20 || Cumpleaños de Hasso I

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Había mucho alboroto en la habitación, Tanya apenas si estaba despertando, cuando Padma lanzó un grito.

— ¡Por Merlín! ¡Llegaremos tarde a clases!

Ay, ¡no puede ser! Hoy es viernes.

Dos semanas, las dos semanas más cortas de su vida. Mañana sería la fiesta de cumpleaños de Hasso y no tenía ni idea de que hacer, por si fuera poco, era viernes. Los viernes eran la pesadilla para los Ravenclaws de primer año, tenían clase de Pociones a primera hora, Historia de la magia las siguientes dos, Transformaciones como cuarta clase y Defensa contra las artes oscuras en las últimas dos horas.

Los salones estaban, o al menos la mayoría, muy lejos entre sí, para llegar a tiempo al aula de Snape tenían que pasar solamente cinco minutos al Gran Comedor.

Si se levantaban a diario a las ocho y media, perdían diez minutos de la torre al desayuno, si le sumamos otros diez minutos que tardaban en cambiarse, lo único que comían, al menos, eran tostadas robadas de otra mesa.

— ¡Disculpa! —le dijo al aire cuando sintió que su brazo se estrelló con una pierna.

Continuó con su carrera al comedor cuando vio salir de este a Sullivan.

— ¿Y ahora qué pasa? —inquirió Sulley con desdén.

—Agarra un panqué y nos vemos en el aula de Snape.

Le dijo rápidamente para poner pies en polvorosa segundos después.

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—En el antiguo Egipto, los magos tenían altos rangos en la jerarquía de aquel entonces, quedando prácticamente a la altura de los Faraones. Por otro lado, durante la época medieval, todos temían ante el poder de hechiceros y brujas, cuya consecuencia eran las hogueras, pero lo consultaremos en el siguiente curso...

Moriré de aburrimiento algún día durante una clase de Historia.

Algo golpeó su cabeza, volteó y encontró un trozo de pergamino.

No te duermas
H. G.

— ¿Qué quieres? —le incriminó al momento en que miraba hacia la izquierda, donde se sentaba Hermione.

—A parte de que no te duermas... ya encontré el hechizo, es Non Tabescebant.

—Oh, gracias, Hermione —dijo intentando no sonar demasiado irritada. Estaba claro que recordaba el hechizo pero no quería saber de este por un largo rato.

La clase duró una hora y media más, cuando culminó, Tanya se dirigió junto con Padma, Mandy y Lisa al aula de transformaciones, donde la profesora McGonagall estaba en su forma de minino.

—Ahora que están todos presentes, daremos inicio a la clase; el día de hoy...

— ¿Sabías que Cho Chang está diciendo por todo Hogwarts que sale con Hasso? —contó Lisa, quien estaba sentada al lado de Tanya, provocando que la última ya no prestase atención.

— ¿De verdad? Eso es... —trataba de encontrar las palabras adecuadas pero le robaron el crédito.

—Es un poco imposible, ¿a qué sí? —aseguró Mandy en la banca de atrás.

—Pero no hay que olvidar que ha andado como perrito faldero con él —terció Padma.

Estas tres se parecen mucho a Caroline, se llevarían muy bien.

— ¿Quieres decir que lo hizo para que lo dejara en paz? No creo que caiga tan bajo —difirió Lisa.

—Que haga lo que quiera, total, ¿qué nos importa a nosotras? —dijo Tanya, tratando que se callaran, no quería tener más problemas con McGonagall.

Tanya Spiegel, teletransporte a HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora