó a tartamudear sin parar.

¡Vamos, boca! No me traiciones en este momento.

Gymnasium es un tipo de escuela en toda Alemania, son de las mejores, inicia desde quinto grado y termina hasta doceavo grado; para poder entrar, en cuarto grado tienes que sacar excelentes calificaciones, lo cual genera demasiado estrés en lo niños, y Tanya lo vivió, pero después de todo se quedó.

— ¿Alguien dijo extrañamos al guapo de Louis? —exclamó Lockhart mientras se sentaba al lado de Stephanie.

Por primera vez en su vida, Tanya se sintió agradecida de que el rubio apareciera.

Tanya Spiegel, teletransporte a HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora