Tanya Spiegel, teletransporte a Hogwarts

08 || Hasso Scarson

Tanya caminaba junto a su hermano, quien no hacía más que quejarse.

—Muggles... —murmuró molesto Oliver—, si no fuera por lo despistados que son no sé que sería del mundo mágico.

—Pero ellos no pueden pasar —soltó de la nada Tanya y se tapó la boca por la impresión, ahora si podía decir todo lo que quisiera, ¿no?

Su hermano la miró interrogante.

— ¿Y cómo sabes eso? Nunca te hablé de la plataforma 9 ¾.

Tanya se puso nerviosa, no sabía que decir hasta que se le ocurrió lo más obvio.

—Pues... Verás, mamá...

— ¡Niños! ¡Dejen de jugar y pasen la barrera! —reclamó su padre a lo que los niños respondieron con un corto "Vamos, papá"

Con su equipaje en un cochecito de metal, similar al de los supermercados muggles, Tanya se acercaba poco a poco a la barrera hasta que una chica que iba corriendo chocó contra ella.

— ¡Uy, lo siento! —dijo la chica y le ayudó a levantar la jaula que había caído por el brusco contacto, Darkmoon (sí, ya se había decidido por el nombre), revoloteaba nerviosa en busca de una salida—. ¡Es preciosa! ¿Cómo se llama? Que maleducada, mi nombre es Darcy Solg, ¿y tú eres?

Darcy...

Era la chica que su hermano había mencionado con los gemelos Weasley.

— Gracias, se llama Darkmoon. Mucho gusto Darcy, soy Tanya Wood —se presentó la castaña. Examinó con discreción a la chica, era rubia con unos enormes ojos verdes y una tez blanca como la porcelana; llevaba una blusa rosa que dejaba sus blancos hombros al aire, unos pantalones morados a rayas, unos zapatos verde agua y en su cabello traía una diadema azul.

— ¡Por Dios! Eres la hermana de Oliver, ¿cierto? El chico es un amor, vaya que se merecía el puesto de capitán, es asombroso como guardián y... creo que me desvíe un poco, ¿no? —Tanya asintió con una sonrisa y sin comprender mucho de lo que salió de la boca de la chica, ya que habló muy rápido—. Lo siento, por cierto, ¿has visto a Fred? Necesito darle algo.

—De hecho... —la castaña fue interrumpida por la rubia.

— ¡Qué va! Seguramente no lo conoces, pero cuando ya estés en Hogwarts será lo primero que tendrás que saber, ¡son una leyenda! Pero bueno, no serían nada sin mí, por supuesto. Pero nadie lo reconoce... —dijo con tristeza la joven —. Me voy, chica, nos vemos en el castillo.

—Claro, adiós —contestó inaudible Tanya, pero no importó ya que Darcy se había alejado.

Continuando con su recorrido, traspasó la barrera sin antes mirar por encima de su hombro y ver que Harry Potter se acercaba a la señora Weasley.

Todo va bien...

— ¡Hasso! ¡Hasso! ¿Dónde estás, pequeño demonio? —alguien pasó corriendo al lado de Tamara tan rápido que hasta giró por la fuerza del viento. Darkmoon aleteó molesta.

Se desplazó hacia el tren, viendo hacia los lados para evitar un posible o nuevo choque.

— ¡Hey, tú, castaña!—exclamó una voz. Tanya apresuró el paso, no quería hablar con más gente, solo anhelaba llegar a la entrada del tren, casi lo lograba hasta que una mano atrapó su brazo izquierdo—. ¿Estás sorda? Llevo persiguiéndote desde hace mucho.

Vale, es un chico.

— ¡Suéltame, degenerado! —seguía sin aflojar su agarre—. ¡Ya! —con fuerza se soltó y quedó de frente al chico; su lechuza estaba completamente fuera de si, demasiadas sacudidas en menos de cinco minutos—. Eres un demente, no puedes agarrar a las perso...