Tanya Spiegel, teletransporte a Hogwarts

12 || ¡TROLL!

— ¿Y qué? Debe de saber ya que no tiene amigos, digo, si tan sabelotodo es...

—Eres un tonto, Ronald Weasley —profirió Tanya—, no deberías de decir eso, y menos a una chica.

Tanya le dii un puñetazo en el hombro y se fue corriendo al patio principal donde había quedado con los Scarson de verse. Al llegar vio como los hermanos se lanzaban cierta pelota; sonrió al observarlos, si tan solo Ralph, Tommy y ella fuesen igual de unidos...

— ¡Tanya! ¡Estamos aquí! —gritó entusiasmado Sulley.

Se acercó aun más a ellos y en las manos de Hasso distiguió que la pelota se trataba de una quaffle.

— ¿Cómo consiguieron eso? —preguntó a modo de saludo.

—Hola a ti también —saludó irónico el peligris mayor.

—Lo siento —dirigió de nuevo su mirada a aquel objeto y no dejó de pensar en cómo se enojaría Oliver cuando se enterase de que habían hurtado una pelota y que su hermana fue cómplice.

—Deja de mirarla así —pidió Sullivan—, no te va a pasar nada.

Eso sonó demasiado a Hasso, ¿qué está pasando aquí?

— ¿Quién eres tú y que hiciste con el tierno Hufflepuff? —increpó con los ojos bien abiertos y un dedo apuntando al pecho del niño—, quiero respuestas, ¡ahora!

—Tranquila —dijo Hasso—, parece que Louis le ha quitado todo eso que llamabamos Sullivan Scarson.

Tamara giró a ver a Sulley, lo miró fijamente hasta que el niño le dedicó un guiño y frunció su nariz. Aquello había sido una clave para dar a entender que luego se lo explicaría, ya que Hasso siempre le metía un tortazo cuando intentaba decirle que nada de lo que Louis le o trataba enseñar le agradaba.

— ¿Vamos al campo de quidditch o no? —apuró Hasso.

Los otros dos lo siguieron sin chistar, hasta cierto punto, aunque fuera demasiado cruel, se alegraba de que Hermione no fuera a estar presente en las demás lecciones para que después no le echara la bronca sobre la importancia de ir a clases; después de todo queria ir con ella a consolarla pero sabía que la rechazaría y cambiaría el curso de la historia por lo que decidió quedarse con los Scarson.

— ¿Sólo la lanzaremos? —preguntó inquieta.

—Claramente no —respondió obvio el Scarson mayor.

—Me enseñará a jugar quidditch —comentó emocionado Sulley.

—Y como sería aburrido sólo nosotros dos porque los de cuarto quieren estar más que preparados para el siguiente año y a Lockhart le dan escalofríos de tan solo pensar en salir de su cama por el resfriado; pensamos a ti —explicó con paciencia Hasso.

—Vaya, me alegra haber sido su... —dijo con sarcasmo y fue ennumerado con su dedos—, quinta opción.

—No es personal, Tanya —empezó Sullivan—, solo que a ellos los conocemos desde hace mucho.

—Fingiré que no me dolió —dramatizó—. ¿Y se puede saber como es que volaremos? No veo ninguna escoba.

—Usaremos las de Hogwarts, aunque hay que tener cuidado; no son muy estables que digamos.